Capítulo 7

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Busan, septiembre de 1815

Querido J:
Puedes pensar que puesto que has regresado al colegio, he estado en un constante estado de ennui (aburrimiento), pero sería totalmente erróneo. La emoción es casi arrolladora.
Dos noches atrás, el toro se escapó de los pastizales de lord Bang, y él (el toro, no el vizconde) pasó un buen rato derribando cercas y haciendo amistad con el ganado de la zona, hasta que esta mañana fue capturado por el señor Jung.
Apuesto a que te gustaría estar en casa, ¿no?

Siempre: T

Seúl, septiembre de 1815

Querido T:
Te creí hasta la parte de Jung capturando a su tocayo. Ahora, estoy convencido de que simplemente tratas tentarme para regresar a casa con cuentos extravagantes de animales de labranza frustrados.
Sin embargo, mentiría si te dijera que no está funcionando. Ojalá hubiera estado allí para ver la cara de Bang. Y la sonrisa en la tuya.

PD: estoy feliz de ver que tu instructora te está enseñando algo. Très bon.

J...

1831

Apenas había amanecido cuando Jeon se detuvo del lado de afuera de la puerta donde había dejado a Taehyung la noche anterior, el frío y sus pensamientos aunaron fuerzas para evitarle el descanso.

Había caminado de arriba abajo por la casa, perseguido por los recuerdos de las habitaciones vacías, esperando que saliera el sol el día en que vería su propiedad restituida a su justo y apropiado dueño.

Jungkook no dudaba que el marqués de Kim renunciaría a sus antiguas tierras. El hombre no era ningún tonto. Tenía tres hijos solteros, y el hecho que el mayor hubiera pasado la noche con un hombre en una casa abandonada... con Jeon en una casa abandonada, no harían deseable al resto de los donceles Kim solteros para potenciales pretendientes.

La solución era el matrimonio.

Uno rápido.

Y con ese matrimonio, el traspaso de sus tierras.

Sus tierras y Taehyung.

Un hombre diferente sentiría remordimientos por el papel lamentable que el doncel se veía obligado a jugar en este juego, pero Jungkook era sensato. Ciertamente, él estaba usando al rubio, pero ¿no era así como los matrimonios funcionaban? ¿No eran todas las relaciones matrimoniales urdidas con esa misma premisa de beneficio mutuo?

Kim tendría acceso a su dinero, a sus libertades y a cualquier otra cosa que deseara.

Jeon ganaría las extensas tierras.

Eso era todo. No eran los primeros en casarse por la tierra, ni serían los últimos. Era una oferta extraordinaria la que le había hecho. Jungkook era rico, estaba bien relacionado y le ofrecía la oportunidad de cambiar su futuro de solterón por uno de Marqués. Taehyung podría tener cualquier cosa que quisiera. Él se lo daría con placer.

Después de todo, Kim le daba lo único que alguna vez había querido de verdad.

No del todo. Nadie daba nada a Jeon Jungkook. Él lo tomaba.

Le tomaba.

Una visión destelló, grandes ojos castaños abiertos de par en par en un rostro hermoso, el placer y algo más ardiendo allí. Algo muy cercano a la emoción. Muy cercano al afecto.

Esa era la razón por la que lo había dejado, de manera estratégica. Fríamente. Calculadoramente.

Para demostrar que el matrimonio sería solo un acuerdo de negocios.

𝐄𝐯𝐞𝐧 𝐢𝐟 𝐢 𝐝𝐢𝐞, 𝐈𝐭'𝐬 𝐲𝐨𝐮¹ °ᴷᴼᴼᴷᵀᴬᴱ°Where stories live. Discover now