Brazos de un ángel oscuro

20.- Catspaw

Harry fue recibido con entusiasmo por Hermione, quien lo abrazó y lo beso, llorando:

– ¡Oh, Harry, me alegro de que estés bien! – para gran vergüenza de Harry cuando se encontraron a las afueras del Gran Comedor para almorzar. La gente se quedó mirando y algunos de los niños y niñas de Slytherin se rieron entre dientes y una niña mayor de Hufflepuff se rio y dijo:

– ¡Aww, qué dulce! ¡Un romance de primera! –

Harry se puso escarlata y siseó,

– ¡Uh, Hermione, por favor suéltame! Estoy bien, ¿ves? –

Ron estaba tratando valientemente de no reírse, y Hermione estaba ajena a todo excepto al hecho de que su mejor amigo estaba vivo y mucho antes que ella. Harry estaba deseando en silencio tener su capa de invisibilidad y conocer un encantamiento olvidadizo. Pero tuvo que admitir, muy suavemente, que era bueno saber que alguien más se preocupaba lo suficiente como para extrañarlo si moría. Además de Severus, eso es.

– Estábamos tan preocupados por ti, Harry – continuó Hermione, soltándolo por fin. – Estabas casi muerto cuando te llevamos a la enfermería y Ron comenzó una discusión con el profesor Snape por ti y no se iría hasta que lo saqué de la oreja, y realmente pensé que el profesor lo iba a maldecir –

Harry la miró boquiabierto.

– ¿Ron comenzó una pelea con Snape por mí? – Se volvió hacia su otro amigo, que parecía bastante avergonzado y miraba al suelo. – ¿Qué diablos, amigo? Snape me salvó, preparó un antídoto que neutralizó el veneno, ¿y empiezas una maldita discusión con él? –

– No sabía eso cuando te trajimos allí, Harry – Dijo Ron, disculpándose. – Todavía pensaba que Snape quería, uh, ya sabes, atraparte. No quería dejarte solo con él –

Harry frunció el ceño.

– Ron, estúpido idiota, ¿cuántas veces tengo que decirte que Snape no está tratando de matarme? – Golpeó al otro con fuerza en el hombro. – Él hombre estuvo despierto toda la noche y todo el día conmigo, asegurándose de que el antídoto me limpiara todo el veneno. Santa María, ¿suena eso como alguien que quiere asesinarme? Te lo voy a decir una vez más, deja tu venganza contra Snape de una vez por todas, o se acabó entre nosotros – Y Harry miró al pelirrojo con una mirada intransigente que recordaba a su ángel de la guarda.

Ron realmente hizo una mueca.

– Está bien, está bien. ¡Dios, Harry! Hermione ya me destrozó las tiras ayer. Me explicó todo, cómo Snape realmente te está protegiendo y todo eso – bajó la voz y miró a su alrededor, estaban solos en el vestíbulo de entrada. – Lo siento... es simplemente difícil para mí confiar en un Slytherin, ha habido muchos que se fueron a la oscuridad desde esa Casa

– Y algunos también se han ido de nuestra casa, Ron – dijo Harry en voz baja. – El mal no conoce fronteras. No deberías juzgar a todos los Slytherin basándose en unas pocas manzanas podridas –

– Tiene razón. La gente en las casas de cristal no debería tirar piedras – agregó Hermione.

Ron la miró en blanco.

– ¿Que se supone que significa eso? –

– Significa que no juzgues a los demás a menos que estés dispuesto a juzgarte a ti mismo también, ya que nadie es perfecto – tradujo Harry.

– Oh. ¿Por qué no dijiste eso entonces? – Ron puso los ojos en blanco. – De todos modos, como estaba diciendo, Hermione me contó cómo descubrió que Snape estaba de nuestro lado después de todo. Dijo que comenzó a cambiar de opinión cuando te trajo de regreso a la escuela después de la noche en el Bosque Prohibido y el partido de Quidditch cuando sancionó una falta a su propio equipo porque Flint casi te derriba de la escoba –