16.- Algo perverso de esta manera viene

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Se las arreglaron para esconder a Norberto debajo de la capa de invisibilidad de Harry, con Harry sosteniéndolo para que el dragón se callara. Cinco minutos más tarde vieron a Dumbledore bajando por el camino hacia la cabaña de Hagrid. Ron y Hermione salieron por la puerta trasera y se escondieron en el huerto de calabazas.

Dumbledore tocó la puerta y Hagrid la abrió.

– Buenas noches, señor. ¿Qué puedo hacer por usted? –

– Hola, Hagrid. ¿Solo venía para ver si necesitas algo? –

– No, estoy bien profesor. ¿Le gustaría un poco de té o pastel? – Hagrid dio un paso atrás para permitir la entrada del otro mago.

Dumbledore rechazó la oferta de pastel, pero accedió a una pequeña taza de té. Al entrar, miró a su alrededor con curiosidad pero no vio nada extraño. Fang yacía en el hogar, royendo un hueso.

Los dos charlaron un poco mientras tomaban el té, hablando de otros animales, incluido Fluffy, y Harry rezó para que se dieran prisa, porque sus brazos estaban a punto de caerse. Norberto se había quedado dormido en sus brazos y roncaba levemente en el oído de Harry. Harry se movió incómodo, luego se congeló cuando Dumbledore se aclaró la garganta.

– Bueno, Hagrid, debo irme. Te veré más tarde –

– Nos vemos, señor – Hagrid saludó con la mano y luego cerró la puerta.

Harry se quitó la capa con un suspiro de alivio y rápidamente dejó al dormido Norberto sobre la manta que le servía de cama. El dragón nunca se despertó. Harry se masajeó los hombros doloridos y dijo:

– ¡Bueno, estuvo cerca! Apuesto a que Malfoy vio a Dumbledore primero y se lo dijo –

Hagrid asintió con tristeza.

– Tendré que encontrar una mejor manera de esconderlo, supongo –

Ron y Hermione volvieron a entrar en la cabaña.

– Hagrid, ¿qué vas a hacer con Norbert? – Preguntó Hermione. – Está creciendo demasiado para mantenerlo en tu cabaña. Y Malfoy ya sospecha algo –

– ¿Qué puedo hacer, Hermione? Es un bebé, no puede cazar por sí mismo. Morirá si lo dejo ir al bosque. –

Ron pareció pensativo.

– ¡Oye, lo sé! Mi hermano Charlie trabaja para una reserva de dragones en Rumania, entrena dragones allí. Tal vez podría llevar a Norberto por ti –

Hagrid parecía desgarrado.

– No lo sé, Ron. Es posible que Norberto se sienta solo. No está acostumbrado a ningún otro lugar que no sea aquí. ¿Y si no saben qué darle de comer? Le gusta el venado y el pavo. Y un cuenco de leche de cabra –

– Hagrid, son domadores de dragones, por supuesto que sabrían lo que come un dragón – Dijo Ron. – Le enviaré una lechuza a Charlie y le preguntaré, ¿de acuerdo? –

Hagrid suspiró, claramente estaba infeliz por haber renunciado a Norberto, pero no quería que lo arrestaran por tener una mascota ilegal.

– Muy bien, entonces pregúntale a Charlie. Ahora, es mejor que regreses, antes de tu toque de queda –

Se despidieron del guardabosques y todos se apiñaron bajo la capa y regresaron al castillo.

Tres días después, Ron recibió una respuesta de Charlie, diciendo que estarían felices de llevarse a Norberto. Durante ese tiempo, Norberto había masticado el sillón reclinable de Hagrid, había hecho un agujero en la pared y se había comido un barril entero de cerdo salado en la despensa.

Brazos de un ángel oscuroWhere stories live. Discover now