Brazos de un ángel oscuro

13.- Todo lo que siempre quiso

Durante el resto de noviembre y hasta diciembre, Harry se reunió con Severus cada dos noches para tener una lección de defensa personal. Las lecciones mágicas generalmente iban acompañadas de algún tipo de ejercicio físico, como correr vueltas o abdominales o lagartijas, y había un ejercicio extraño en el que Snape colocaba varios palos grandes en el suelo y Harry saltaba sobre ellos siguiendo un patrón establecido. "Para la coordinación y el juego de pies", explicó ante la perpleja pregunta de su pupilo. Las sesiones se volvieron más exigentes física y mágicamente a medida que avanzaba el mes, y Snape comenzó a presionar a su cargo. Harry a menudo terminaba las lecciones dolorido como si lo hubieran golpeado con palos y pasaba por un recipiente del bálsamo calmante muscular de Snape a fines de noviembre y tenía que pedir más.

Harry consideró ese ungüento como un salvavidas, porque a la mañana siguiente después de su primera lección, había estado muy adolorido y había estado dolido todo el día. Por la noche, cuando conoció a Severus para la segunda lección, se quejó un poco, aunque su ángel oscuro no sentía ninguna simpatía por él.

– Te lo advertí, esto no era un juego. Vas a estar adolorido hasta que tus músculos se endurezcan y se adapten al ejercicio, usa el ungüento que te di después de un baño o ducha caliente más tarde esta noche. Ahora estírate por diez minutos y empieza a correr –

– Pero Severus, mis piernas se sienten como goma, no creo que pueda correr – se quejó Harry.

– Ruego diferir – dijo el Maestro de Pociones con frialdad. – No vas a permitir que algo como los músculos adoloridos te impida defenderte, ¿verdad? Porque si es así, entonces puedes dejar de perder el tiempo y volver a tu habitación, no tengo paciencia para llorones –

Harry se sonrojó ante el tono despectivo.

– No soy un llorón... señor – Añadió, aunque su tono era solo este lado de la falta de respeto.

Los ojos de Severus se entrecerraron.

– Cuidado con tu tono, muchacho. O puedes hacer vueltas y diez flexiones para mí también, además de frotar algunos calderos. ¡Estira, joven! ¡Muévete! –

Harry gimió, pero hizo lo que se le ordenó. Al principio el ejercicio le dolía, pero a medida que calentaba, sus músculos se sentían mejor, y cuando pasaron los diez minutos, podía correr vueltas sin sentir que sus piernas se iban a desprender.

Por supuesto, a la mañana siguiente estaba casi demasiado dolorido para levantarse de la cama.

Pero gradualmente su cuerpo se ajustó y Harry encontró su nueva forma física una ventaja cuando Severus alteró sus sesiones después de dos semanas y comenzó a lanzarle maleficios. Ser rápido le permitió esquivar los maleficios, y también aprendió a estar alerta y a darse cuenta de las cosas de su oponente antes de que Snape lo hiciera, por lo que no fue tomado por sorpresa. Severus le estaba enseñando hechizos de defensa estándar, el hechizo del escudo, el hechizo del espejo, donde podías reflejar un hechizo de bajo nivel sobre el lanzador, el hechizo Notarme, que te permitía engañar a un muggle o mago desprevenido para que pensara que no eras Realmente no está ahí, el Leglocker Jinx, el que Harry conocía de Hermione, y el Body Bind.

Snape no era más que un maestro minucioso, asegurándose de que Harry hubiera dominado un hechizo antes de pasar al siguiente. También hizo que Harry usara los que ya había aprendido en los juegos cortos contra él, y fue entonces cuando Harry se dio cuenta de lo hábil que era Snape en los duelos. Harry casi nunca ganó contra él, terminó golpeado en su trasero la mayoría de las veces, soportando maleficios de cosquillas, maleficios de picadura y otros maleficios levemente físicos.

De vez en cuando, Harry se frustraba por su aparente falta de progreso y tomaba el tono y la actitud equivocados con su maestro. Severus tampoco dejaba que se saliera con la suya. Dio una advertencia, y si no se le prestó atención, Harry terminó corriendo más vueltas y haciendo flexiones. Una vez, y solo una vez, Harry protestó por dar vueltas adicionales, diciendo que Severus estaba siendo injusto y actuando como un mocoso malhumorado.