LO QUE PESA EL AMOR // NayKook

24(.-.)

JK.-.

— Oye... —apreté mis labios nervioso — no se mucho, con las justas te puedo decir cuáles son los síntomas cuando sientes algo por alguien, anda busca ayuda y...

— Nayeon —interrumpí antes que siguiera— escucha, por favor —rió bajito, sonriendo de lado luego, y asintió, dándome el permiso para seguir — una de esas personas es mi ex, y pienso que debo de olvidarla, porque no va a volver...

— Espera —enarco una ceja— ¿Piensas usar a la otra persona para eso?

— Mmh... —mordí mi labio— No quiero...

— Ahí mejores maneras de olvidar a una persona y es tomarte un respiró, dejar de caminar recto, dejar la ruta a un lado Jungkook —dejo de andar y se puso enfrente mío, posando sus manos en mis hombros— Huir no siempre es la salida.

— Tú huyes, lo haces siempre.

— Si lo hago, pero es distinto —negó, soltando mis hombros de sus manos, ladeando de un solo lado su cabeza— solo te pido que no lastimes a alguien para olvidarte de tu ex pareja. Dañas a esa persona y te dañas a ti.

— No lo iba a ser.

— Pero lo pensaste Jungkook, y aleja ese pensamiento lo antes posible.

— Deberías estudiar psicología, una de todas las psicologías, sería buena.

— Pero no me gusta —extendió su mano en frente mío, a la altura de mi pecho.

La mire confusa. Movió su mano insistiendo y alce la mía, apuntó de tocar la suya pero la movió a un lado, frunciendo las cejas y bajando su cabeza de un lado.

— Tu bolsa idiota —señalo mi otra mano, luego soltando una risa— ¿Que pensabas? —sonrió — somos amigos idiota

Abrí mis ojos y entre abriendo mi boca, lo dijo, ¿Lo dijo? ¡Lo dijo!, y es como si ella se hubiera dado cuenta de su error que abrió sus ojos y bajo su mano dándose media vuelta y empezar a caminar.

Sonreí ladina mente, sabiendo que me veo como niño por el reflejo de una ventana oscura.

Frote mis manos a los lados de mi buzo gris y avancé hasta estar a su altura.

— No sonrías me molesta.

— Yo no estoy sonriendo —alce mis manos en rendición.

— Tienes esa curva en tu boca —señalo con su índice, mirándome— no me gusta ser la causa de tu sonrisa.

— Yo no dije nada que fuera causa tuya mi alegría —defendí, aunque mentía, pero me gusta hacerlo y no tengo idea.

— Aish... vete a tu casa, mañana es domingo y tenemos que volver a la rutina —suspiro— me voy caminando, estoy a una cuadra —señalo un callejón— vete ya~ —sonó irritada.

— Abuela —empecé a ir por mi caminó.

— ¡Ya, ¿Que me has dicho?! —alce mi mano en despedida— aish, me está volviendo loca.

JY.-.

Me puse un pantalón azul, polo blanco, zapatillas del mismo color y una chaqueta azul, peine con mis propias manos mi cabello y tome mi mochila.

¿Qué hago cambiada?, es simple... en la Universidad nos pidieron hacer un trabajó en pareja y no en grupo como es siempre, algo raro en realidad, pero bueno.

Para mi mala suerte me toco con Park, digamos que con el compañero de asiento.

— Jeongyeon, pasa... —se hizo de lado, adentrándome a su casa/hogar— ¿Por dónde empezamos? —dijo, mientras me ponía en el suelo unas pantuflas que me puse y guardó mis zapatillas en un armario bajó blanco.

— ¿Jimin? —Se enderezo, alzando sus ojos— ¿Por qué en tu casa y no en la biblioteca?

— No te negaste querida Yoo —curvo sus labios— y lo tome como un sí tu silencio.

— Bueno ya estoy aquí y el trabajo es para el lunes, empecemos —camine por el pasillo de su casa, sintiendo sus pasos detrás mío— ¿Tú vives sólo?

— Desde hace dos años y medió —se puso a mi lado— ¿Que necesitamos para el trabajo?

— Aish... —estampe mi mano en mi frente— menos mal yo traje todo, me guías a tu sala.

No reclamo, solo avanzó y yo detrás de él, su casa es bonita para un Jimin desagradable.

Las paredes eran un color amarillo suave, sillones marrones forrada en cuero, una alfombra crema pequeña y al frente el televisor, a los lados estantes marrones con algunos libros y decoración, ventanas a los lados con una cortina blanca transparente que se puede ver que es de noche.

— Observas mucho —parpadee dirigiendo mi mirada al susodicho de la casa.

— Bueno, es notable que lo has decorado tú.

— Oh, está bien... aquí haremos él trabajó —señaló una mesita y asiento.

Me puse al frente de él sentándome en la alfombra, puse mi mochila al lado y la abrí, sacando un folder con hojas y mi computadora con el USB, el cargador por si acaso.

— Oh... yo también tengo una computadora —se puso de pié— ahorita vengo.

Vi como salió de la sala y despegue mi vista de la puerta, prendiendo la pantalla y mientras lo hacía, buscaba en mi mochila las hojas impresas de la materia

— Consejos, desventajas, riesgos, atribución, lugares... —leí las hojas.

— Volví... —entonó la palabra.

— Ya lo sé... —imite.

(...)

Me estire en mi sitio, alzando mis brazos al cielo, recostándome en el sillón, mirando la pantalla de mi computadora y luego a Park quien seguía viendo el trabajo terminado.

Agarré mi celular, viendo la hora, como la una de la mañana, es...

— Mierda, ¡¡JIMIN!! ¿Por qué no me dijiste que era tarde? —me puse de pié, guardando él trabajó en el USB, las hojas y el folder, en mi mochila.

— ¿Te tengo que avisar todo? —lo fulmine con mi ojos, apretando mis dientes— bien, bien, se me paso la hora.

— Aish... para la próxima lo hacemos a una hora decente él trabajó y en la biblioteca —señale, empezando a avanzar a la puerta.

— Jeongyeon ¡Espera! —detuvo mi andar, agarrando mi muñeca— es demasiado tarde, ¿A dónde piensas ir?

— Buscaré la manera, no pienso quedarme cerca de ti.

— Mira, si quieres duermes en mi habitación y yo en el sillón, eso no es estar cerca —sonrió.

— Te detesto —caminé por su lado— ¿No piensas guiarme a tu habitación?

— Oh, verdad.

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siento decirles esto pero el final es en unos cinco capítulos más y el final es inconcluso, por eso y si no saben habrá una segunda parte, lo he pensando y la publicare el año siguiente, no quiero quejas o un "no" como respuesta, fue mi decisión. Y una decisión se respeta.

Y bueno solo eso, aun que siento que se me olvida algo pero no se que, si es así lo publico en ,mi muro.

Los quiero y cuídense.