LO QUE PESA EL AMOR // NayKook

8(.-.)

JK.-.

Ingrese la llave a la cerradura de mi casa, abriendo esta y entrando, subiendo a mi cuarto sin prender las luces.

Ni bien llegue a mi habitación me tire en mi cama.

"Me arrepiento de no haber llevado mi carro" susurré más para mi "seis meses, seis meses..."

Sentí la vibración en uno de los bolsillos de mi pantalón sacando el aparato, sonriendo al ver de quien se trataba.

"¿Kooki?" escuche al otro lado, dios su voz no niego que es hermosa.

"¡Cariño!" grito a los cuatro vientos sin dejar de sonreír "¿Cómo estás?, ¿Cuándo vienes? Regresa"

"Jungkook" algo andaba mal.

"Rosie bebe, ¿Estas bien?" me senté en mi cama, mordiéndose la uña a la vez.

"Mañana regreso a Seúl" se supone que se oía emocionada, pero no la escuchaba así.

"Algo que quieras decirme..."

"Kook, mañana tenemos que hablar..." oí un suspiro al otro lado del mundo.

"¿Segura?" me frote mi regazo nervioso.

"Creo que no podrás dormir si te dejo así..." otro suspiro "conocí a alguien..."

"¡Espera!" mi corazón late fuerte, demasiado para ser exacto. No quiero, aghs...

"Jungkook, lo siento enserio, yo no..."

"No lo podíamos evitar" respire hondo "no lo podrías evitar Rosie..." sonreí un poco "además, una relación a distancia no iba a poder durar más, estos tres años de relación dimos lo mejor..." escuche un sollozo al otro lado "no llores Rosie, eres una gran persona y no te eches la culpa de esto ¿Si?, ninguno lo tuvo" cerré mi ojos fuerte evitando que me salga un ahogado sollozo "te quiero..."

"Jungkook, al menos... ¿Podemos ser amigos?" no podía, mierda no podía.

"Está bien" respire varias veces calmandome o intentando "tengo que colgar, cuídate Rose"

Tres años y un mes para que se cumplan cuatro... de que duele no lo niego, pero ¿qué podía hacer?, ella ama a otro y no la voy a obligar a que me quiera porque me sigue gustando.

Pero si me voy a arrepentir la vez que me dieron trabajo en Australia y yo lo rechazase

Soy idiota.

SN.-.

"nos vamos a trabajar, baigo, baigo nana" cantaba recibiendo miradas de personas a mi alrededor, sin hacerles caso.

Y bueno, caminando hacia la casa de mi querido primito.

Lo odio, Jimin me llamo como a las siete de la mañana, interrumpiendo mi sueño de siempre doncella, nunca indoncella.

Ni bien estaba en la puerta de la casa, busque bajo la alfombra la llave de repuesto.

"Algún día le van a robar"

No le estoy deseando el mal, pero ahi mejores lugares donde esconder la llave.

Si tengo cerebro.