22(.-.)

107 21 7
                                    



NY.-.


Mis manos se aferran a la taza de té caliente, hacía frío y todavía no llegaba a mi departamento.

Son como las ocho de la noche, los carros en la pista pasando y las personas de mismo lado que los vehículos andan y otras dando la contra.

— Nayeon... —deje de mirar hacia fuera del vidrio que dividía la tienda de la ciudad. Alce mi vista, viendo sus ojos en ningún lado más que en mí— ¿Cómo has estado?

Rota, dejaste mi corazón roto.

— Bien... —apreté mi taza en mis manos — ¿Tú?

— Mmh... —lo pensó un momento— estaba estudiando en el extranjero después de la secundaria y conseguí trasladarme aquí.

— Oh~ —fue lo único que hice, agarré mi celular, tenía algunas llamadas, exactamente 3, y dos mensajes.

Miré antes de apagar mi celular la hora, viendo que ya iban a ser las nueve.

Excusa para poder escapar de ahí y a la vez no tan excusa... oh... bueno sí.

— Park —lo miré, llamando su atención, viendo como hacia el gesto para que prosiga— se me hace tarde, fue un gusto entablar... ¿Una conversación? —sonreí de lado— me voy, adiós.

Deje el vaso a medio tomar de té en ese lugar con la persona que deseo no volver a ver.

Salí de la tienda pagando lo pedido por mí. Me fui por el lado derecho, yendo a la parada de buz.

Una presencia se hizo en mi lado, no le quise tomar importancia. No pienso que sea importante hacerlo.

— Te estaba buscando.

Deje de mover mis pies y moví de lado mi cabeza disgustada. ¿Puedo estar tranquila?, al parecer no. Y no me gusta no estar tranquila, teniendo que pensar a veces y eso me molesta también.

— ¿Na...

— ¡¿QUE QUIERES JEON?! —me volteo a verlo, con las cejas fruncidas, me mordía el labio por dentro para no soltar alguna tontería en medio de la callé.

— Tengo que hablar contigo.

— ¿Si es por lo de cambiar de nutricionista?, no te preocupes, Yoo me ayudara a conseguir uno, por favor desaparece.

Di media vuelta y caminó a la parada de buz, con mis ojos cerrados con fuerza y mordiendo mi labio inferior a la vez.

— No te alejes.

Me quede quieta en mi lugar sin voltear o intentar no hacerlo.

— No me meteré más en tu vida, pero no te alejes.

Y seguí mi camino, corriendo a subirme en el buz y sentarme en una ventana.

Mi pecho subía y bajaba. Agarré los audífonos de mi bolsillo delantero de mi pantalón y los conecté a mi celular, poniendo mi lista aleatoria, intentado distraerme.

Pero no podía. Por qué carajos no evito esto, porque rayos le dije que sí a las salidas, ¿cómo dejé que esto pasara?

Repose mi cabeza en el vidrio de la ventana, siendo mojada por fuera por la lluvia que amenaba todo Seúl. Mi mandíbula tensa por que no deje de apretar mis dientes cuando dijo aquello.

¿Le hago caso?, ¿Por qué debería?, es mi vida, decido yo lo que es bueno para mí.

Y todo paso un día, uno que quiero borrar.

LO QUE PESA EL AMOR // NayKookWhere stories live. Discover now