Desbloqueo la pantalla a la hora de prender mi celular, abriendo los mensajes que eran de la misma persona.

« ¿Dónde estás?»

«Te he estado llamando»

Y mi celular volvió a vibrar.

«Necesito tu respuesta»

Quizá fue la cólera o el nerviosismo, pero quiero tirar mi celular por la ventana y no saber nada de nadie por el momento.



(...)



Entre corriendo a mi habitación y me aventé a la cama, escondiendo mi rostro en las almohadas amontonadas, y empecé a gritar y maldecir a quien quiera yo

— Que se valla a la mierda, que se pudra en la basura, ah~

Me levanté de mi cama y me senté, viendo en la esquina el espejo de mi habitación que he estado moviendo siempre.

— Que se joda medio mundo.



(...)



— ¿Pensé que no vendrías?

Y no quería, no quería ir para nada en el mundo, quería evitar a toda costa su presencia, pero de la gente no se puede huir siempre y tengo que tener eso en la cabeza.

— Nayeon.

Lo mire de reojo, suspire y me puse frente a frente con él.

— Seguiré viniendo, y me importa una mierda que te metas en mi vida de ahora en adelante, ¿Sabes por qué? —negó— porque no dejaré que mi boca responda a tus estúpidos y chismosas preguntas, así que te las guardas, dejas tu amabilidad de un lado y empecemos.

— Como tú quieras —mascullo— te darás de ahora en adelante treinta vueltas.

— Está bien... —asentí y parpadee rápidamente, volteando a verlo— ¿Estás loco?

Sonrió— tú dijiste que deje mi amabilidad, ahora estoy siendo malo.

— Si me da algo, te denunció.

Y bueno, los cuatro días anteriores habían volado, era sábado y deje mi orgullo aun lado, tenía que terminar mi objetivo, dejar lo que sea que me esté atormentando a veces, porque si no le hacía caso, podría alejarme de él, tener una vida normal y ser feliz, ¿No?

— ¡Nayeon!

Gire mi cabeza buscando a la persona, viendo a lo lejos al otro lado de las rejas negras a Park Jinyoung, con su mano alzada.

— ¿Lo conoces? — escuche detrás de mí.

— Que te importa.

Seguí ignorando a ambas personas, al de lejos que seguía gritando como loco y al que tenía atrás con sus preguntas.

No se escuchó ayer, diciendo que no se metería en mi vida, ¿Tan mal memoria tenia?, no es mi culpa de que le hayan roto el corazón y me joda a mí.

— ¡Ya cállate Jungkook! —me acerqué a mi mochila pequeña, sacando mi botella azul con agua y tomando de esta, con mis cejas fruncidas.

— Lo siento, pero soy demasiado curioso.

— Curioso es poco —me crucé de brazos— consíguete una amiga, yo me estoy hartando con solo un día tu "poca curiosidad"

— ¡IM NAYEON!

— Y él también —chasquee la lengua.

Camine, cruzando las maquinas que ponían en el parque y me acerqué a las rejas, alzando una ceja al tener a cierta persona cerca.

— ¿Qué haces acá?

— Pensé que eras sorda —burló, hice una mueca. Para eso llamaba, para burlarse— bueno... ignora lo dicho —movió su mano de lado a lado— La secundaria. Nuestro salón que era el A-D se va a reunir mañana para reencontrarnos. Meirin pregunta...

— No pienso ir —dije sería, viendo su rostro confuso por mis palabras, pero me valía, no era nada— tengo cosas más importantes que hacer.

— ¿Tus amigos no son importantes? —su tono de voz se escuchó molestó.

Solté una risa amarga— ¿Amigos?, dices amigos a quienes se juntaron y burlaron de mí en la secundaria, eso no es ser amigos, te recuerdo eso Park.

— Nayeon, la gente ha cambiado y para bien. Tú te burlabas de la gente.

— Y me arrepiento de hacer eso —pase mi lengua en el labio inferior, sintiéndolo seco.

— Olvida lo que pasó, ya pasó, es pasado.

— Estas mal de la cabeza —negué suavemente— Jinyoung —puse mi brazo al frente deteniendo sus palabras— está bien, cambiaron, pero yo no... Yo ya no confío en nadie que no sea Jeongyeon.

— Meirin pregunta por ti, quiere disculparse.

— Pues dile que no se preocupé, acepto sus disculpas pero que no quiero volver a ver nunca y con mi permiso me retiro, aléjate Jinyoung, no te quiero ver más.

Y fue como escupir fuego antes mis palabras secas.

La valentía se apoderó de mí y me sentí bien al hacerlo.

Una sonrisa se dibujó en mi cara que al tener a Jungkook frente mío y sin dejar de mirarme, enarco una ceja y lo ignore, tome mi mochila y salí del lugar con alguna cola detrás.

— Me siento feliz —susurre.

— Pues yo confundido.

Me giré y entre cerré los ojos.

— No malogres tus palabras a mi momento —acuse.

— Compartamos tu felicidad —sonrió, poniéndose a mi lado— ¿Dime que te pone tan feliz?

— No te creas listo, no te voy a decir nada.

— Aish... —hizo una mueca— lo intente.

Rodee los ojos, su presencia ya molesta— ¿Vamos por un chocolate? —Lo miré— no quiero vivir mi juventud amargada siempre.

— ¿Eso quiere decir que somos amigos?

— No~ —sonreí de lado— te estoy dando la oportunidad de que ganes mi amistad, aun no la tienes.

— Entonces no pierdo tiempo —agarro mi brazo y se colgó en él— vamos de comprar.

Lo miré horrorizada, ¿Qué decisión he tomado?




________________________________


lo querían, lo tienen, bye.


LO QUE PESA EL AMOR // NayKookWhere stories live. Discover now