4 ; segunda parte

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Rápidamente abrí la puerta corrediza del balcón y salí.

—¿Estás bien, cariño?— pregunté preocupada a Taehyung. Tenía una de sus manos en la parte de arriba posterior de su cabeza mientras miraba hacia arriba.
—Me ha golpeado esa piedra.— respondió señalando el objeto que ahora estaba sobre el suelo. Era una piedra no muy pequeña que podría causar daño.— No sé de donde ha venido porque eso seguro que no se cayó de ningún lado.

Ambos mirábamos hacia arriba, buscando ver a alguien que haya podido tirar esa piedra.

—Ven, vayamos adentro.— lo tomé por los hombros.— Te pondré hielo para que no se forme un chichón.

Entramos juntos al departamento. Él se sentó en el sofá mientras que yo corrí a la cocina otra vez, esta vez para sacar la bolsa de hielo del congelador. Volví a la sala y suavemente posé la bolsa sobre la cabeza de Taehyung, en la zona donde había recibido el golpe.

—De seguro es una piedra que ha caído de un balcón desde más arriba.— murmuré.
—Si...— dijo no muy convencido.
—No suenas muy seguro de lo que dices, Tae.
— Es que...— hizo una pausa.— El balcón de arriba del nuestro es el de Yoongi, y dudo que él haya tirado la piedra. Si hubiese sido desde más arriba, la piedra hubiese caído en el balcón de Yoongi. La deben haber tirado desde la azotea.— explicó. Mis ojos se abrieron un poco.
—Wow... te estás convirtiendo en un detective.— bromeé, a lo que él río muy levemente.— Tranquilo, de seguro ha sido un niño travieso.

Miré el televisor y recordé que había elegido una película para ver con Taehyung, así que decidimos olvidar lo que había pasado y ver la película.

(...)

Taehyung dormía tranquilamente en el sofá junto a Yeontan mientras que yo preparaba varias pizzas. Había invitado a mis hermanos y a Noah a cenar, pero este último se había disculpado porque no podría venir, así que cenaríamos los hermanos Min y Taehyung. Luego de poner las pizzas en el horno decidí tomar un baño. En el camino hacia la habitación desperté a Taehyung.

—Tae, ¿puedes controlar las pizzas que están en el horno?— dije suavemente.— Solo falta ponerle los toppings.
—Si, mami...— murmuró dormido. Reí y seguí caminando.

Comencé a quitar mi camiseta, cuando se me ocurrió invitar a otra persona a cenar con nosotros, así que tomé mi celular para enviarle una invitación a esa persona. Una vez enviado el mensaje, abrí el grifo de la ducha, dejando que el agua corriera y una vez que se encontraba a mi gusto, terminé de desvestirme y entré.

—¡Gogo!— gritó Taehyung desde afuera.— ¿¡Puedo usar tu delantal de abejitas para decorar las pizzas!?— preguntó, a lo que reí.
—¡Claro que si!— respondí de la misma manera.

Terminé de ducharme y salí del baño. Fui hacia la habitación y decidí vestirme con una camiseta de mangas largas color blanca y un vestido de tirantes finos color negro. Peiné mi cabello con dos coletitas altas y apliqué un poco de máscara sobre mis pestañas.
Salí de la habitación y fui a ayudar a Taehyung en la cocina.

—Hey...— lo llamé. Se volteó y comencé a reír.
—¿De qué te ríes?— sonrió.
—Te ves adorable.

Juntos nos dispusimos a ponerle los toppings a las pizzas. Minutos más tardes, unos golpes en la puerta llamaron mi atención.

—Pasen.— les sonreí a mis hermanos. Me hice a un costado, dejándolos pasar.
—No venimos solos.— dijo Yoongi. Luego de que se movió un poco, pude ver a la persona que venía atrás de ellos, quien ere nuestro tercer invitado.
—¡Hobi!— exclamé emocionada al verlo. Rápidamente me acerqué a abrazarlo.
—Mi niña.— me abrazó de igual manera. A decir verdad, Taehyung y Hoseok habían logrado entablar una bonita amistad, así que no habría problema en haberlo invitado.

Los cinco estábamos reunidos ya, así que rápidamente serví las pizzas sobre la mesa y nos sentamos dispuestos a comer.
Estábamos tan concentrados en lo que Hoseok estaba contando que al oír un fuerte golpe seco en la puerta, nos sobresaltamos y Yeontan comenzó a ladrar. Taehyung se levantó y se dirigió hacia la puerta para abrirla, esperando encontrarse con el autor del golpe, pero al abrirla sólo dijo:

—Es una piedra.

(...)

—Muchísimas gracias por invitarme, Gogo.— agradeció Hoseok mientras se despedía en la puerta de entrada del edificio.
—No agradezcas, siempre es lindo tenerte con nosotros.— lo abracé una última vez, luego, comenzó a caminar hasta su auto, donde me saludó con su mano.

Iba a cerrar la puerta, cuando una mano me detuvo.

—Oh, hola Noah.— lo saludé.
—Buenas noches, Gogo.— me saludó igual. Dijo que subiría a su departamento así que juntos nos subimos al elevador.— Hey, siento no poder haber venido esta noche.— se lamentó.
—Oh, no te preocupes.— sonreí, tranquilizándolo.

Segundos después, el elevador llegó a mi piso, pero cuando quise salir, la mano de Noah me detuvo, agarrando mi muñeca.

—Vayan a almorzar mañana a mi departamento o al menos a pasar la tarde, por favor, en compensación. Taehyung y tú.— pidió mirándome con ojos preocupados.
—¡Claro! Mañana estaremos en tu departamento.— afirmé y el sonrió ampliamente.
—Gracias, Goeun.— agradeció y finalmente nos despedimos. Salí del elevador y seguidamente me acerqué a la puerta del departamento.

—Oh, ya has limpiado todo...— murmuré al verlo acostado en el sillón junto a Yeontan mientras que miraba una película y me fijaba que en la mesa ya no se encontraban los platos socios.
—Así es.— respondió sin quitar su vista del televisor.
—¿Qué estás mirando?— pregunté curiosa, aunque las imágenes ya me daban una idea.
50 sombras de Grey.— me miró y sonrió pícaramente, haciéndome reír.

Hizo un lugar en el sillón para que me recostara a su lado, apoyando mi cabeza sobre su hombro. Comenzó a dejar caricias sobre los cabellos de mi nuca, relajándome por completo.

—Creo que me quedaré dormida.— anuncié con una voz suave, sin querer alterar el ambiente con mi voz.
—Pues entonces te cargaré hasta la cama como a una bebé.— besó mi frente. Sonreí.

Y lo último que supe fue que gracias a las caricias de Taehyung mi día había terminado.

(...)

that guy // kth [Primera y segunda parte]Where stories live. Discover now