that guy // kth [Primera y segunda parte]

31 ; primera parte

Estaba sentada junto a Yoongi y Taehyung delante de mis padres y mis hermanos...bueno, si es que realmente lo eran.
Mi "madre" estaba llorando y mi "padre" la consolaba, mientras que Hoseok y Mejiwoo me miraban sin expresión alguna.

—¿Y bien? ¿Alguno va a decir algo?— pregunté. Mi cara se encontraba dura a causa de las lágrimas que se había secado luego de haber llorado durante más de una hora.
—Nosotros...— comenzó a decir Hoseok, pero no continuó. Al parecer nadie sabía qué decir, y eso afirmaba todas mis sospechas.
—Entonces tengo razón...— todos los Jung me miraron.— Soy la hermana de Yoongi.— sonreí con tristeza.

Me paré de la silla donde estaba sentada y me dirigí a mi habitación. Tomé un bolso y guardé las cosas necesarias para pasar la noche en casa de Tae y Yoongi. Además, tomé las cosas de la escuela para mañana.
Bajé las escaleras y todos seguían igual; en silencio, sin decir absolutamente nada.
Yoongi y Taehyung al verme bajar con mis cosas entendieron lo que tenía en mente y se levantaron de sus asientos para dirigirse a la puerta.

—¿Irás con ellos?— preguntó Mejiwoo a mis espaldas y tan solo me limité a emitir un sonido de afirmación.

Salimos de la casa y rápidamente nos subimos al auto.
El camino al departamento fue en completo silencio, y eso me agradaba. No tenía ganas de decir nada.

—Ve a la habitación, yo iré en un momento.— murmuró Taehyung suavemente depositando un beso en mi frente.

Sin emitir sonido alguno, me dirigí hacia la habitación de Taehyung. Entré al baño, cepillé mis dientes e hice mis necesidades. Volví a la habitación, me coloqué mi pijama y me acosté. A los pocos segundos entró Taehyung a la habitación.
Me miró con una sonrisa leve y luego comenzó a desvestirse hasta quedar solo con su bóxer puesto. Fue al baño para luego acostarse junto a mí, quedando frente a frente.

—Eres bellísima.— acarició mi rostro. El suave tacto de Taehyung sobre mí hizo que mis ojos se cerraran instintivamente.
—Gracias por todo, Taehyung, de veras.— murmuré con una sonrisa, abriendo mis ojos un poco.
—No tienes que agradecer, Yeori. Todo esto lo hago porque te amo y...— se cortó en cuanto se dio cuenta de lo que había dicho.
—¿T-tú me a-amas?— tartamudeé abriendo mucho mis ojos.
—Yo...— comenzó a decir.— Lo hago, Yeori. De veras lo hago.— hizo una mueca con su boca en cuanto dejó de hablar. Yo sonreí.
—Yo te amo a ti, Taehyung.— lo abracé y recibí el mismo gesto de su parte, agregando un beso sobre mi cabeza.
—Descansa, pequeña.— susurró. Comenzó a dar caricias en mi cabello, lo que hizo que
cayera profundamente dormida.

(...)

Desperté gracias a unas fuertes ganas de orinar.
Quité con cuidado el brazo de Taehyung que rodeaba mi cintura y me dirigí al baño.
Al salir y querer volver a la cama, escuché unos sollozos que provenían de afuera de la habitación.

—¿Yoongi? ¿Qué sucede?— pregunté preocupada.

Estaba sentado en el balcón del departamento mirando las luces de la ciudad.
Lágrimas caían y caían sin parar de sus ojos.

—No puedo creer nada de lo que está sucediendo...— secó un poco sus lágrimas. Me miró y se paró.
—¿A qué te refieres con eso?
—Quise que este momento llegara desde hace muchos años, y ahora que está pasando...no sé cómo reaccionar.— se acercó a mí.— Te busqué desde que te fuiste. Mamá y papá junto a Geumjae, nuestro hermano mayor, planeaban venir hasta aquí para ayudarme pero cuando les dije que te había encontrado solo esperaban a que este momento sucediera...— hizo una pausa. Más lágrimas caían de sus ojos.— Te extrañé muchísimo.

Rápidamente me acerqué y lo abracé fuertemente, recibiendo el mismo gesto de su parte.
Una de sus manos se dirigió a mi cabello para depositar suaves caricias.
Su respiración era irregular a causa del llanto, pero luego de unos segundos estando abrazados comenzó a calmarse.

—Te quiero, Yoongi.— murmuré.
—Y yo a ti, Goeun. Mucho.

(...)

Estábamos los tres desayunando en la cocina.
Yoongi se veía radiante. Su sonrisa no desaparecía de su rostro y estaba sumamente cariñoso conmigo.
Ambos decidieron llevarme a la escuela, así que fuimos en el auto. Me dejaron justo frente a la entrada y ahí estaba Hyemin, al parecer, esperándome.
Al verla, automáticamente mi mirada fue a parar sobre Taehyung.

—Tae...¿qué pasará con ella?— pregunté. Yoongi también lo miró y Taehyung suspiró.
—Siéndote sincero, no lo sé. No sé si sea buena idea contarle la verdad. No me conoce de nada y si le digo que es mi media hermana dudo que me crea, así que...
—Puedo hacerlo por ti.— lo interrumpí. Antes de que pudiera responder me estiré un poco para dejar un beso en la mejilla de cada uno y luego bajar del auto.

—¡Yeori!— exclamó mi amiga corriendo hacia mí.— Te extrañé ayer, ¿por qué no asististe?— me preguntó.
—Larga historia...— murmuré con la cabeza gacha.— Debo hablar contigo, y sobre algo demasiado importante.
—Bueno, todavía faltan quince minutos para entrar a clase,— miró su reloj de muñeca.— vayamos al patio trasero.

En silencio, nos dirigimos hacia el patio del fondo de la escuela y nos sentamos en un banco debajo de un árbol.

—Bien, soy toda oídos.— sonrió.
—¿Alguna vez te hablé sobre Min Yoongi, el mejor amigo de Taehyung?— ella negó con su cabeza.— Bien, él tiene una hermana pequeña, la cual sus padres dieron en adopción cuando era bebé. Yoongi se mudó aquí solamente para buscarla y...— hice una pausa.
—¿La encontró?— preguntó. Parecía muy atenta a lo que le estaba contando. Asentí.
—Sí, la encontró. Y déjame decirte que ahora estás sentada delante de ella.— sonreí un poco.

Su sonrisa se esfumó.

—Espera, a ver si entendí...¿eres la hermana del mejor amigo de tu novio?
—Sí, lo soy.
—Wow...¿y cómo es tu verdadero nombre?
—Min Goeun.

El silencio reinó entre nosotras hasta que recordé que ella debía enterarse de otra cosa también.

—Sabes...Taehyung también está buscando a su hermana.— la miré igual que ella a mí.— Bueno, mejor dicho, media hermana.
—Oh, ¿y tú sabes quién es?— preguntó.
—Sí, la conozco, y a decir verdad no pensaba que ella podría ser su media hermana.
—¿Quién es?— volvió a preguntar.

¿Debería decírselo?

A la mierda, solo se vive una vez.

—Eres tú, Hyemin.