36 ; primera parte

1.3K 109 12
                                    

Clase de educación física y yo no podía concentrarme. Una pelota casi impacta en mi cabeza pero logré correrme a tiempo.
¿Realmente los Jung habían demandado a Yoongi y Taehyung? Si, dudo que sea mentira. Dudo que Yoongi y Taehyung mientan con algo tan serio como lo era una demanda.

—¡Jung Yeori!— me gritó la profesora desde la otra punta de la cancha de baloncesto.— ¡Baja ya de la nube donde estás!

Tenía razón. Estaba en una nube, pero lamentablemente no podía bajar. Mi cabeza se encontraba totalmente desconectada de la realidad.

Goeun.— me llamó Hyemin, quien estaba frente a mí con una pelota de baloncesto en frente mío, en un susurro.— ¿Pasa algo?
—Luego te explico.— respondí rápidamente.

Intenté poner toda la atención posible a la clase, pero resultó inútil. La profesora me mandó a sentar a las gradas de la cancha y observar la clase, cosa que también me resultó difícil.
Podía sonar exagerado, pero el tema de la demanda me tenía sumamente preocupada.

(...)

Por fin era la hora de salida, ya no aguantaba más estar encerrada en la escuela.

—Hey.— dijo Hyemin posando su mano sobre mi hombro a lo que yo volteé.— ¿Qué sucede?— preguntó suavemente.
—Los Jung...— comencé a decir, pero no pude continuar porque comencé a llorar. Hyemin rápidamente me abrazó y comenzó a sobar mi espalda.
—Tranquila. Luego te llamo y me cuentas.— acarició mi rostro y secó las pocas lágrimas que caían de mis ojos.
—Goeun.— dijo una voz a nuestro costado. Ambas volteamos a ver, encontrándonos a un Jungwoo con una expresión de preocupación en su rostro.— ¿Estás bien? ¿Pasó algo?
—Tranquilo, Jungwoo,— le sonreí levemente para tranquilizarlo.— estoy bien.

Su respuesta fue abrazarme fuertemente.

—Te conozco, Go.—murmuró en mi oído.— Si te sucede algo puede contármelo.— terminó de decir mientras se separaba un poco de mí.

Miré a ambos chicos y luego suspiré pesadamente. Iba a hablar cuando mi teléfono comenzó a sonar. Lo saqué de mi mochila para ver quien estaba llamándome. Era Taehyung.

—Hola, Tae.— atendí.
Hola, bonita. Hice una reservación en el restaurante de Namjoon para almorzar ahí y debemos estar en diez minutos. ¿No quieres subir a la motocicleta?— habló dejándome atónita.
—¿Dónde estás?— pregunté.
Mira atrás tuyo.— volteé a ver y efectivamente, Taehyung estaba atrás mío apoyado sobre su motocicleta.
—Am...chicos...—me volteé hacia ellos.
—Ve con él, luego nos cuentas.— me sonrió Hyemin.
—¿Y ustedes qué harán ahora?— pregunté.
—Nosotros...— comenzó a decir Jungwoo para luego rodear los hombros de Hyemin con su brazo.— tenemos una cita.— finalizó con una sonrisa.— Ahora ve, tu chico espera.

Antes de que pudiera responder, ambos me empujaron levemente para que comience a caminar en dirección a Taehyung, cosa que hice.

—Hola, bebé.— tomó mi cintura entre sus manos y depositó un beso en mis labios en cuanto llegué donde él.
—Hola, cariño.— lo saludé. Él me miró extrañado.
—¿Acabas de llamarme cariño?— preguntó con el seño fruncido.
—¿Te molestó?— pregunté en voz baja temiendo la respuesta.
—Para nada.— dijo y su típica sonrisa cuadrada apareció.— Bien,— dijo extendiéndome un casco para la motocicleta.— ¿vamos?
Tomé el casco y me lo coloqué.— Vamos.— le sonreí.

Ambos nos montamos en la motocicleta y segundos después Taehyung puso el motor en marcha y comenzó a andar hacia el restaurante.

(...)

—¿Y qué te pareció el almuerzo?— preguntó ya en el elevador del edificio. Habíamos pasado un mediodía excepcional juntos.
—Me ha encantado. Muchísimas gracias Taehyung.— le sonreí y me acerqué a él para besarlo.

El beso, que había comenzado siendo suave, se intensificó en cuanto Taehyung apretó mi cuerpo contra el suyo y metió sus manos debajo de la falda del uniforme.

—Espero que Yoongi no esté en el departamento.— murmuró para luego tirar de mi labio inferior con sus dientes.— Con solo un beso has logrado ponerme duro, Goeun.
—Tae-Taehyung.— murmuré débilmente en cuanto sus labios se posaron en mi cuello, dejando besos húmedos.

El elevador llegó al piso y en cuanto sus puertas se abrieron salimos lo más rápido posible. Taehyung rápidamente sacó las llaves del departamento para abrir la puerta como pudo. Pero al abrirla no solo nos encontramos a Yoongi, sino que también estaba Hoseok parado a su lado. Ambos, al escuchar la puerta abriéndose, voltearon a ver.

—Yeori.— dijo Hoseok acercándose a mí.
—Ese no es mi nombre.— dije firmemente, a lo que él paró en seco.
—Si, Yeori. Ese es tu nombre. Por favor...
—¿Por favor qué?— lo interrumpí. Estaba un tanto exaltada.— ¿En serio vienes aquí como si nada luego de que la familia haya demandado a Yoongi y a Taehyung? ¿De veras, Hoseok?— pregunté retóricamente.
—Goeun...— murmuró Yoongi.
—No, no hables.— lo corté. Volví a dirigirme a Hoseok.— No vuelvas a venir. Entiendan tú y la familia Jung que Min Goeun se quedará con su hermano porque así lo quiere ella, y te pido por favor que ya no te aparezcas en el departamento...— hice una pausa, pues había comenzado a llorar.— sinceramente me duele verte. Me duele saber que no compartimos la misma sangre y que no tenemos el mismo apellido realmente. Luego de todo el tiempo y los momentos que pasamos juntos siendo hermanos, me duele saber que ni tú ni los Jung quieren dejar que Yoongi pase tiempo con su hermana a la que no ve hace años.— terminé de decir con un hilo de voz.

Mis ojos no dejaban de derramar lágrimas. Mi cuerpo entero había comenzado a temblar. Cerré los ojos un momento, a los pocos segundos sentí unos brazos rodeándome y automáticamente supe que era Hoseok quien me estaba abrazando y quien, al igual que yo, también estaba llorando.

—Te quiero muchísimo, Goeun.— dijo entre sollozos.
—Y yo a ti, Hoseok.

Estuvimos abrazados por un rato y nadie en la sala decía nada, y agradecía eso.
Luego de unos minutos más, Hoseok se separó de mí, se despidió de Taehyung y de mí y le pidió a Yoongi que le abriera la puerta del edificio para marcharse. En cuanto dejaron el departamento, Taehyung se acercó a mí.

—Dame tu mochila.— dijo quitándomela. Fue todo tan rápido que había olvidado de bajar mi mochila de mis hombros cuando llegamos. Taehyung fue hacia la habitación y dejó la mochila ahí rápidamente para luego volver a la sala junto a mí.

—¿Cómo estás?— dijo secando mis lágrimas.
—Un poco mejor.— respondí con una mueca.

Tomó mi mano y me condujo al sillón. Él se sentó e hizo una seña para que me sentara sobre su regazo.

—Sé que todo esto es muy fuerte, pero...— hizo una pausa.— en unos días deberás hacer una elección, Goeun. Sé que no será para nada fácil, pero quiero que sepas que sea lo que elijas, Yoongi y yo seguiremos amándote.— colocó un mechón de pelo detrás de mi oreja y me sonrió levemente.
—Te amo, Taehyung.
—Y yo a ti, Goeun.

(...)

that guy // kth [Primera y segunda parte]Where stories live. Discover now