20 ; primera parte

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(Hasta aquí el lemon ahre)
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Cerré fuertemente mis ojos cuando sentí la punta de su pene entrar lentamente en mí.

Dolía. Ardía. A pesar de estar lubricada era incómodo.
Mis uñas estaban clavadas en los brazos de Taehyung, los cuales se encontraban estirados a los costados de mi cabeza.
Sus ojos estaban cerrados y tenía los labios entreabiertos de donde pequeños jadeos salían.

—¿Te duele mucho?— preguntó apartando los mechones de pelo que cubrían mi cara.
—Un poco.— respondí en voz baja. El dolor aún estaba, pero era soportable.

Taehyung tomó el lubricante, colocó un poco más para así poder ir más profundo.
Su pene entraba y salía de mí con más facilidad que antes. Además de eso, el estar tan lubricada hacía que el dolor comenzara a disminuir.

—Tae...— murmuré.— más rápido.
—¿Segura?— preguntó viéndome esperando mi respuesta.
—Joder, sí.— dije, gimiendo.

Y automáticamente las embestidas de Taehyung comenzaron a aumentar su velocidad.
No se sentía para nada mal. Era un dolor placentero.

Había comenzado estando callada, pero ahora me resultaba imposible permanecer en silencio; mi boca emanaba fuertes gemidos al igual que la de Taehyung.

—Sí, sí...tan apretada.— gimió Taehyung.

Una de sus manos bajó a donde se unían nuestros cuerpos y llevó su dedo pulgar a mi clítoris, haciendo que mis piernas temblaran.

—¡Taehyung!— grité mientras volvía a clavar mis uñas en sus brazos.

El sonido de nuestras caderas chocando lograba excitarme aún más. Me sentía en las nubes.
Estaba cerca. Tan cerca.

Mi orgasmo me golpeó fuertemente haciendo que un fuerte gemido saliera desde lo más profundo de mi garganta, y ni faltó mucho para que las embestidas de Taehyung se volvieran más duras, buscando su propia liberación.

—¡Ah! ¡Yeori!— gimió cuando su orgasmo llegó. Se retiró lentamente de mi y ahí pude notar que había algo de sangre sobre su erección, lo cual era normal en la primera vez. Se paró de la cama para luego quitarse el condón, hacerle un nudo y tirarlo en el cesto de basura que había en una esquina de la habitación.

—¿Estás bien?— preguntó acostándose a mi lado y rodeando mi cintura con su brazo.
—Perfecta.— le sonreí acariciando su rostro.

(...)

—Espero poder ir a verte mañana.— dijo Taehyung estacionando su motocicleta frente a la cancha de hockey donde yo debía entrenar.
—No te preocupes si no puedes ir, tal vez puedas pasar por mi casa.— respondí. Le entregué el casco y me bajé no sin antes saludarlo con un pequeño beso en los labios.

Con algunas dificultades comencé a caminar hacia la entrada y antes de entrar volteé a saludarlo con mi mano, recibiendo una respuesta igual de su parte.

Apenas ingresé al lugar vi a Hyemin sentada en los bancos de suplentes esperándome.

—¡Ahí estás!— gritó en cuanto me vio y comenzó a correr hacia mí.— ¿Estabas con Taehyung?
—Sí...en su casa.— en cuanto dije eso la sonrisa en su cara se esfumó.
—¿Q-qué? ¿En su ca-casa?— preguntó tartamudeando.
—Sí y...
—Dime por favor que pasó lo que estoy pensando que pasó.— dijo tomándome por los hombros.
—Me duele hasta pestañear.— respondí mientras reía levemente haciendo que Hyemin comenzara a gritar.
—¡Mi niña ya no es una santa! ¡Alabado sea Dios!— exclamó haciendo que mi risa aumentara.

Nos dirigimos juntas hacia el banco de suplentes para comenzar a ponernos nuestra protección y luego ingresamos a la cancha.

—Bien, niñas. Para entrar en calor den una vuelta a la cancha, ¡vamos!— nos indicó el entrenador y todas empezamos a trotar, y ahí fue cuando me di cuenta que me iba a costar muchísimo correr.

(...)

—Nos vemos mañana.— me despedí de Hyemin y salí de la cancha para dirigirme a la salida, donde vi a Hoseok recostado sobre la puerta de su auto, esperándome.

—Hola, Yeori.— me saludó con una sonrisa cuando llegué donde él.
—Hola, Hoseok.— lo abracé haciendo que el comenzara a chillar.
—Yeori, mi vida, sabes que yo te amo con mi vida pero esta chaqueta es Gucci y tú acabas de entrenar y estás sudada y no hueles del todo bien y...
—Ya, ya. No te abrazo.— me separé de él mientras reía. Hoseok rodeó el auto para sentarse en el asiento de piloto mientras yo me sentaba en el de copiloto. Encendió el motor del auto y comenzamos a dirigirnos hacia nuestra casa.
Pero estábamos yendo por un camino que no era el que solíamos recorrer para volver.

—Iremos a buscar a Jimin y a unos amigos suyos. Cenaremos con ellos en casa porque mamá y papá no están.

Oh, eso sonaba bien.

—¡Hola!— exclamó Jimin subiéndose al auto.
—Hola, Jiminnie.— lo saludé de vuelta.
—Debemos ir a buscar a Min y a Kim.— le indicó Jimin a Hoseok.
—Lo sé.— respondió secamente mi hermano.

Un momento.
¿Min y Kim?
¿Yoongi y Taehyung?

Hoseok volvió a poner el auto en marcha y fue por un camino que se me hacía familiar, como si lo hubiese recorrido hoy.

Y sí que lo había hecho.

Mi hermano estacionó el auto frente al edificio donde yo había estado hoy.
Jimin bajó del auto y se dirigió a la entrada y tocó el timbre del departamento donde vivían Yoongi y Taehyung.

—¿Estás seguro de esto?— le pregunté a Hoseok puesto que sabía qué opinaba Hoseok acerca de Taehyung.
—No del todo. Un maldito loco se subirá a mi auto, estará en mi casa, se sentará en mi mesa y comerá mi comida. No me convence.

Decidí no responder nada, además, Jimin, Yoongi y Taehyung caminaban juntos hacia el auto.

—Hoseok, Yeori.— nos saludó Yoongi, sentándose en el asiento trasero del auto.
—Buenas noches.— dijo esa voz grave que a mí tanto me gustaba.
—Hola.— saludó secamente Hoseok.
—Bien, vámonos~ canturreó Jimin, haciendo que la tensión que se había formado cuando Taehyung ingresó al auto se esfumara.

El camino a casa fue silencioso por parte de Hoseok y mía pero no por parte de los tres muchachos que iban sentados atrás.

Hoseok estacionó el auto frente a la puerta de mi casa y todos bajamos.
Yo iba caminando detrás de los chicos. Taehyung se volteó a verme y me sonrió y me lanzó un beso imaginario haciendo que yo sonriera.
Sería una larga noche.

Entramos y yo me dirigí directamente a mi habitación. Tomé ropa interior limpia e ingresé al baño para tomarme una corta pero relajante ducha.

Al salir, me sequé rápidamente el cuerpo y el pelo y me puse mi ropa interior.

Volví a mi habitación y mi cuerpo dio un respingo cuando vi a Taehyung sentado sobre mi cama, viéndome atentamente mientras pasaba su lengua sobre sus labios.

—Ese conjunto te queda bien.— dijo mientras se paraba de la cama y comenzaba a acercarse hacia mi.— pero apuesto a que se vería mejor en el piso.— Susurró en mi oído.

Este hombre iba a volverme loca.

that guy // kth [Primera y segunda parte]जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें