that guy // kth [Primera y segunda parte]

13 ; primera parte

La noticia fue una completa sorpresa para toda la familia. Mejiwoo tenía dos meses de embarazo y tanto ella como Taeil estaban sumamente felices.

Rápidamente le conté a Hyemin y se emocionó tanto como yo. Nadie se esperaba que mi hermana y su novio se convertirían en padres en unos meses.

Luego de enterarnos de la sorpresa, mi hermana y Taeil fueron a casa del último nombrado para contarle la noticia a los suegros de mi hermana. Yo, por mi parte, estaba muy cansada, por lo tanto, me fui a mi habitación para dormir, además, mañana iría al parque de atracciones con Jimin, por lo tanto debía descansar.

Me puse mi pijama y cepillé mis dientes para luego acostarme. En cuanto cerré mis ojos, mi teléfono vibró.

Era un mensaje de Taehyung.

Kim Taehyung: Hola, bonita. Tan sólo quiero avisarte que mañana pasaré por tí a la salida de la escuela y te llevaré a almorzar, ¿qué dices?

Me agradaba demasiado esto de salir con Taehyung. Quería conocerlo bien y ver que podía pasar con él.

Yeori: Es una genial idea, Taehyung. Ya quiero verte.

Envié la respuesta y mis ojos comenzaron a cerrarse por si solos, tenía mucho sueño.

(...)

--¡Arriba! ¡Despiértate, iremos al parque de atracciones!-- se escuchó la voz aguda de Jimin al otro lado de la puerta de mi habitación, provocando que despertara.

Me levanté y me dirigí al baño para hacer lo que tenía que hacer. Al salir, noté que era un día soleado, así que abrí mi ventana para dejar que los rayos de sol entraran. Pero cuando miré bien, el chico rubio con el que había chocado frente a mi casa estaba mirando hacia aquí.

Y eso me asustaba.

Intenté no prestarle más atención y comencé a vestirme. Al salir de mi habitación me encontré a un Jimin sonriente y emocionado que saltaba como un niño pequeño.

Bajé las escaleras y me dirigí hacia la cocina para prepararme leche chocolatada y tostadas mientras Jimin cantaba What Makes You Beautiful de One Direction a todo pulmón, provocando mi risa.

La relación con mi primo era muy especial. Él era tan solo cuatro años mayor que yo pero aún así, parecía un niño de cinco años. Aunque no hayamos crecido juntos por la distancia, siempre estuvo ahí para mí, al igual que mis hermanos, por eso mi amor por él.

Terminé mi desayuno, lavé lo que había usado y salimos para subirnos al auto de Jimin.
Tendríamos un buen rato sobre el auto, ya que el parque estaba bastante lejos de mi casa.

--Sigues con el hockey, ¿no es así?-- preguntó Jimin rompiendo el silencio.
--Así es. Debes asistir a alguno de mis partidos.
--No dudes de eso. Aún debes enseñarme a jugar.-- dijo y reí.
--Ya, pronto te enseñaré.

Desvíe mi mirada hacia la carretera y ví un auto de color rojo, lo que me recordó a lo que solíamos jugar con Jimin cuando íbamos juntos de viaje por la carretera.

--¡Auto rojo! ¡Punto para mí!-- grité.
--¡No se vale! ¡Yo no lo había visto!-- exclamó riendo.

(...)

Llegamos al parque de atracciones y mi garganta dolía por lo mucho que habíamos gritado en el camino.

--¡Vamos a la montaña rusa!-- chilló con su voz aguda. No me dejó responder cuando ya me había tomado la mano y me arrastraba por todo el parque para llegar rápidamente a la montaña rusa favorita de Jimin.

--¿Te dejarán entrar? Eres petiso para este juego, Jimin.-- bromeé, ganándome una mirada ofendida.
--¿Disculpa? Soy más alto que tú.-- respondió mientras miraba su pelo hacia atrás, en un gesto victorioso.
--Si, si, como digas.-- rodé los ojos.

En menos de lo que esperaba, la fila para subir a la montaña rusa se había acabado y era nuestro turno de subir, provocando que me alterara.

--¿Seguro que quieres venir aquí? Hay muchos otros juegos mejores.-- intenté convencerlo.
--Vamos, niñita, no será tan malo.-- me alentó.

Nos posicionamos en los asientos y luego nos aseguramos completamente para yo luego cerrar fuertemente los ojos.

--¿Asustado, Potter?-- inquirió Jimin, haciendo referencia a una frase de Malfoy en Harry Potter.
--Ni un po...-- quise responder pero el vagón había comenzado a moverse, por lo tanto cerré mi boca, ya la abriría luego para gritar en alguna curva violenta.

--Dame la mano,-- me dijo Jimin extendiendo su mano hacia mí.-- como en los viejos tiempos.

Y en cuanto tomé su mano, el vagón pasó rápidamente por una gran curva, haciendo que ambos gritáramos.

(...)

Pasamos uno de los mejores días juntos. Pudimos subir a la mayoría de las atracciones y ahora teníamos que cerrar el día subiendo a nuestra atracción favorita; la noria.

--La fila es muy corta, subiremos rápido.-- dije entusiasmada.

Y en unos minutos, ya estábamos sentados en una de las cabinas de la noria.

--Extrañaba esta vista,-- murmuró Jimin mirando hacia afuera. Ya estábamos en la cima.-- es hermosa.-- murmuró ahora mirándome.
--Ya lo creo...-- hice una pausa.-- Te extrañé mucho, Jiminnie.-- dije mirándolo yo también.
--Ven aquí.-- me sonrió mientras abría sus brazos para que lo abrazara.

Estuvimos así por un rato largo, me sentía muy bien entre sus brazos.
Giré mi cabeza hacia una de las ventanas de la cabina y me percaté que ya estábamos por la mitad, no nos faltaba mucho para terminar la vuelta.

También me percaté del chico que nos estaba mirando desde abajo.

Taehyung.

Terminamos el recorrido y nos bajamos. En cuanto lo hicimos, Jimin se dió cuenta de la presencia de Taehyung.

--Oh, Taehyung, ¿cómo estás?-- lo saludó Jimin.
--Muy bien, Park. Pasó mucho tiempo de la última vez que nos vimos.-- le dijo Taehyung.
--Ella es Yeori, mi prima. Seguramente la recuerdes por Hoseok.-- me señaló mi primo, pensando que Taehyung y yo no nos conocíamos.
--Hola, Yaeori.-- murmuró Taehyung con su voz grave.-- Sí, la recuerdo perfectamente.
--H-hola Taehyung.-- murmuré. Al parecer tenía que fingir que no lo conocía.
--¿Recuerdas a Min Yoongi?-- le preguntó Taehyung a Jimin. Si mal no recuerdo, Taehyung me había contado que vivía con ese tal Min Yoongi.
--Sí, lo recuerdo.-- respondió Jimin.-- ¿Por qué?
--Porque vine con él, y ahora está detrás de ustedes.-- dicho esto, mi primo y yo nos volteamos, encontrándonos con el mismísimo chico que voy ví por la ventana de mi habitación y el mismísimo chico con el que había chocado frente a casa de Jungwoo.

--Hola.-- dijo Yoongi mirándonos a Jimin y a mí.
--¡Min!-- exclamó Jimin, abrazándolo fuertemente.

Y yo no entendía nada.