2 ; segunda parte

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La cena fue puras risas. Noah y Yoongi ya se llevaban de maravilla y todos estábamos fascinados con la simpatía del nuevo vecino...excepto Taehyung: él simplemente se mantenía distante hacia Noah.

—Noah no te cayó bien, ¿no es así?— le pregunté, una vez ya en el departamento. Él bufó.
—Que va... no me da buena espina a pesar de que sea el hermano de Felix.— respondió al mismo tiempo que se sacaba su camiseta.— Sinceramente no es alguien en quien confíe aún.— se quitó su pantalón y luego lo reemplazó por un short deportivo de básquet que usaba para dormir.
—En eso tienes razón, es alguien que recién conocemos... pero aún así, me cayó bien.— me encogí de hombros y procedí a colocarme el pijama. Una vez ya puesto, tomé mis pantuflas y salí de la habitación seguida por Taehyung.— ¿En qué capítulo nos quedamos?— le pregunté mientras me sentaba en el sofá.
—Creo que en el número 20, donde empiezan los exámenes Chūnin.— me respondió. Se sentó a mi lado y yo apoyé mi cabeza en su hombro, a lo que él rodeó los míos con su brazo, abrazándome. Tomó el control del televisor y abrió Netflix para luego seleccionar el título con letras naranjas que decía Naruto.

Aprovechando que era viernes y que al día siguiente podríamos levantarnos a cualquier hora, vimos varios episodios, hasta casi terminar el arco.

—Sasuke me caerá mal siempre.— comentó mientras apagaba el televisor y yo me paraba del sofá. Reí.
—No es tan mal personaje como otros...— sonreí de lado, hablando entre líneas de su personaje favorito.
—No estarás hablando de Sakura, ¿o si?— inquirió fingiendo estar ofendido.
—Tal vez...— entré a la habitación y en un abrir y cerrar de ojos, Taehyung me había tirado en la cama para luego posicionarse encima mío sin aplastarme.
—¿Acaso estás insinuando que mi Sakura es mal personaje?— preguntó a centímetros de mi rostro.
—Si.— respondí directa mientras reía.
—A ti te gusta el cejudo y yo no me quejo.— bajó su boca a mi cuello y en lugar de dejar besos, comenzó a hacerme cosquillas.
—¡Tae!— chillé. Mis piernas comenzaron a moverse, intentando quitar a Taehyung de encima mío.— ¡Para!
—Ay, cierto que te haces pipí cuando te hago cosquillas.— se levantó de encima mío para ponerse a mi lado.— No te orinaste, ¿verdad?— bromeó.
—Callate.— golpeé levemente su brazo.— Vamos a dormir...

Se movió para meterse debajo de las sábanas, seguido por mí. Como todas las noches, apoyé mi cabeza en su pecho mientras él me rodeaba con sus brazos.

—Buenas noches, pequeña.— besó mi frente.
—Buenas noches, Tae.

(...)

—¡Estate quieto!— exclamé hacia Yeontan que no se quedaba quieto mientras intentaba ponerle su correa para salir a pasear. Movía su cola de un lado a otro y no paraba de saltar desde que le dije que saldríamos a pasear. Finalmente obedeció y se sentó, quedándose quieto.— Buen niño.— sonreí y le di unas caricias en su cabeza. Le puse su correa y abrí la puerta.— ¡Sacaré a pasear a Yeontan!— grité, avisándole a Taehyung. Sin esperar una respuesta de su parte, salimos del departamento y nos dirigimos hacia el elevador.

Esperamos unos largos segundos, hasta que sus puertas se abrieron.

—¡Goeun!— exclamó alguien desde dentro del ascensor.
—¡Oh, Noah!— lo saludé también, sonriendo, mientras ingresaba al ascensor.— ¿Qué tal estás?
—Muy bie- ¡que bonito!— prácticamente gritó al ver a Yeontan, quien al recibir las caricias del chico comenzó a mover su cola efusivamente.— ¿Cómo se llama?
—Yeontan.— las puertas del ascensor se abrieron.— Bien, ¿dónde debes ir?— pregunté curiosa.
—Oh, salía a caminar, ¿y ustedes?
—Nosotros igual... ¿quieres acompañarnos?—propuse.
—¡Genial!

Los tres salimos del edificio y nos dispusimos a caminar hacia el parque que estaba cerca del edificio.
En el camino, Noah me contaba acerca de su vida en Australia y lo diferente que le parecían las culturas de aquí y de allá. Dijo, también, que su relación con Felix no era la mejor, cosa que me sorprendió muchísimo.

—Felix y yo tuvimos muchas diferencias en nuestra infancia. Él siempre fue el menor de la familia, era el talentoso que actuaba en los actos escolares, el sabelotodo que sus notas no bajaban de 10, y yo era... Noah.— explicó. Se lo notaba algo triste al hablar.— Desde que Felix y yo entramos en la adolescencia nuestros padres empezaron a darle más importancia a las cosas que Felix hacía solo porque lo mío era andar en skate y tocar la guitarra eléctrica mientras que él actuaba en teatros y cantaba en coros. No lo sé, creo que el hecho de haberme quedado solo en Australia por un tiempo me hizo bastante bien.— terminó de decir y suspiró.— Pero dejemos de hablar de mí y de mi familia,— cambió el tono de su voz y sonrió.— ¿cómo se conocieron Taehyung y tú?
—Ah... es una larga historia.— comencé a decir.— Básicamente Yoongi y él me buscaron para decirme que había sido adoptada y Yoongi quería contarme la verdad. Y nada, desde que Taehyung se acercó a mí, empezamos a salir.

(...)

—¿Me estás diciendo que Yoongi y tú son hermanos de sangre pero tú no lo sabías entonces él y Taehyung te lo contaron y entonces tú te fuiste a vivir con ellos?— preguntó por quinta vez.
—Si, Noah...— respondí un poco exasperada.
—¿Y qué pasó con tu otra familia?
—Oh, pues, acostumbro a ir a almorzar a su casa los domingos. Realmente, nos seguimos llevando muy bien, a fin de cuentas fueron mi familia toda mi vida y les tengo un cariño enorme.— dije frente a la puerta del edificio.

Entramos al edificio y llamaos al elevador. Una vez en la planta baja, subimos y esperamos. Nos despedimos y cada uno se fue para su lado.

—¡Llegamos!— anuncié. Me agaché para quitarle la correa a Yeontan, quien fue desesperado a tomar agua.
—Hola, te he estado esperando.— dijo Taehyung con voz grave, saliendo de la habitación sin camiseta.
—Ho-hola...— me ruboricé como si fuese la primera vez que lo veía con el pecho expuesto.
—¿Vienes?— señaló la habitación con su cabeza, a lo que asentí frenéticamente mientras me quitaba mi sweater.

(...)

that guy // kth [Primera y segunda parte]Where stories live. Discover now