6 ; segunda parte

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—Ya está, mi amor. No ha pasado nada...— dejé un beso en la frente de Taehyung mientras le daba de comer, como si fuese un niño pequeño. Todo su cuerpo temblaba y su corazón latía fuertemente a causa del susto que se había llevado.
—¿Y si quería atacarme? ¿Y si quería robarme?— tembló aún más y me miró preocupado.
—Tranquilo, ya estás en casa.— lo abracé y me dirigí hacia la cocina para buscar más sopa de ramen. Volví a la sala con Taehyung, dejé el plato en la mesa y me senté junto a él nuevamente.— Ahora, come. Luego podremos mirar Naruto.— sonrió como un niño pequeño y sin mi ayuda terminó su cena.

Ambos nos acurrucamos en el sofá y él encendió la televisión para luego abrir Netflix y buscar el anime que tanto nos gustaba.
Luego de unos cuantos minutos, mis ojos comenzaron a cerrarse. Ya habíamos visto varios episodios y el sueño había comenzado a apoderarse de mí.

—Hey, pequeña, ¿estás cansada?— preguntó dulcemente al ver mi expresión somnolienta.
—Un tantito...— le sonreí. Separé un poco mi cuerpo del suyo para así poder estirarme.

Taehyung apagó la televisión y me tomó en sus brazos cual niña pequeña. Recosté mi cabeza en su hombro por unos segundos hasta que llegamos a la habitación, donde me bajó así cada uno podía colocarse su pijama.
Unos pocos minutos más tarde ya nos encontrábamos acurrucados y dormidos plácidamente, pero nuestro sueño se vio interrumpido por unos insistentes golpes en la puerta de entrada del departamento.

—Yo iré.— murmuró Taehyung levantándose de la cama para luego caminar hacia la puerta de entrada, conmigo yendo detrás de él. Antes de salir de la habitación tomé mi bata de pijama y salí.

Abrió la puerta y detrás de ella estaban mis hermanos, y ambos lucían asustados y agitados.
Rápidamente entraron al departamento y sentaron en el sofá.

—¿Pero qué pasó?— pregunté alarmada por su reacción. Ninguno de los dos habló, solo se dispusieron a respirar fuertemente, intentando recuperar el aire.
—Estábamos durmiendo y...— comenzó a hablar Geumjae.
—Alguien intentó entrar en el departamento.— completó la frase Yoongi.— Rompieron la ventana de la cocina.

La sala se inundó de silencio. Mis hermanos aún conservaban su expresión llena de desesperación.

—¿Llamaron a la policía?— preguntó Taehyung. Ante la negación por parte de mis hermanos, Tae se acercó al teléfono y marcó el número de la policía.
Hizo la llamada y en menos de quince minutos, cuatro oficiales del la policía ya se encontraban en la puerta del edificio, dispuestos a entrar al departamento de Yoongi. El último nombrado los guió hasta su departamento mientras que Geumjae, Taehyung y yo nos encontrábamos en el hall de entrada junto con otros habitantes del edificio, quienes preguntaban que había sucedido.

—Goeun,— volteé para ver quien me había llamado y me encontré a Noah.— ¿qué ha pasado?— preguntó con una expresión de preocupación.
—Hey, Noah.— le sonreí.— Han intentado entrar al departamento de mi hermano.— expliqué.

Noah y yo conversamos por un largo rato y de reojo podía ver como Taehyung nos miraba fijamente.
Pasada casi una hora, la policía salió del departamento de Yoongi y se reunió con nosotros en el hall de entrada.

—Bien, hemos revisado completamente el departamento y encontramos que la puerta de entrada al departamento y la puerta del balcón se hallaban forzadas, como si alguien hubiese querido entrar a la fuerza. También encontramos una ventana rota, más exactamente en la cocina. Les recomendamos que esta noche no la pasen en el departamento ya que lastimosamente no hemos encontrado ninguna pista que nos indique alguna pista de algún sospechoso.

Los cuarto le agradecimos a los oficiales y Taehyung los acompañó hasta los patrulleros ya que debía firmar los reportes policiales.
Mis hermanos, Noah y yo subimos al elevador para esperar a Taehyung, quien llegó con una sonrisa en su rostro que rápidamente fue reemplazada por una mueca al ver a Noah, quien le sonrió y saludó.
Noah nos acompañó hasta nuestro piso y se despidió de nosotros.

—Buenas noches, Noah.— me despedí.— Cuídate.
—Ustedes también.— nos sonrió una última vez y volvió a subir al elevador para dirigirse hacia su departamento.
—Istidis timbiín, ay por favor.— se burló Taehyung, mientras volteaba sus ojos.

Reí levemente pero luego suspiré; era un hecho que no podría hacer que a Taehyung le cayera bien Noah.

—Bien, uno puede dormir aquí en el sofá y otro en la sala de juegos de Taehyung, que allí hay otro sofá.— les propuse a mis hermanos. Sin decir más nada, ambos fueron a acostarse. Por mi parte, me dirigí al dormitorio seguida por Taehyung. Me quité mi bata y volví a la cama y pocos instantes después Taehyung se acostó junto a mí. Cerré mis ojos y luego de despedirme de Taehyung, entré en un profundo sueño.

(...)

—¡Ese dumpling era mío!— le gritó Taehyung a Yoongi, quien se había comido el último dumpling, el cual le pertenecía a Taehyung.
—Taehyung, es un simple dumpling...— dijo mi hermano, un tanto exasperado.

Mientras tanto, Geumjae me ayudaba con mis trabajos de la universidad, aunque a decir verdad, parecía como si yo lo tuviese que ayudar a él.

—No entiendo el inglés.— suspiró.— ¿De verdad te gusta esto al punto de querer ser traductora?
—Sip.— respondí con una sonrisa infantil en el rostro.

Miré la hora en el reloj, el cual marcaba las 12:41, lo que significaba que Taehyung pronto se iría a la veterinaria. Y tal y como lo pensé, instantes más tarde, Tae ya estaba tomando su chaqueta de veterinario.

—Bien, nos vemos luego.— dejó un beso sobre mi frente y otro sobre mis labios, saludó a mis hermanos y salió del departamento, rumbo a su trabajo.
—Ahg, que agotado estoy.— exclamó Yoongi, acostándose en el sofá.
—Yoongi...— lo llamó Geumjae.— te has levantado hace media hora.
—¿Y? O me dejas dormir o te soportas mi mal humor luego.

Reí al escuchar la mini discusión de mis hermanos. Sonreí ampliamente y los miré; sin dudas estaba agradecida de tenerlos.

that guy // kth [Primera y segunda parte]Where stories live. Discover now