XIII

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Una gran helada cubría el territorio de Freljord.
Hasta para los avarosanos el frío se presentaba algo casi insoportable, pero quienes en verdad sufrían eran Lux y Ezreal, que acostumbraban las tierras más cálidas.

El rubio caminaba cabizbajo, viendo sus propios pies dejando huellas en el blanco camino.
Alzó un poco la mirada, y vio a Lux, quien se desplazaba unos metros más adelante. Parecía temblar un poco por el frío, cosa que preocupó a Ezreal, mas no sabía si era buena idea acercarse, ya que probablemente ella lo correría.
Dejó su orgullo de lado y caminó rápidamente hasta ella.

—Ten —dijo, extendiéndole una manta por alrededor de su cuello, cubriendo su espalda.

La chica quedó intrigada, y aunque sintió grandes deseos de contestarle mal, el frío le ganaba.
Agradeció asintiendo con una mirada seria, y siguió mirando hacia delante.
Los dos caminaron en silencio por varios minutos, hasta que la chica se decidió entablar una conversación para pasar el tiempo. Para explicar por qué hizo lo que hizo.

—Sabes, yo nunca quise casarme. Ni siquiera cuando era niña...

Ezreal se sintió sorprendido de que ella le estuviese hablando, pero no la quiso interrumpir. Era la oportunidad perfecta para arreglar las cosas.

—Nunca me interesé por Jarvan, y nunca me interesará tampoco.

—Entonces... por qué lo hiciste, ¿por qué te comprometiste?

La joven sonrió, pero no era una sonrisa feliz, sino seria y algo triste.

—Solo pensé que debía hacerlo. ¿Comprendes?

—No, la verdad no lo entiendo. Renunciar a tu libertad... ¿por un extraño? ¿Por mí?

—Es algo que iba terminar haciendo de todos modos, solo necesitaba el momento indicado... pero ahora todo se nos ha ido de las manos. Ya ni siquiera seguimos el rumbo que deberíamos.

—Bueno, así es la vida... pero te prometí que recuperaríamos la intensidad de tu luz, y eso es lo que haremos.

Los dos sonrieron.

—Lux, yo también tengo que decirte que...

Las palabras de Ezreal fueron interrumpidas por el sonido de un gran cuerno que tocó un soldado avarosano.
De pronto, se armó un gran escándalo.

—¡Noxianos! —gritó Ashe, quien enseguida sacó su arco para batallar.

Era claro que los soldados noxianos no venían en una actitud pacífica, y también era más que obvio que querían a la demaciana.

En cosa de segundos había sangre en el piso, y las flechas puntiagudas volaban por los aires, dirigiéndose a Ezreal y Lux. Ambos intentaron cubrirse, mas sería en vano, ya que cubrirse solo con las manos no evitaría que las flechas atravesaran sus cuerpos.
Para su suerte, Braum los cubrió con su gran escudo, y les hizo una seña para que corrieran hacia donde estaba Ashe, quien a su vez les gritó 《vengan hacia acá》, a lo que ambos jóvenes obedecieron.

La líder de la tribu los guió dentro de lo que parecía una cueva de hielo, en donde ambos se deslizaron por el hielo(ya que venían a gran velocidad) y cayeron, pero al menos estaban a salvo.

—Lux, vienen por ti. La base demaciana no está lejos de aquí. Los escoltaré hasta un jabalí, y deben irse rápido.

—No, no me iré. Hay que combatir —dijo la chica rubia.

—No, estás a mis órdenes y está decidido que debes irte, ¡ahora!
Esta cueva es segura, pero en cosa de minutos nos encontrarán y te llevarán. Nos ganan en número, no hay opción.

—Yo me quedaré —dijo el joven.

—Dije que se van, los dos. Tu misión es ponerla a salvo, Ezreal. ¡Obedezcan!

Los dos no hicieron más problema, y siguieron a Ashe hacia un gran jabalí que estaba unos metros más allá.
Todo iba bien, hasta que algunos soldados noxianos se percataron de que Lux intentaba escapar.

—Lux, ¡detrás de mí, y que Ezreal cubra tu espalda!

Apresuraron el paso, y mientras Lux se dirigía al jabalí, Ashe y Ezreal la cubrían atacando con, el arco y el guantelete de Ezreal.
La joven logró llegar al gran animal, y subió sin dificultad, pero estaba tan nerviosa que empezó a temblar, cosa que perturbó a la bestia, quien levantó sus patas delanteras, procediendo a dar una fuerte pisada que casi hace que Lux caiga. Pero pudo tomar el control tomando las riendas.

—Tranquilo... tranquilo —le dijo, acariciando su lomo.

Pero la rapidez no fue suficiente, ya que en cosa de segundos Lux, Ezreal y Ashe quedaron rodeados de noxianos.

—Escuchen —dijo la peli-blanca—. Si hacen esto, desatarán una gran guerra entre Noxus y los avarosanos de Freljord. Déjenos ir, y les prometo que mi gente no tomará represalias.

Pero los noxianos lejos de querer detenerse, siguieron avanzando, acorralando a los tres, anulando cualquier ruta de escape.

—Ahora escuche, su "majestad" —dijo el líder de una de las tropas—. Luxanna Crownguard vendrá con nosotros, y aseguramos dejarlos vivos.

—Sobre mi cadáver —dijo Ashe.

—Que así sea entonces.

Cuando todo parecía perdido, Ezreal tuvo una idea. Estaba dispuesto a arriesgarlo todo, mas valdría la pena.

—Ezreal —le susurró Ashe—, ve con Lux y yo les despejaré el camino.

—No... no puedo arriesgarme a que nos atrapen.

—¿De qué hablas?

—No iré con Lux, lucharé hasta al final con tu tribu... con mi tribu. Debo proteger a Lux.

—Si te quedas, es muy probable que no salgas...

—Lo sé, pero estoy dispuesto si ella se salva.

Ezreal, decidido, cargó su guantelete de energía. Ashe admiró su valentía, y también ella se preparó para la batalla.
Empezó a disparar flechas a los noxianos, dejando un camino libre y despejando el terreno. 
Lux no entendía nada, pero sabía que algo grande se aproximaba.

—Lux... —dijo Ezreal, volteando un poco la cabeza—. Haz que valga la pena —dijo, con una sonrisa.

—¿Qué? —preguntó ella, con un pésimo presentimiento—. Ezreal... Ez, ¡no!

El joven hizo explotar su guantelete, el cual liberó energía que desencadenó en una gran explosión, la cual hizo que el jabalí en el que Lux se encontraba se asustara por el ruido, y escapara rápidamente del lugar, y haciendo que todos los soldados noxianos allí presentes cayeran al suelo.

El brazo de Ezreal estaba un poco quemado, caliente y él muy debilitado en el suelo, apenas consciente.

Lux observaba todo eso con dolor, y llanto, mas entendía que no podía volver. El sacrificio de Ezreal no podía ser en vano. Solo se aferró al animal, soltando lágrimas por el muchacho.

Ezreal, casi moribundo, sonrió y empezó a reír por el dolor que sentía.
Una pequeña lágrima recorría su mejilla, al percatarse de que tal vez nunca más vería a Lux, la chica que había robado su corazón.
Pronto, dos soldados noxianos le tomaron de los brazos violentamente, y lo arrastraron hasta las tropas noxianas.

—Bueno, al menos no llegarán con las manos vacías —dijo. Aún en sus peores momentos al chico le daba por bromear.

—No sabes lo que hiciste, basura humana —respondió uno de los soldados.

—No te preocupes, la mayoría de las veces es así... al menos esta vez valió la pena.

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Hola que tal, perdón por lo inactiva pero al menos traje un cap corto pero intenso xd
Espero les haya gustado :D

don't leave me(Ezreal x Lux)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang