don't leave me(Ezreal x Lux)

XII

Con un gran dolor en la cabeza, el joven rubio abría con dificultad sus ojos.
No se encontraba en el lugar en donde él pensó que se había quedado (o sea afuera). Despertó en una tienda de acampar, que por lo visto no era la suya. 

El dolor de cabeza se vio acompañado por uno de estómago, y enseguida quiso buscar un espacio para vomitar.
Se levantó rápidamente del catre en el que estaba, y tomó un balde que estaba cerca, en donde empezó a escupir y vomitar solo agua, puesto que había bebido sin comer nada la noche anterior.
Cuando se encontró algo más calmado, se percató de la presencia de el bárbaro que había conocido ayer.

—Veo que los de Piltover no son muy resistentes.

Ezreal hizo caso omiso a lo comentado por Tryndamere, y simplemente cambió el tema.

—¿Por qué estoy aquí?

—No resistirías ni una noche en el Freljord, menos en tu estado, muchacho. Ashe y yo te trajimos aquí anoche. Por un momento pensamos que habías muerto.

—¿Y de casualidad no viste a Lux? —preguntó en un tono apenado, recordando todo lo malo que él había dicho.

—Estaba con Ashe hace un rato, preparando los equipamientos para seguir nuestro camino. Es mejor que te levantes, nos iremos en poco tiempo.

Ezreal asintió.
Después de haberse vestido y lavado, se le ocurrió buscar a Lux, aunque probablemente ella no quería verlo ni pintado. Para su buena o mala suerte, no la encontró. Entonces prefirió ir a buscar a Ashe, para preguntarle si sabía algo de ella.

Por dentro tenía un poco de miedo, ya que tal vez Lux pudo haberle contado algo de lo sucedido, y en ese caso, probablemente la matriarca podría haberse enfurecido con él.

Entró sigilosamente en la tienda en que estaba, y se dirigió a ella de la misma manera.

—Hola, Ashe —dijo algo temeroso.

—Ezreal —respondió sin verle, ya que estaba ordenando unos libros—, ¿te sientes mejor?

—Sí...

—Debes tener cuidado con las copas, muchacho. No sé qué toman allá en Piltover, pero acá los tragos no son suaves.

—Tendré más cuidado la próxima vez.

El muchacho se acercó más hacia la matriarca, y observó que estaba analizando un gran mapa.

—Muchacho, dime algo.

Un nudo se le formó en la garganta, pues pensó que Ashe hablaría de lo ocurrido con Lux. Los nervios en el estómago le hicieron querer vomitar denuevo, pero se aguantó las ganas.

—Sé que tienes fama de saber todos los caminos sin un mapa, así que dime. ¿Cuál es el camino más rápido a Ghulfrost?

El joven sintió un alivio. Suspiró tranquilamente y se acercó al mapa.

—El más rápido es por las colinas, aunque es riesgoso.

—¿Hay otra opción?

—Rodearlas, lo que lleva días e incluso semanas. Es un camino "seguro", eso sí.

—¿Qué recomendarías tú?

—Los dos caminos tienen grandes desventajas. En las colinas puede llegar a haber menos de doscientos grados, piedras sueltas y animales salvajes. Si tomaras el camino largo también tendrías que subir por ellas, pero es más fácil, porque por el otro lado son menos rocosas.

—Bien, tomaremos el camino corto.

—¿No escuchaste? —dijo con una pequeña risa— Sé que son freljordianos, pero no son invencibles al frío.