VIII

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Lux's P.O.V(ya era hora de cambiar xdd)

Sentía algo cálido en mi abdomen, una sensación que jamás había experimentado. Era algo agradable y un poco excitante.
Sentía sus besos en mi cuello, sus caricias en mi espalda, y su respiración cerca de mi pelo.

De pronto sus ojos azules se posaron en los míos , y con su mano acarició mi pelo. Sus labios se fueron acercando lentamente hacia los míos. No estaba nerviosa, pero sí muy quieta, no podía moverme. Quería hacerlo, quería abrazarlo y acariciar su pelo dorado y cometer qué clase de locuras quizá.
Pero no fue posible, nada de eso fue posible.

Al tocar sus labios no sentí nada, porque sentí un destello que explotó, era como uno de mis hechizos. Luego él ya no estaba. Y yo me encontraba en un lugar rocoso, empapada con la lluvia que caía. Truenos, relámpagos... nada de eso fue peor que lo que apareció.
Ese miserable, ese maldito que quiso acabar con la vida de mi hermano.

—Lucesita... —oírlo me dio un escalofrío repugnante. Quería matarlo.

—¡Callate! —grité, y luego me dirigí hacia él rápidamente con intención de atacar. 

Mi cetro apareció de la nada, y aproveché para lanzar una de mis bolas de luz, pero él lo esquivó rápidamente.
Pronto, sus cadenas atraparon a mi varita, y me obligó a forcejear con él.
Cerré los ojos, y con toda la fuerza que tenía intenté librarme, mas no podía.

—No teníamos que haber llegado a esto, Lux —esa voz no era de él. Era de... no. No podía ser cierto.

Abrí mis ojos queriendo no ver al que estaba frente a mí. Era Ezreal con una sonrisa maligna, dispuesto a hacerme daño. Pero no... ¡no podía ser él!

—¿Ez? —pregunté con mi voz quebrada—. ¿Qué estás haciendo? ¡Soy yo! —grité, con intención de que reaccionara.

Él no dijo nada, solo me atacó. Cargó su guante y disparó una especie de magia arcana, que me hirió en el hombro.
Denuevo no podía moverme, y todo empeoró.
A lo lejos vi a Garen, inconsciente y debilitado. Gritando sin poder despertar, por dios. Lo único que quería era moverme, salvarlo...
Pero no.
Volví a revivir aquella escena que me partió el alma, que quitó parte de mi vida, de mi corazón.
Ezreal ya no estaba, pero a cambio estaba ese despreciable.
Sylas tomó la espada de Garen, y cuando estaba apunto de matarlo, moví mi brazo para lanzar un hechizo, pero ya era demasiado tarde.

—¡No! —grité, y en eso desperté.

La líder de la tribu, Ashe, me miró sorprendida, pero luego sonrió viendo el agujero quemado que yo había hecho en mi tienda.
Estaba transpirando y estaba asustada, poco a poco se me fue pasando.

—Tuviste un mal sueño... —me dijo, mientras me daba algo de beber.

—Y-yo... lo siento. Todavía hay cosas que no puedo controlar.

—No te preocupes, aprenderás.

Ashe se sentó frente a mí, y tocó mi frente. Vi un poco de preocupación en su rostro.

—Tienes mucha fiebre.

—¿Es grave?

—Ja, no. Es típico de los extranjeros en este clima, pero será mejor que te quedes en cama este día.

—No... no quiero retrasar a tu tribu.

—Ahora también perteneces a nuestra tribu, Lux. A nuestra familia, y como familia nos cuidamos entre nosotros.

No me había dado cuenta de lo mal que me sentía, hasta que sentí mi cara y pecho arder, y un cansancio muy grande.

—¿Quieres que le diga a tu amigo?

don't leave me(Ezreal x Lux)Where stories live. Discover now