XVI

322 24 5
                                    

-—Otra vez se escapó...

—Ya lo atraparemos, Lux.

Los dos hermanos descansaban tomando una taza de té en el gran salón de la frontera demaciana.
Habían dado una gran batalla, que hizo que todos los soldados enemigos se retiraran, incluyendo a Sylas.
Pese al "triunfo", la joven sentía un gran peso en su corazón. No sólo por no poder acabar con quien juró que mataría, sino porque a su cabeza habían vuelto los pensamientos sobre Ezreal.

—Me alegro mucho de que estés conmigo —dijo Garen, distrayéndola de sus pensamientos.

—Y a mí me alegra volver a verte -esbozó una sonrisa, sin embargo ésta desapareció casi al instante—. Sé que tu respuesta va a ser un no, pero...

—No puedes ir a buscar a Ezreal, Lux.

—¿Cómo sabes que preguntaría eso?

—Porque sé cómo te sientes, y lo que él significa para ti. Pero él ya no está en nuestras manos.

—¿A qué te refieres?

El joven guardó silencio, y se paró lentamente de su sitio.

—Dije que a qué te refieres con que él ya no está en nuestras manos... sé que no lo dices en vano, Garen.

—No hablaremos de esto ahora. Trata de descansar.

—¡No! —exclamó, parándose y dando un golpe en la mesa—. No me hagas lo mismo de siempre. No soy tu protegida, ni tu hija, ni tampoco soy una niña. ¡Soy tu hermana, maldita sea! Merezco saber qué está pasando...

Garen apretó los puños, pero siguió sin decir nada.

—¿Sabes algo de él? -siguió sin responder—. Garen, por favor...

Volvió a sentarse, e hizo una señal para que Lux hiciera lo mismo. Le tomó un par de segundos romper el silencio.

—Hice un pacto con Noxus...

—¿Qué? ¿Por qué tú harías eso?

—Para salvarte... para que ayudaran en tu búsqueda. Finalmente "escapé" del pacto, pero...

—Pero qué...

Hubo un largo silencio otra vez. El demaciano suspiró, miró hacia el techo y procedió a hablar.

—Antes de romper con mi palabra, pusimos condiciones. Una era que Ezreal sería entregado a ellos.

Una lágrima se asomó por el ojo izquierdo de la chica, seguida de otra, y otra más.

—Si él no está aquí contigo, entonces debo suponer que los noxianos lo atraparon.

—¿Cómo pudiste hacer eso? -preguntó llorando.

—¡Y qué esperabas que hiciera, Luxanna! Tu vida estaba en peligro, y no me importa el costo. Voy a hacer lo que sea necesario para protegerte, aunque vaya en contra de lo que tú quieras.

—¡Tú no lo entiendes! Siempre he sido un estorbo en todo. El problema y de quien debías deshacerte era de mí, ¡No de Ezreal!

—Deja de decir incoherencias... sé que estás dolida, pero algún día espero que entiendas que hago esto porque te quiero, Lux. Porque eres mi hermana y la persona más importante de mi vida. Y créeme que no estoy orgulloso de lo que hice; pero al menos ya estás a salvo.

Para concluir la discusión, Garen se levantó, esta vez dispuesto a retirarse de la habitación. Sin antes advertir a su hermana:

—Ahora ya estás en casa, sana y salva. Y no permitiré que salgas de acá a buscarlo.

don't leave me(Ezreal x Lux)Where stories live. Discover now