¿Y si la humanidad no es como la creemos? ¿Qué pasaría si resulta ser que hay personas especiales cuidando nuestras espaldas?
Yang Esperanza y Suwoong son dos hermanos que de un momento a otro se verán envueltos en problemas que afectan al destino d...
Maaaan, me olvidé de publicar el especial de hoy AJAJAJA. Todo mal conmigo
ALERTA: Capítulo algo largo en mi opinión. Pero en si es largo para ustedes, pero me gusta cómo quedó y es lindo así que, no chinguen y disfruten la lectura. Don't worry be happy :)
Let's get It!
Maratón 6/8
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Jeon Jungkook, el menor del grupo, el bebé de Seokjin. Quién diría que tras su figura esbelta hubiera un pequeño niño que solo quería disfrutar de la vida, siendo feliz.
La vida no había sido muy dulce en sus comienzos, sus padres murieron cuando él era pequeño en un accidente de tráfico, una noche lluviosa. Desde entonces la lluvia, con sus truenos y rayos traen malos recuerdos para el de sonrisa de conejo. Fue acogido por su abuela, una señora pacífica y amable con todo el mundo, que se encargó de criarlo con todo el cariño del mundo. Pero otra vez la culera vida iba a salirse con la suya. La nana de Jungkook partió a una mejor vida, había tenido una vida completa, haciendo el bien y llegando a ver a su nieto convertirse en un apuesto joven de 16 años.
Era un día normal y Jungkook estaba en la secundaria, cuando le avisaron que debía ir al hospital, ya que su nana se encontraba allí. Al llegar, le dijeron que no había mucho que hacer, que podía ir a estar con ella en sus últimos momentos. El pequeño entró a la habitación de blancas paredes, donde su ser más amado estaba postrado en una cama, con un respirador y mirando por la ventana.
Jungkook soltó un par de lágrimas, mientras su cabeza apoyada en el regazo de su abuela era acariciado por ella. -"Mi pequeño Kookie - dijo su nana, hablando en voz baja y con dificultad - pronto me iré, pero siempre estaré a tu lado. No lo olvides. Espero que encuentres a alguien que te ame y te haga feliz el resto de tu vida. Te dejaré la casa, es lo mínimo que puedo hacer por tí ahora. Recuerda pequeño, siempre te he amado. Eres el mejor nieto que alguien pueda pedir"
Jungkook sorbió su nariz y secó sus lágrimas -"Te quiero nana" -"Yo también mi pequeño Kookie. Pero escúchame bien, que hay algo más. Eres más especial que el resto de los chicos. Tienes unos maravillosos dones dentro tuyo. Cuando los descubras no te asustes, tú podrás controlarlos. En la parte superior de mi armario encontrarás una caja con manuscritos antiguos. Si necesitas ayuda, guíate por ellos." -"¿De qué me hablas nana? ¿Dones?"
Pero la anciana no contestó más, y cerrando completamente sus ojos, partió para el otro lado.
Fue el funeral y entierro, algo sencillo. Junto a Jungkook siempre estuvo su mejor amigo Jimin, un chico dulce y amable que lo ayudaba en lo que necesitara. Especialmente cuando se trataba de lidiar con los imbéciles de mierda que solían molestarlo en el instituto. Los típicos pendejos que solo buscan la superioridad en la sociedad del instituto y una diversión fácil.
Un día en que Jungkook estaba caminando yendo a casa, fue rodeado por la pandilla de bullys, pero antes de que pudieran hacerle algo Jimin había aparecido rodeado de perros de aspecto rabioso. Haechan y su pandilla habían salido corriendo por su vida, mientras Jimin hacia desaparecer la ilusión con un chasquido y ayudaba a su mejor amigo a levantarse.
