||Week 4 » Joe Burrow||

Comenzar desde el principio
                                    

—Wow —era impresionante y eso que no estábamos en el estadio.

—Ahora solo esperar a que los jugadores salgan.

Mi mejor amigo miraba con atención el lugar esperando el entrenamiento iniciara. Saque mi celular dándome cuenta que un faltaban tiempo para que todo comenzara.

—Jayson —llame su atención—. Ya vuelvo, necesito ir al baño.

—Espera deja te acompaño.

—No tranquilo —lo detuve—. No quiero que te pierdas cuando los jugadores salgan. Vuelvo enseguida.

—¿Segura?

—Segura —afirme. Jayson asintió.

Deje algunas cosas en mi lugar y tome solo mi celular. Baje de las escaleras y emprendí camino hacia los baños.

Después de preguntar varias veces y tener muchas indicaciones muy distintas, termine en un lugar que para nada eran los baños. Y también, para nada sabia en donde estaba.

—Demonios —mire a mi alrededor—. ¿Y ahora que hago?

Siguiendo mis grandes dotes de orientación, entre a lo que suponía eran los baños. Pero termine en un inmenso pasillo, con carritos y equipamiento.

—¿Donde mierdas termine?

Recorrí un poco el lugar esperando encontrar a alguna persona para poder preguntar.

—Disculpa —escuche a mis espaldas—. Creo que no deberías estar aquí.

Gire encontrándome a un chico rubio, de al menos mi edad.

—Lo siento. Creo que me perdí.

—¿En serio? —me miro sorprendido.

—Si, estaba buscando los baños y a juzgar por el lugar, creo que por aquí no están los baños.

El chico sonrió divertido.

—Pues no, por aquí no están los baños.

Suspire frustrada, ocultando mi rostro avergonzado.

—¡Oye tú! —ambos giramos hacia el guardia que se acercaba a nosotros—. ¡No deberías estar aquí!

Asustada pretendía contestar, pero el chico a mi lado se me adelanto.

—Tranquilo, esta conmigo.

El guardia con semblante asombrado asintió y se retiro dejándonos solos de nuevo.

—¿Donde vine a meterme? —hable para mi misma.

—Déjame decirte que no es fácil llegar aquí —rió en mi dirección.

Roja de la vergüenza oculte mi rostro con mis manos.

—Lo siento.

—Tranquila —escuche de nuevo su risa—. Ven, te diere donde es.

Lo mire agradecida.

Caminamos por otros pasillos. Conforme avanzamos el chico saludaba a varias personas, al parecer debía trabajar aquí.

—Listo, es aquí —señalo unas puertas—. Y si sigues el camino por haya, llegaras a la salida.

—Muchas gracias, sin tu ayuda seguro seguiría perdida.

—No hay problema.

Sonreí en un gesto amable y lo vi retirarse por la misma dirección por la que llegamos.


[···]


One Shots - NFL  | ESPAÑOL |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora