BrokenShift

Determinación y Esperanza

El silencio. Un silencio en el pequeño pueblo de Snowdin. Una tranquilidad perturbadora. Pasando una masacre que se había vivido, polvo por donde quiera, mientras era dispersado por todo el lugar. Mientras tanto, estaba una humana y un moribundo, infante monstruo estaban entre sus brazos.

Una tierna caricia de parte de Asriel, hacia Chara. Que se aferraba y se acurrucaba en los brazos de la humana. Ella sabía que pronto no estaría ahí, él quería sentir a su hermana una vez más.

La humana tiernamente sonríe, al ver como se aferraba a ella, ayudándole en proceso, y acomodando su cabeza en su brazo y mano derecho, para recostarlo en sus muslos.

Un silencio después se escucha.

Hasta romper el silencio el viento que empieza a silbar. Mientras tira nieve, haciendo ruido.

La nieve cae sobre la humana que estaba sentada bajo un árbol. Mientras aprovechaba la tranquilidad. Aquella humana, en paz. Pero interrumpida por dicha nieve, sacudiéndose su cabeza. Ya que le había caído.

-Rayos.- Se decía ella, estando concentrada.- De nuevo.

Concentrándose de nuevo, un momento de silencio venia. Segundos, minutos.

Hasta verse algo en su mano, un aura algo rojiza mientras sus ojos brillaban un poco más y del mismo color. La humana estaba concentrada, mientras recordaba algo. Algo que no le parecía normal.

-Los monstruos pueden usar la magia.- Se decía ella.- Pero los humanos no.

¿Por qué ella puede?, ¿Sera por eso que los monstruos la llamaron demonio?, al presentir esa magia anormal en ella.

-Demonio.

Los humanos igual la llamaban demonio, ya que no era normal que un humano tuviese magia.

Tan solo recordar lo negativo. Sus ojos se vuelven completamente negros, como si no tuviese pupilas. Derramando un líquido negruzco. Su boca cambia en su totalidad, mientras emanaba en sus manos esa aura.

Recordando el odio hacia ellos. Odio que tenia, aun guardado y difícil aun de enterrar. Pese a su nueva vida, no podía ella omitir su pasado.

Pero. Quizás, solo quizás. Su nueva forma de vida, la ayudaría. Ayudaría a matar ese odio.

El escuchar de algunos pasos. Que rompen un poco el silencio y su concentración. La humana vuelve a cerrar sus ojos y su cara vuelve a la normalidad, al saber que alguien se acercaba hacia ella.

Pues ella no quería, menos el que la viese de esa forma aterradora.

Ella de inmediato se tranquiliza. Sacudiéndose su cabeza y tomando una que otra bocanada de aire.

-Se que estas ahí.- Dice la humana que no necesito voltear.- Puedo escucharte Rei.

-¡Hey!- Replica el molesto.- No me llames así Chara, ¿Cuántas veces te lo tengo que decir?

-¡Jejejeje!- Pero ella simplemente se burla.

Su nueva familia le ayudaría con su mal.

El niño simplemente se acerco hacia ella. Viéndola ahí sentada, como si nada. Poniendo las manos detrás de su cabeza, con sus ojos cerrados y apoyándose en el árbol. Dando a entender lo relajada que estaba. Regularmente le diría algo sobre esa actitud. Pero ahora que Asriel lo pensaba mejor y comparando el pasado que han tenido.

-Cha, Chara.- Llama el niño, al notarlo.

-Dime Asriel.

-¿E-E-Estas bien?- Le pregunta su hermano cabra, denotando algo de preocupación.