Acciones reflejadas

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Algunos días pasaron. Poco a poco una gran celebración se acercaba. Un día especial para una heroína que salvo a todo su reino, a costa de su vida, varias de ellas de hecho. Cada día más y más en que ella tenía que dar por fin la cara y darse a conocer al reino que salvo.

Para cierto monstruo, amante de aquella heroína. Era más que un orgullo que sentía hacia ella, felicidad absoluta. Ni corto, no perezoso, al darse cuenta de la celebración, decidio poner manos a la obra. Elaborando una armadura para su amada. Puliendo, limpiando y armando las piezas que le parecían convenientes de tantas que escogió para ella. y haciendo algunos mantenimientos y detalles de más.

Mientras lo hacía tatareaba, de lo feliz que estaba. El más que nadie esperaba con ansias que llegara ese día. Terminado los detalles que faltaban y puliendo la armadura.

-¡LISTO!- Grito el pequeño cabro con alegría.- ¡He terminado por fin!- Anunciaba.

-¡Bien hecho Asriel!- Le felicita, una voz femenina, su amada.- Pero no crees que hay un pequeño detalle.

-¿Ehh?, ¿Cuál Chara?- Pregunto Asriel, aun con su tono feliz.

-Tengo la armadura todavia puesta.- Respondido la humana, un poco molesta.

-No seas aguafiestas Chara.- Regaño el pequeño esa actitud.- Era necesario.

-Pudiste a ver puesto la armadura en el maniquí.- Dijo ella, aun con el mismo tono.

-Pude. Pero queria ver, como lucia puesta en ti.- Dijo el admirando su trabajo.- Y vaya, ¡Te vez, te vez, te vez!

Asriel admiro lo que hiso. Esa armadura que brillaba y resplandecía un poco a la luz. Mientras Chara la portaba, su semblante en esos momentos era serio. La hacían ver majestuosa e intimidante. De hecho, se veía más intimidante que otra cosa, por cierto, detalle que tenía en su rostro, para todo aquel que la viese seria de esa manera, viendo con temor a la heroína que derroto a un verdadero monstruo. Todos, menos para su amado Asriel, que este la miraba con una mirada llena de alegría y brillo en sus ojos.

-¡Te vez hermosa!- Exclamo el impresionado por la vista.

Chara al ver esa sonrisa de su amado. Ella igual sonríe, un poco al recibir ese alago, volteando y viéndose al espejo. Esa armadura que tanto Asriel se esforzó en hacerla.

-Pero...- Asriel para de contemplar, notando algo que destaca. - Hay algo que no me explico.

Chara vuelve a desparecer esa sonrisa. Ella sabia lo que iba a decir, volteándole a ver a la cara, no tenía caso ocultárselo, más si ya lo sabía.

-¿Por qué tu ojo derecho esta negro?- Le pregunto el, viendo con algo de curiosidad y desconcierto.

Desde hace tres días. El ojo derecho Chara se habia vuelto completamente oscuro, sin dejar una pupila presente adornando con oscuridad la cicatriz que tenía en dicho ojo y mejilla. Mientras el derecho seguía igual, aquella pupila partida en dos colores, el de ella y el del monstruo.

-Y tu pupila no ha vuelto.- Decia Asriel preocupado al respecto.

La humana se toca el rostro, su ojo. Sintiendo algo de molestia al respecto. Para despues sonreírle a su amado, una sonrisa feliz, tratando de tranquilizarlo.

-No, no es nada.- Decia Chara en un tono más tranquilo, sonando feliz.- Ya habia pasado antes.

-¿Qué?- Asriel aún más se confunde al respecto.- ¿Cómo que antes?

-Si antes.- Le respondía la humana, viéndose al espejo y recordando ese acontecimiento.- Hace algún tiempo.

-¿Cuándo?- Pregunto el monstruo exaltado.- ¿Y cómo es que no me entere?

BrokenShiftWhere stories live. Discover now