Capítulo 32. - Final.

3.2K 148 11
                                    

 

Lo meses pasaban, literalmente, como el viento, volando y con rapidez. 

Hace un par de semanas había sido el cumpleaños de Justin, uno de esos para recordar. 

Todo iba genial entre nosotros, más de lo que cualquiera hubiera imaginado. De vez en cuando teníamos nuestra peleas, pero nuestra relación se había convertido en una mucho más sana en la que cuando nos enfadamos, tarde o temprano sabíamos hablar como dos adultos, enamorados, al fin y al cabo. Sin embargo, en todos estos meses, pocas veces habían sido las que nos habíamos enfadado. 

Habíamos vuelto a ir a Canadá también, Jazzy y Jaxon saltaban de felicidad y yo estuve más que feliz de volver a pasar unos días con aquella gran familia tan adorable. Y sin cesar con las familias, también estuvimos en NewPort un fin de semana: Justin por fin conoció a mis padres. Mi madre estaba encantada con él, no tanto como mi padre, pero a ambos les cayo bien. Le presenté a varios familiares durante una comida familiar uno de esos domingos y él logró caerle bien a todos, con esa personalidad tan familiar que tenía Justin. 

También, más de una vez acabábamos con nuestros característicos piques, tales como:

-Dilo.

-No te quiero. le solté. 

-Otra vez. me retó. 

-No te quiero.

-No te quiero tampoco, absolutamente nada. me dijo. 

-Nada de nada. 

Él me miraba con sorna, sabía que se burlaba. 

-Imbécil. 

-Niñata. 

-Idiota. 

-Inmadura. 

-Atontado. 

Ambos nos miramos a los ojos, quemándonos con ellos. 

-¿Me dejas besarte? preguntó. 

-No. quise no sonreír.

-Entonces lo tendré que hacer sin permiso. me besó apasionadamente, con todo el fuego que podríamos tener en aquella situación. Espera, hacemos una cosa... acarició mi pelo, mientras el calor aumentaba y aumentaba entre nuestros apasionados besos. Su barbilla estaba apoyada sobre mi cabeza y mis labios acariciaban su pecho. Susurrando, termino de decir. Te hago el amor mientras decides si me quieres o no...

Así nos pasábamos la mayoría del tiempo. Y así me gustaba que fuera. Todo ser femenino que viese a Justin saldría con él por como era físicamente, pero yo salía con él porque estaba enamorada de él interiormente, añadiendo su físico, claro está. 

Otro de los momentos que me volvió loca fue muy cerca de Enero, cuando empezábamos de nuevo, y él  quiso volver a hacer oficial el si eramos novios o no. 

Jugábamos a hacer retos cuando a él se le ocurrió la brillante idea. 

-Te reto a que respondas una pregunta. me puse nerviosa cuando acerco su rostro al mio lentamente y pego nuestras mejillas diciendo en un tierno susurro: ¿Quieres ser mi novia de nuevo? sí o sí, rubia. 

-¿Tengo otra opción? susurre con una sonrisa. 

-No realmente. rozo mi mejilla con su mano, 

-Entonces... sí. 

 

Y así fue como nos dimos esa Segunda Oportunidad tan esperada. 

Meses después estuvimos en Texas, cerca de verano. Fue como una escapada de parejas, allí alquilamos una casa y estuvimos cerca de dos semanas en ese paraíso tranquilo. Nada fue más bonito que ver el atardecer con esos asombros prados a lomos de un caballo y con Justin a mi lado, apoyado en mi hombro. 

Si cuando empezamos a salir, hace ya cerca de tres años, decía que él iba a ser el amor de mi vida, ahora lo afirmaba, Justin era, es y será el amor de mi vida siempre. No podía estar más segura de ello. 

 

-Mira a ver si no tengo la novia más dormilona del mundo. besó y mordió mi cuello. 

-Au jo, déjame. me quejé. Él se echó a reír. 

-Solo te despierto para decirte que me voy al estudio marmota, nos vemos esta tarde. besó mi frente. 

-Ey, ¿voy a tener que comer sola? hice un puchero. 

-Llama a Sara y dile que venga a pasar el día contigo. pellizco mi mejilla. 

Olvidaba el hecho de que hacía unos meses que vivía con Justin, en Calabasas. 

-Esta bien. se levantó de nuestra cama-, eh, eh, eh, pero espera... ¿y mi beso? me mordí el labio. 

Él se volvió a cernir sobre mí y dejo uno de esos besos suyos tan dulces. 

El día fue tranquilo, Sara y yo pasamos parte de el en la piscina y charlando sobre nuestros típicos temas de chicas. Cerca de las ocho ella se marchó, puesto que cenaba con Ryan. 

Estaba a punto de subir a ducharme cuando el timbre sonó y el cartero me dio una carta que iba a mi nombre, escrito con pluma. Me quedé un poco en shock cuando vi de quien y era y todo lo que decía. 

Era de Carter Rich. 

Y me enviaba una solicitud con mi nombre completo en la que me entregaba un cargo importante en una de las mejores empresas de Europa. Al final de la carta, ponía con su letra: "Siento todo lo que hice, espero que seas muy feliz."

No me dio tiempo ni a pensar cuando Justin entraba por la puerta, muy guapo por cierto, y me sonreía. Me dio un pequeño beso. 

-¿Que pasa? 

-Eh... no supe que decir. Simplemente le entregué la carta.

Él leyo la carta varias veces y pude notar como su mandíbula se endurecía y sus puños también. 

Tras un par de minutos lamió sus labios y se fijó en mi rostro.

-¿Te vas a ir? me miró a los ojos, con preocupación. 

________________

Pronto tendréis el Epílogo. 

Second Chances. {Justin Bieber} {Secuela de By your side} {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora