[Canción del capítulo: Leona Lewis - I Will Be. (También en multimédia.)]
Me pierdo pensando en nosotros y juro que no hay nada mejor en estos momentos, me pierdo en nuestros recuerdos, en nuestros momentos, en tu mirada y en tu sonrisa. Me he perdido y me perdería una y mil veces más en ti, Justin. Si supieras cuanto te echo de menos... Si tan solo supieras las ganas que me invaden constantemente de estar contigo. Y lo mucho que me duele cada vez que en mi recuerdo se presente esa imagen de tus labios besando otros que no son los míos. Y lo que duele. Y lo entiendo, yo estoy haciendo lo mismo, pero no quiero que tú lo hagas, en lo más profundo de mi corazón sé que no quiero que me dejes ir. Jamás querría algo así, te necesito tanto. Y ojala mi mente en estos momentos se conectara con la tuya y supieras todo esto. Ojala me escucharas y supieras que quiero que vengas y me saques de aquí, yo no quiero esto, yo no quiero estar aquí. Solo te quiero a ti.
El coche de Carter aparcó frente a una casa sencilla y me indicó con una sonrisa que ya habíamos llegado a la casa de sus padres, en la que comeríamos hoy.
Bajé con una bonita sonrisa fingida y él cogió mi mano.
Sus padres eran amables, él era hijo único, solo habíamos comido nosotros y sus padres, ya que no había más familia presente. A pesar de eso, había sido una comida amena y agradable, eran persona simpáticas, pero, sin embargo, seguía sin sentirme integrada. Había algo que no estaba bien en mí.
Quizá sea que esta vez, de verdad, sentía que estaba prendiéndole y no había nada que hacer porque así lo decidí yo misma.
Cuando finalizó el postre y tras alguna que otra conversación entretenida nos marchamos. Carter no había parado de preguntar que me pasaba y hasta parecía molesto. Estaba intentando que pasemos el resto de la tarde juntos, pero mis ganas son nulas y simplemente me negué.
-Hola. –me dijo Sara, alargando la ultima vocal de la palabra-. ¿Que tal ha ido?
-Estupendamente. -me despojé de mi ropa y me tiré en el sofá junto a ella, acurrucándome a su lado.
-¿Que tal estás, tonta?
-Bien... –murmuré como un bebé. Y es que necesitaba mimos.
Ella se río de mi puchero.
-Ay Mel, si tan solo hubieras elegido otro camino...
Suspiró.
-Ojala pudiera retroceder el tiempo, borrar cosas. Empezar de nuevo...
-Pero no puedes.
-Lo sé.
-¿Tan mal os fue en el yate? –preguntó.
Apreté la mandíbula.
-Creo que él ha encontrado a otra chica o algo así. Se estaban besando en la piscina. Les vi, por desgracia. -le conté.
Ella suspiró, sin sorprenderse demasiado y acarició mi pelo.
-Yo no se que decirte, Mel... tú elegiste todo esto. No creo que Justin haya dejado de quererte o ya quiera a otra chica. No sé olvida a una persona importante en un mes o dos. Pero... él simplemente estará pasando pagina como tú misma la dijiste. No puedes torturarte con algo que tú misma le empujaste a hacer.
-Ya, ya lo sé. Pero cuando lo hice ni siquiera pensaba en todo esto. Pensaba que sería más fácil. No-no sé, no pensaba que iba a sentirme tan mal. Pensaba que podría no echarle de menos algún día y ahora siento que eso no lo voy a poder hacer nunca.
Sara negó con su cabeza levemente.
-No sé que decirte, simplemente hazte cargo de las decisiones que tomaste, asúmelas.
