Narra Justin.
Un golpe.
Otro.
Y tres más.
Todos y cada uno de los golpes sin dejar de imaginarme la cara de gilipollas de Carter. Nada más pensar en el beso que le dio a Melissa el sábado se me cruzaban los cables golpeando infinitamente el saco de boxeo que tenía delante. Y lo hacía, si no fuera por los guantes mis puños estarían destrozados. Pero era la única manera de sacar la rabia que tenía dentro por culpa de ese imbécil.
Cuatro puñetazos más. Las gotas de sudor resbalaban por mi frente y por mi espalda desnuda.
-Eh, eh, tío, para, vas a destrozar el saco. –dijo Khalil, sujetando el saco.
-Es lo que quiero, destrozarle la cara a ese gilipollas. –espeté, sin cesar los puñetazos.
-¿Que gilipo...? –preguntó Khalil, siendo interrumpido.
-Carter. –dijo Ryan, detrás nuestra-. Un tío majo. –dijo, para joder.
Se ve que acababa de llegar, y ya me estaba calentando.
Me giré quitando el sudor de mi rostro.
-Sí has venido aquí para tocarme las narices ya puedes salir por la puerta. –le dije.
-Vamos relájate, estaba de coña. –dijo, más suave-. He traído unas cervezas. ¿Vamos arriba?
Asentí pasando una toalla por mi cuello y saliendo del gimnasio. Subimos las escaleras y nos adentramos en el salón de mi casa. Ryan sacó las cervezas y los tres empezamos a beberlas.
Un silencio se creo en todo el salón.
-Bueno... ¿Entonces quien es Carter? –preguntó Khalil, gruñí nada más escuchar su nombre.
-El novio de Melissa. –dijo Ryan.
Me tensé, joder, que rabia me daba escuchar eso.
-¿Como? ¿Pero Melissa no era tu chica Bieber? –dijo Khalil.
-Que este con ese imbécil no significa que deje de ser mi chica.
Ambos se miraron extrañados. Pero es que era así, me daba igual, como si estaba con el rey de roma, ella era mi chica, mía, y punto.
-Carter va muy jodido si piensa que la va a tener.
-¿Que vas a hacer, Justin? –dijo Ryan.
-¿Yo? nada... nada que no haya hecho antes. No me mires así Ryan, ese imbécil no es nadie, y no va a impedir que yo siga intentado algo con Melissa. Me la suda quien se crea que es con respecto a ella.
-Él es su novio ahora.
Gruñí.
-Yo lo fui antes.
Ryan suspiró y Khalil miraba la escena atento.
-¿Has vuelto a hablar con Melissa?
Negué con la cabeza.
-El sábado no acabamos muy bien... yo estaba bastante enfadado. Ella me había mentido. –eché mi pelo hacía atrás.
-Ya, bro... pero entiéndela, es normal que te mintiera... no creo que seas indiferente para ella, por eso le costaba decírtelo. –asentí, coprendiendo y pensado que tenía razón.
