Capítulo 35 (Final)

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Las llamadas dejaron de entrar luego de unas horas, no sé cuántas veces he marcado sin respuestas, pero ya ni siquiera sale el buzón de voz, llame a Martín para que lo intentará, aunque tuvo el mismo resultado que yo.

-¿Dónde crees que esta? – pregunta, sin ánimos de hablar me encojo de hombros, es muy entrada la noche y estoy más que exhausta.

-Descansa, me quedaré contigo. – dice acomodándose del otro lado de la cama, se recuesta encima sin taparse.

Sonrió en agradecimiento, sin darle más vueltas al asunto, ni tampoco al hecho que Martín pasará la noche conmigo, me meto a la cama.

Nathan se fue temprano a su casa para darles la noticia a su familia, me prometió que mañana estaría aquí para ayudarme, no le he preguntado por su trabajo, he de suponer que ha faltado más de lo permitido, él no ha dicho nada sobre ello, así que yo tampoco lo haré.

Mis padres me llamaron diciendo que estaba en buenas manos, me dieron a entender que se referían al padre de Ian, no les aclare que me quede sola hasta que Cat llego, estuvo unas pocas horas, puesto que su trabajo la consume y no pudo acompañarme más que eso.

Después me encargue de darle de comer a Ian y hacerlo dormir, los segundos que tenía disponibles los ocupaba en marcarle a Liam, claro que sin respuestas. Obligue a mi cuerpo a calmarse, alterarme por la situación podría ser para peor.

La casa estaba desordenada, ya que no dejaba nada en su lugar, me dolía el cuerpo sobre todo el abdomen y creo que use más de la fuerza permitida, espero que no traiga consecuencias negativas en un futuro. Tirada en el sillón mientras Ian estaba en su tercer sueño, se me ocurrió llamar a Martín, quien que me regaño por no pedírselo antes, estaba dispuesto a acompañarme todo el día si fuera necesario, pero como hoy sabría los resultados no creyó prudente estar de espectador por asuntos "familiares".

Los primeras semanas siendo madre 24/7 me estaban pasando la cuenta, con Nathan llegamos a un acuerdo que me favoreció de gran manera, dado que él trabajaba en horario de oficina no podía ayudarme muchas horas, tome la iniciativa que se quedara con nosotros, así saldría beneficiado él para estar más tiempo con su hijo y yo para tomar un respiro. En la habitación que tenía desocupada instalamos una cama provisoria para él, y la cuna quedaría en mi dormitorio, si necesitaba ayuda en la noche solo llamaba y él se encargaba, a pesar de ver lo cansado que llegaba en la tarde por los trasnoches que sufrimos las primeras veces, no protesto, ni tiro la toalla ningún día.

Su madre dejo a un lado la discusión que tuvimos en su casa y viene de vez en cuando a ayudarme, está feliz por su nieto, y yo que pensaba que no lo iba a querer por ser hijo de una zorra, calladita recibía sus consejos e información de utilidad, hasta llego hacerse amiga de mi madre. Unos días más pasaron y vino el padre y la hermana de Nathan a conocer a Ian, mi presencia no era necesaria, por lo que aprovechaba a darme un merecido baño y dejaba que los atendiera Nathan.

Había días malos, eran esos días que podía permitirme ver mi apariencia, cuando me paraba frente al espejo y miraba la cicatriz, ver mi cuerpo cambiado por las consecuencias de nueve meses llevando un ser humano dentro, era muy chocante. Darme ánimos consistía en una tarea diaria, apreciar mi belleza era lo primordial al menos un minuto al día, al pasar de los días eso ha mejorado, por lo menos ya no me quedo viendo un buen rato mi piel flácida en el abdomen. Cuando este recuperada de la operación me pondré en ello y traeré nuevamente a esa Sofí que amaba su cuerpo tal como era.

En el último mes me han visitado más persona que en toda mi vida, todos contentos por conocer al pequeño hombrecito, las caras que más se repetían eran mis amigas, la familia de Nathan junto con la mía y Martín. Valentina demoro en dar su brazo a torcer y dejo parte de su orgullo atrás y conoció por fin a su sobrino, momento incomodo que no quiero volver a pasar, temas de conversación entre el padre de Ian, mi hermana y yo, eran inexistentes. Por suerte la segunda vez se le ocurrió venir con mis padres y fue mucho mejor. No estamos siendo las hermanas del alma, pero al menos la tía de mi bebé lo quiere.

El karma de Sofía  (Segunda parte de "Mis chicos")Where stories live. Discover now