El karma de Sofía (Segunda parte de "Mis chicos")

Capítulo 13

Comienzo el mes de abril con una llamada perdida de Silvia, es raro que llame, porque para que sea una cita no llama, siempre me manda un correo, dado que así habíamos quedado. Cuando comencé a atenderme con ella llegamos al acuerdo de agendar sin terceros, o sea directamente con ella, así evitamos que otro profesional me atendiera y no se repitiera lo de aquella vez que Marilyn se fue de vacaciones, imposible de olvidarlo con el paquetito pegado a mi útero.

Por esa razón es extraño que me haya llamado, la incertidumbre no me deja trabajar tranquila y me escapo unos minutos de mí puesto, voy a la pequeña terraza que tenemos en el primer piso junto al casino.

- ¿Silvia? - pregunto al tercer pitido.

- Sofía, que bueno que me has marcado de vuelta.

- Me sorprendió tu llamada, siempre me contactas por correos.

- Esta vez necesitaba acordar algo importante y un correo era más complicado, ya que precisaba la respuesta en el menor tiempo posible.

- ¿Es algo malo? ¿sobre los exámenes? - cierro los ojos rogando porque todo haya salido bien.

-No, no es sobre eso, he revisado y está todo en orden - me tranquilizo, respirando con normalidad- La cuestión es que necesitamos ajustar las citas, para que vallamos a la par con tu embarazo. Necesito que vengas el viernes a más tardar para una revisión y ecografías importantes. De esa manera estaremos dentro de lo establecido con las semanas que tienes...dado que con el susto de perdida que tuviste nos movió las semanas...

- Entiendo, no hay problema, solo hablo en el trabajo y te veo... ¿a qué hora quieres que este allá? – pregunto, saludando a unos compañeros que fuman a unos metros de mí.

- ¿Te parece al medio día? – pregunta, pienso en si tengo algo importante que hacer ese día para atrasar la cita, sé que Silvia no esta todo el día en el centro, ya que también trabaja en una clínica por las tardes.

- Ahí estaré- respondo, cuando todo cuadra en mi cabeza, el avance que tengo que entregar está casi listo, así que no habrá problema.

- Genial, te veo entonces- se despide con la amable voz que la caracteriza.

- Nos vemos.

Corto la llamada sintiéndome mucho mejor, por un momento temí por el bebé, mi mano que no sostiene el celular está acariciando mi vientre, la quito como si estuviera tocando lava, ruedo los ojos sintiéndome ridícula por la acción, ser una mujer embarazada que no esta del todo contenta hace que haga estupideces y las piense.

-Quiero pensar que no nos habíamos encontrado porque me evitabas- Miro al frente viendo a Rodrigo, mi jefe, novio de Cat que no he visto hace mucho tiempo. Si lo dice él, le creo, mi memoria falla y no tengo idea de cuando fue la última vez que lo vi.

- Creo que eres tú el que me evita- lo acuso sin razón.

- Te equivocas, le he dicho a Cat que te invite a cenar con nosotros.

- ¿En serio? - recuerdo mis conversaciones con ella para saber si es que me ha invitado, pero ninguna viene a mi cabeza - Que yo me acuerde, no me ha llegado la invitación- me encojo de hombros quitándole importancia.

- Bueno si es que la llegas a ver o hablas con ella dile que aceptas, se lo diría yo, pero me dice que solo la distraigo de su trabajo- sonríe, si lo hubiera dicho molesto, me preocuparía que Cat este de malas con él, sin embargo, lo dice de forma cómica, debo suponer que sus palabras para mi mejor amiga surten un efecto diferente al mío.

- Esta bien, solo lo hago porque no quiero quedar mal con el jefe- sonrió de manera normal, pero mi manera "normal" esta fuera de la vida diaria de cualquier persona, me reprendo mentalmente, Geoffroy ignora la situación y me pregunta por el bebé, hoy amanecí mas panzona o eso es lo que creo ver en mi espejo, además de un dolor de espaldas, debería de haberle preguntado a mi matrona si era normal, y ni hablar de mis pechos están cada día más grandes, los tenía de un tamaño promedio, pero como almacenaran leche el crecimiento será notorio.