Capítulo 7

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Liam

Mi padre me induce cada día sin descanso, el negocio familiar pasara a mis manos mas pronto de lo que pensé, dado que él quiere darse un respiro, sobre todo ahora que la carga se intensificará porque seremos internacionales y la responsabilidad caerá en mí, pensé que iba a empezar de a poco, ya que me pidió que comenzara a trabajar en el primer hotel inaugurado de la ciudad, al principio me moleste por lo que me ordeno, estaba listo para afrontar las responsabilidades de la empresa y me sale con eso, al final de cuentas el aprendizaje que adquirí era necesario. El área en la cual me desempeñe, es la primera cara visible hacia nuestros clientes, la conformidad y la atracción de lo que ofrecemos es muy importante, esto influirá en que se quieran hospedar en el lugar y lo cataloguen como el mejor, que es lo que esperamos ser, nuestra misión, la cadena de hoteles está clasificada en la lista de los mejores, no basta solo con estar en ella, si no que estar en la cima.

Cuando estas arriba y lo único que haces son tratos y tratos, te dejas llevar por cifras estipuladas por computadoras, te olvidas que las personas humanas no se pueden leer a través de estadísticas. En general nuestros empleados dan una excelente atención, pero cuando estás tú, prácticamente el dueño, encargándote de darles la bienvenida a su lugar de descanso, debes estar al pendiente que no les falte nada, el descontento que presentan, aunque sea la mínimo se ve reflejado en su despedida, lo insatisfechos que se van, ya sea hasta por el color o lo minimalista que es su habitación, son opiniones que me dan un enfoque para complacer a los clientes, entre muchas cosas más.

Mi padre fue sabio al ponerme en ese puesto, no cumplí todo el tiempo que suponía estar allí, prefirió adelantar el plan de enseñarme todo lo que sabe y ahora casi no tengo tiempo para mi vida personal, sin embargo, no la necesito tanto como hace unas semanas atrás, romper o dejar a mi ex me ha dado bastante tiempo libre, se podría decir que libre, puesto que he estado matando tomo mi tiempo buscando información sobre el mercado del turismo, para esos nuevos hoteles que inauguraremos próximamente en 3 países diferentes, la construcción esta casi lista, afinar detalles y en el año próximo justo en temporada alta estaremos recibiendo a nuevos clientes que se hospedaran en los hoteles "Evans".

No tuve tiempo para llorar por la traición de Sofía, a veces imagino un futuro juntos, la perdonaría si tuviera el tiempo para hacerlo, no creo que quiera mi perdón, si ni siquiera me ha ofrecido disculpas. He tenido el deseo de ir a buscarla un par de veces, nada que una buena distracción no frene, la poca diversión de la puedo disfrutar la ocupo en salir de fiestas, invitaciones que constantemente están llegando. Fin de año esta próximo y las celebraciones son pan de cada día, he tenido que rechazar la mayoría, gracias a los constantes viajes que he tenido que realizar para ajustar detalles de las prontas inauguraciones, inversionistas, publicidad, contratar personal calificado, hacerme respetar a pesar de mi edad, y muchas otras, si mi circulo de amistad no fuera de la misma clase social que yo y fueran inmaduros no entenderían porque no estoy disponible, unos años atrás farrearse la escuela no era un problema, el dinero lo arreglaba todo, pero cuando creces tienes que ser la persona que se encargue de que no te quedes en la pobreza y sí, mis amistades lo saben tan bien como yo, por esa razón las invitaciones no paran de llegar y esperan que pueda asistir, aunque sea una.

La faceta que muestro a mis trabajadores es bastante hosca, sobre todo cuando piensan que soy "hijo de papi" o cuando creen que, por mover la falda, yo las dejare subir como ascensor de puesto, se equivocaron de persona, sus adulaciones no servirán. Mi enojo del mes pasado ha sido un buen detonador para ponerlos en su lugar, claro que siempre con el debido respeto. Cuando por primera vez fui con mi padre a conocer inversionistas en México, me trataron con respeto, pero cuando fui solo, no me tomaron en cuenta, era como si no existiera, hasta me llegaron a insultar y no solo hablo de personajes que tienen poder, si no de empleados que se estaban capacitando para trabajar en las distintas áreas del hotel, no los eche, ni hice una estupidez, pero si los puse en su lugar, alegando que en un futuro cualquier error que sea cometido lo sabre yo y tendré la autoridad de manejarlo como se me dé la gana, ya que seré el dueño de todo, mi padre me felicito por mostrar el carácter desde ya, esperar y dejar pasar una circunstancia así, iba a empeorar el poco respeto que tenía, la última vez que fui, el trato fue mejor, era como si mi padre les estuviera hablando y no un chiquillo de 24 años.

El karma de Sofía  (Segunda parte de "Mis chicos")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora