Capítulo 16

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El restaurant que escogió Cat es bastante costoso, los precios son con varios ceros. Ella y Rodrigo sonríen por la expresión que hago cuando le digo que unos simples fideos cuestan lo que comería en toda una semana.

-Es una invitación, no te preocupes por eso- me dice el novio de mi mejor amiga.

- Eres dueño de una editorial, entre otras empresas, obvio dirías eso- la confianza que empleo en esas salidas es evidente, jamás le hablaría así a un jefe, aunque exceptuando el hecho que coqueteé con él hace unos meses, no diría eso exactamente.

- Por esa razón, solo disfruta de esta lujosa comida- se mofa Cat, debe de estar acostumbrada a estas saliditas que salen un ojo de la cara, quien tuviera un novio rico para disfrutar de esas ventajas.

Pido lo que ellos me recomiendan, me aclaran que han venido seguido por eso su gran conocimiento de la carta. Mi plato se compone de un tipo de carne mezclado con algo extraño que no sé muy bien lo que es, pero esta delicioso y se ve maravilloso, solo espero que no sea un animal exótico o algo así.

Disfrutamos del almuerzo hablando de sus vidas, trato de no hablar de mí, ya que siempre termino haciendo eso en las salidas con mis amigos, ahora estoy tratando de no hacerlo, de ese modo mi actitud y egoísmo se van de mi organismo. Mi jefe alude al proyecto de Cat que la próxima semana sin falta le darán una respuesta, platicamos sobre sus posibles panoramas y todos con optimismo para tranquilizarla, no se me ha escapado su nerviosismo que presenta desde que la vi, debe de estar 24/7 así, agradezco que tenga a su novio apoyándola en todo momento y pese a que dirige una compañía tenga suficiente tiempo para salir con ella , me hablan de una escapada que realizaran mañana a la playa, despejarse a otro ambiente es lo que le hace falta a mi mejor amiga.

Me despido de ellos y tomo un taxi a la casa de mis padres, no vine en auto porque no me apetecía manejar, lo hago toda la semana y de vez en cuando optar por el transporte público es un respiro, puede que sea una de las pocas personas que piense de esa forma. No le avise a mi madre que iría a visitarla, aunque solo sea por la tarde, puesto que no pretendo quedarme hasta mañana, pensándolo bien podría asistir a la comida familiar, que con todo el caos de este último tiempo no he asistido a ninguna, mi abuela ya me lo reprocha muy constante mediante llamadas, siempre le prometo que sin falta estaré el domingo siguiente, una total mentira.

Me abre la puerta una sonriente Flor, se me olvidaba que ahora vive aquí.

- Hola Sofí – saluda- wow como crece- dice mirando mi abdomen, no veo su malicia habitual en su frase, me sorprendo, pero no bajo la guardia.

- Hola Flor...- no agrego nada más y me adentro a la casa.

- Sofí, que hermosa te ves, mi nieto crece cada día más- mi madre me recibe efusivamente besando mi mejilla.

Sonrió sin saber que responder, mi tía se encuentra cómodamente en el sillón viendo algo en la TV, pregunto por mi padre y Valentina, mi madre me responde que ambos fueron a comprar al supermercado hace poco. Flor me ofrece algo para tomar y confusa le recibo el jugo que me sirve, viéndolo así creo que ya no son unas invitadas, sino que se acomodaron muy bien a su nuevo "hogar", ruego porque mi madre no esté haciendo todo el trabajo de la casa, espero que al menos tengan un trabajo y no vivan a costa de mis padres.

Me siento fuera de lugar cuando comienzan a hablar de un tema que desconozco, observo a mi alrededor, hasta que mi celular suena, el nombre de Liam se vislumbra en la pantalla, me voy a la cocina a contestar la llamada.

-Bueno- respondo de forma tosca.

- Sofía... - carraspea- hola ¿Cómo estás?

- Bien ¿y tú? – me doy un paseo por la cocina buscando algo que comer, sin encontrar nada apetecible.

El karma de Sofía  (Segunda parte de "Mis chicos")Where stories live. Discover now