Capítulo 29

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He estado hablando por horas con Cat, mi amiga del alma que esta físicamente en mi departamento desde la mañana, llego el día de ayer, aunque muy tarde, por lo que decidí tomarme el día libre para que nos viéramos de inmediato. Ya compensaré el día laboral perdido.

Me pongo al día con los últimos acontecimientos de mi vida, las palabras salen por todos lados, sin parar y esta me escucha atenta a cada cosa que le digo, interesada en cada palabra sigue poniéndome atención como si solo lleváramos minutos en lo mismo.

-¿Esto pasó hace...?- pregunta confundida por todas las fechas que he tenido que aclarar.

- Hace.... Ah, la semana pasada, siento que fue hace mucho, pero solo ha pasado un poco más de una semana.

- ¿Cómo es que los tres llegaron a un acuerdo para convivir por una horas?

- Ni idea- me llevo lo último que me queda de piña a mi boca, un postre de frutas ya es una costumbre.

- La cuna les quedó estupenda, sabes que soy lerda para armar muebles.

Chocamos las manos, ya que somos iguales en ese ámbito, mis muebles sin ayuda no los tendría armados tan perfectos, por ello los traje casi listos al departamento.

-Háblame de Rodrigo, cuéntamelo todo...- pido poniéndome cómoda para otra larga charla.

No he querido ir a la casa de mi madre, la he estado evitando desde ese sábado, con Nathan todo está "zanjado", desconozco si le habrá dicho a mi hermana, aunque ella no se ha comunicado conmigo, ni siquiera para saber de su sobrino, ahora que lo pienso tal vez sabe, sus preguntas sobre el bebé no eran habitual, sin embargo, nunca paso más de unos días.

Segundo fin de semana desde el cumpleaños de mi madre no puedo ignorarlo y fingir cansancio, aun cuando lo estoy, mi madre ha estado ocupada ayudando a Flor con las propuestas para el restaurant de Joaquín y no hemos coincidido para que me visitara a una buena hora.

Ya sin poder manejar por mi estado y porque mi auto está en el mecánico, todavía, tomo un taxi sin preocuparme de la tarifa, no quiero estresar mi cuerpo por algo banal.

Abro con mis llaves, que gracias a Cat encontré, me ayudo a limpiar, dado que cada día me cuesta más hacer los quehaceres domésticos.

Saludo con un grito al no ver a nadie en la sala, mi madre me llama desde el patio, no sé cómo con el frío que está haciendo este fuera de la casa, voy para allá y me encuentro a mi abuela sentada con mis padres y mi tía.

-¿Qué he hecho para encontrarme a mi nieta por aquí? – abrazo a mi abuela acompañado con sonoro beso en la mejilla, sé que he sido una ingrata al no ir a verla y ella se encarga de sacármelo en cara con un tono de broma.

Saludo a mis padres y a mi tía, pregunto por Flor y Vale, me dicen que andan de compras y llegaran para la cena, al hablar de comida me rugue el estómago, nadie da cuenta de ello, así que voy por una fruta para calmarlo, hablan de ningún tema en específico y me incluyo participando de una buena platica con la familia.

Cerca de las 8 de la tarde llega mi hermana y Flor, hablan y ríen entre ellas hasta que se percatan de mí, ahora nos encontramos en la sala, el frío de afuera ya era demasiado.

-Hola- saludo sintiéndome una intrusa, no pregunten por qué, pero ellas me miran como si escondieran algo.

El silencio me molesta y se escucha un carraspeo de parte de mi padre, ellas vuelven en si y me saludan, se acercan para darme un beso en la mejilla. Avisan que estarán arriba y desaparecen del lugar.

El karma de Sofía  (Segunda parte de "Mis chicos")Where stories live. Discover now