4. ASESINO (Johnlock)

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Domingo, 04 de octubre de 2020, 16:04 (UTC -3) Py

El enfado que John sentía por todo lo que Sherlock prometió y no había podido cumplir se disipaba conforme veía aquel video. Había amado a Mary y cuando ella decidió salvar a Sherlock tomando la bala que era dirigida a él lo único que pudo sentir fue un gran enfado por perderla. En el fondo sabía que no era culpa de él, pero no conseguía no sentirse enojado porque el rizado no había podido protegerla.

Ahora viendo el video donde ella pedía que Sherlock salvara a John de la gran tristeza que lo envolvería, toda la furia que sentía escurría fuera de su corazón para ser invadido por un gran miedo; miedo de perder una de las pocas personas que aún luchaban por él. Su amigo se estaba colocando en peligro para poder salvarlo de la destrucción que la pérdida de su esposa le había causado.

Ni bien había terminado el video se levantó y salió corriendo, dejando a Lestrade y los demás acompañantes confundidos. Llegando a la calle buscó desesperadamente un taxi, pero justamente cuando uno más lo necesitaba, ninguno estaba a la vista. La Sra. Hudson apareció en la puerta y le tiró la llave de su auto diciendo que John se apure.

Sin siquiera dudar, corrió hacia el auto y lo puso en marcha, cada segundo era decisivo para llegar a tiempo de salvar a su amigo, que inconsecuentemente no le importó colocar su vida en peligro nuevamente, no si era para salvarlo a él. Lo más rápido que el tránsito le permitió, se encaminó al hospital donde aquel loco asesino serial planeaba matar a su amigo que estaba internado.

Estacionó el auto de cualquier manera y entró corriendo al edificio del hospital sin importarle las miradas de enfado que le dirigían. Varios pasillos después encontró la puerta de la habitación donde Sherlock estaba recuperándose y cuando por fin el guardia lo dejó entrar se encontraron con Culverton Smith a punto de asfixiar al rizado.

Después de que el asesino tratara de zafarse, y que el loco plan de Sherlock que incluía un cuarto grabador de voz escondido en su antiguo bastón, Smith por fin fue detenido y el rizado no corría más peligro inminente, a no ser por el enfado de su amigo. John odiaba que él se pusiera en peligro por su culpa, y decidió que desde aquel momento no lo dejaría solo por tanto tiempo.

- Creo que aún estas a tiempo de solicitar a Mycroft el pago por vigilarme. – John no lo podía creer, en medio de toda esa confusión el tipo le salía con semejante broma, aún más increíble porque no solía bromear.

- La próxima vez que te pongas en peligro yo mismo me encargaré de matarte. – Lo miró con fingido enfado, tratando de sonar lo más verídico posible.

- Los dos sabemos que no lo harás. – Sherlock lo miró con un atisbo de sonrisa. – Me quieres demasiado.

FICTOBER 2020Where stories live. Discover now