HARDEST TO LOVE / levi ackerman x oc fem !

𝖼 𝖺 𝗉 𝗂́ 𝗍 𝗎 𝗅 𝗈 𝟣𝟩

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desperté al sentir como alguien me hablaba sin parar, me estaba estresando por no poder dormir tranquila así que abrí los ojos de a poco y me levanté de golpe sintiendo un dolor tremendo en mi cabeza y también en mis brazos los cuales traté de alzar pero no pude ya que algo me lo impedía, no dejaba de escuchar como me hablaban pero no veía con claridad, todo se veía borroso y lo único que pude ver en ese momento fue la sala completamente de color blanco y que lo que vestía era una de esas batas que te colocan en el hospital cuando te internaban o te iban a operar, después todo se volvió negro nuevamente como cuando había estado por ultima vez en aquel jardín del que pensé nunca salir.

— ¿entonces estará recibiendo terapia por trastorno depresivo mayor?— escuché que decía mi mamá pero la escuchaba muy lejos de mi, casi no podía entender de que hablaba con quien parecía ser un doctor.

— tal y como usted lo dijo, Señora. —

semanas después.

— ¿entonces dices que hoy no lo has visto? — hablaba ella mientras escribía en su pequeña libreta, estaba aburrida de este estúpido 'tratamiento' el cuál estaba segura de que no me estaba ayudando.

— el ya no quiere verme porque piensa que todo lo que me está pasando es por su culpa, pero, yo sola me metí en esto — la miraba fijamente con una expresión aburrida, no podía creer que debía estar viniendo todos los días a conversar con ella como si nos conociéramos de toda la vida, recién la había conocido hace dos semanas.

— puede ser mejor que ya no lo veas, tal vez el sabe que te sentirás mejor si se va completamente de tu vida — enojada me levanté del sofá donde me encontraba, ella me miraba asustada como si fuera a matarla pero lamentablemente no podía hacer eso.

— ¿que sabes tu, Carla? ¿qué sabes tú sobre nosotros? no sabes nada así que no deberías estar hablando así como si nada, como si no me doliera saber que en cualquier momento el me dejará para siempre y nunca más podré verlo — le dije dirigiéndome hacia la puerta, pero antes de salir me giré hasta poder verla de nuevo — Levi es lo mejor que me a pasado y aunque no esté vivo para ustedes el lo esta para mi, yo puedo verlo, escucharlo y tocarlo siempre que me va a visitar, ¿crees que me importa que me vean como una loca que habla con un fantasma? pues me vale una mismísima mierda, nunca seré feliz o al menos hasta que el realmente quiera descansar en paz.

salí de la pequeña habitación dando un portazo, siempre que venía con Carla me repetía lo mismo, me decía que debería olvidarme de Levi ¿acaso podría hacerlo así de fácil? no sabía por qué actuaba como una típica adolescente que estaba enamorada perdidamente de alguien, pero mi caso era especial y demasiado si te ponías a pensar, estaba obsesionada con un fantasma que hasta podía ser producto de mi imaginación, pero no me importaba porque el era el chico que después de mi pequeño accidente venía todas las noches a consolarme, hacia todo lo que ni siquiera mi mamá se atrevía.

— no debiste hablarle así a ella, sólo quiere ayudarte. —

— créeme que por mi te habría olvidado desde hace mucho tiempo ¿pero que crees? no puedo hacerlo —
cambié de tema sentándome bajo el gran árbol que había en el patio trasero de la gran clínica a la cual asistía todos los días por el tratamiento, ya hasta parecía que vivía acá.

— sé que quieres olvidarme, pero no puedo dejarte así cómo estás, eres capaz de lastimarte a ti misma y no te dejaré — Levi se sentó al lado mío y aproveché para apoyar mi cabeza en su hombro.

— Levi, es muy considerado de tu parte venir conmigo cada vez que discuto con alguien pero no es necesario, yo quiero olvidarme de ti, quiero comenzar de nuevo si por así puedo decirlo — dije con la vista en frente mientras tomaba una flor seca que había en el césped, la dejé en las piernas de el chico al lado mío quien me miraba.

— puedes hacerlo, no te molestaré pero hasta que no vea una sonrisa sincera de tu parte no me iré de tu lado — levanté mi cabeza de su hombro forzándome a sonreírle mostrando mis dientes, le saqué una pequeña risa — es divertido pasar tiempo contigo a veces.. —

— a veces... eso también lo decía Annie — dije ahora abrazando mis piernas.

— ¿hablando con el fantasma, Mai? — no era Levi quien hablaba así que dirigí mi vista a quien estaba hablándome de esa forma tan descarada.

— Eren, ¿que te trae por aquí? ¿al fin vas a confesar tus sentimientos hacía mi? — dije en forma de broma mientras veía al chico de cabello largo rodar los ojos, reí y me levanté colocando mis manos en sus mejillas — vamos, admite que te gusto. —

— está claro que yo te gusto a ti, Mai, ahora quita tus malditas manos de mi cara que me duele — besé la punta de su nariz haciéndolo sonrojar y quité mis manos de sus mejillas — vamos adentro que debes firmar unos papeles antes de irte a tu casa.

suspiré siguiéndolo nuevamente hasta adentro de la clínica, el me mostró los papeles y simplemente firmé queriéndome ir rápidamente de allí.

conocí a Eren uno de mis primeros días aquí adentro y todo comenzó bien, el bromeaba conmigo tanto como yo bromeaba con el, era uno de los ayudantes a enfermeros acá aunque no era viejo si no que tenía recién sus dieciocho años ¿qué hacía trabajando desde tan joven? lo mismo le había preguntado y el dijo que tenía una familia a la cual cuidar así que no le pregunté más, Eren iba por mi siempre que lograba escapar de la bruja Carla, no podía decir que algún sentimiento romántico había crecido hacia el pero de que era guapo lo era y mucho.

— ¿te voy a dejar a tu casa? — habló y rápidamente asentí agarrando su brazo con mis manos, el me sonrió y me guió hasta su auto, subimos allí — ¿por qué no colocas música? —

— está bien, veamos qué hay de bueno en la radio — encendí la radio y mientras cambiaba escuché una canción que conocía 'Sofia, Clairo' así que la dejé ahí.

el camino a casa no era largo así que no tardamos mucho en llegar, me bajé de su auto no sin antes haberme despedido de Eren y entré a mi casa subiendo rápidamente las escaleras hasta llegar a mi habitación, me encerré ahí y tomé uno de los tantos cuadernillos que había por el piso, recogí también algunos lápices para después comenzar a dibujar un chico alto de cabello largo y castaño con ojos color esmeralda frente a un precioso mar.