Capítulo 57

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NARRA MACARENA

Seguía sin creer cuánto había cambiado en menos de un año, me había convertido en una joven sin tantos miedos, sí, eso me alegraba, pero no lo mentirosa que me estaba volviendo. Ahora las mentiras se habían vuelto parte de la solución de mis problemas, como lo había hecho con Fabio.

Traté de no entrar en una crisis existencial cuando vio los mensajes que la morena me había enviado, no sabía exactamente lo que había escrito, pero me aventuré a decir lo primero que se me vino a la mente. Me acerqué cariñosamente a Fabio y le dije que Zulema se había dado cuenta del error que cometió al tratarnos de aquella manera, por lo que ahora trataba de enmendarse a toda costa, pensando que mis amigas y yo podríamos declarar en su contra ante los medios o en cualquier otro lugar. Creíble, demasiado creíble. Tomándolo por desapercibido, le quité el celular de las manos y tuve que darle un pequeño beso.
Revisé y por fortuna ninguno de los mensajes que logró leer contenía algo comprometedor. No esperé a que le de tiempo de hacerme alguna pregunta más, cuando volví a tocar el tema de Valbuena. Era una excusa, pero también me interesaba saber cuál había sido finalmente su decisión ante aquello, inclusive ya habíamos discutido previamente a causa de este.

- Cariño, no volveré a juntarme con él más que por la asesoría.- me juró

Era algo a lo que no hubiese querido llegar, ya que me sentía mal de estarle prohibiendo cosas, pero sabía que era lo mejor para mi tranquilidad. Ismael Valbuena junto a su tío habían llegado a ser un completo tormento para mi vida.

Hoy nos tocaba ir a las oficinas de Zahir Firm para trabajar en los avances de la asesoría, específicamente a la oficina que la empresaria nos había acomodado desde hacía meses atrás.

Hablando de la morena, durante estos días me había seguido enviando mensajes, los que porsupuesto yo no respondía a ninguno. Y las veces que quería conversar conmigo en la universidad, allí estaban mis amigas al lado mío para impedirlo.

- ¿Listas?, el chofer ya está llegando.

- Vale, pues vamos yendo a su encuentro.

- Sí, porque luego tiene que ir volando hacia donde mi padre. Por cierto, Maca, nunca fuiste a visitarlo y ya ni me enteré qué es lo que te quería decir.

- ¡Hostias!, lo olvidé completamente. ¿Sabes sí aún desea que lo vaya a ver?

- Bueno, no me ha vuelto a mencionar del tema, pero le consultaré.

- Vale, gracias.

Por más que ya conociéramos las instalaciones de la Firma, cada nuevo día en que acudíamos al lugar, era como la primera vez. Nunca me cansaba de admirar lo perfecto que era el lugar.
Podría decir que nuestra oficina era demasiado para unas simples estudiantes universitarias, sin embargo, era la más básica en comparación a las otras instituciones del lugar. Obviamente nada que ver con la de Zulema.

Estuvimos poco más de dos horas tratando de aterrizar los objetivos y estrategias de la asesoría, por fortuna llegamos a un acuerdo y ya teníamos aquella primera parte lista. Ahora solo quedaría cada una dejar volar su creatividad e intelecto para proponer acciones en concreto que sean viables para lograr ejecutarse al final de nuestro trabajo.

- Tías, me tengo que ir al trabajo. ¿Seguimos conversando a ver si sale algo este fin de semana?

- Claro, me pinta bien. ¿Tú Maca?

- No le preguntes porque ya la conoces, a esta tenemos que llevarla a rastras.

- Oigan, ¡gracias eh!.

- Lo siento, hermosa, pero es la verdad.- se acercó a darme besos en todo el rostro.- igual sabes que te quiero.

- ¡Ya, déjame! Que te pires de acá, estoy molesta.

Bajo hipnosis (Zurena AU)Where stories live. Discover now