Capítulo 91

1K 68 206
                                    


NARRA ZULEMA

Entendía perfectamente que esta no era únicamente una fiesta para divertirme, también era una especie de actividad para reforzar vínculos y ganarme tanto a los trabajadores como a los empresarios invitados.

Todo el mundo me llamaba de un lugar a otro para aprovechar en conversar, según sus palabras textuales, "temas importantes", pero para mí ya nada de eso era lo único importante en mi vida, ahora estaba la rubia, y yo sólo quería reunirme con ella.
Intentaba ubicarla, pero no se encontraba más en aquel lugar en donde la había dejado ni en alguno cercano a donde yo aún seguía fingiendo escuchar a quien me hablase.

Aproveché un descuido de mi último acompañante, el director general de una importante constructora, para despedirme rápido y acercarme a Saray, a quien ubiqué no tan distante a mí.

- Gitana, no encuentro a Macarena. ¿Por qué cojones no estás con ella?

- Pero Zule.- dejó el bocado que estaba por meter a la boca.- No soy la niñera de la chocho lacio. Lo siento, de la rubia.

- No lo eres, pero sí la única persona a parte de mí, que puede acompañarla en medio de tantos desconocidos.

- Shh, Zule baja la voz que se te escucha.

Ella tenía razón, se me había escuchado más alto de lo que pensé que había hablado y a ella igual, fue en ese momento que noté un silencio inusual en los invitados. La música iba dejando de oírse de a poco, hasta que todo fue un rotundo silencio.

- Buenas noches. No saben cuánto me ha emocionado escuchar aquel discurso de mi nieta.

Esa voz, ¿qué hacía aquí?, ¿qué estaba haciendo? Karim estaba al frente en el escenario sonriendo ante todos los invitados. Esto no me gustaba en lo absoluto, más que lo haya hecho sin avisarme. Casi una semana, una jodida semana sin saber noticias del viejo y ahora viene a presentarse como si nada, enfrente de todos.

- Comprendo lo emotivo que ha sido todo esto para Zulema.- suspiró.- es que este aniversario es totalmente distinto a algún otro.

- Tía, esta sí que te la has guardado bien, eh. No sabía que el viejo estaría aquí.

No escuchaba con claridad lo que estuviera comentando la gitana, ya que toda mi atención estaba centrada en el hombre que había robado la atención de la noche.

- Este año, mi nieta, quien ha liderado ya por diez años la firma de una dinastía familiar, finalmente se despide de su puesto.

- ¿Qué es lo que ha dicho?.- preguntó la gitana.

- Me cago en todo, yo lo mato.

- ¡No!, Zule.- me jaló de regreso.- Tía, calma.

- ¿Y qué cojones quieres que haga calmada?

- Pues no se, tía, pero no puedes armar ningún espectáculo. Déjame pensar en algo rápido.

- Te recomiendo que te apresures porque se me acaba la paciencia de verlo allí hablando gilipolleces.

- ¡Ya! Lo tengo.

- Habla rápido.

- Tú ve acercándote a él, pero disimula esa cara, tía.- me advirtió.- Yo iré a cortar los micros en cuanto te vea al lado suyo.

- Mas te vale que funcione Saray.

Me apresuré hacia el escenario donde  Karim seguía hablando como si yo ya no existiese más en la Firma.
Antes de que continuara con su patético discurso, de un fuerte abrazo logré quitarle la palabra de la boca. Pegué fuertemente su rostro al mío y le hablé al oído, así nuestra pequeña conversación pasaría inadvertida por los presentes que debían estar pensando que se trataba de un tierno abrazo abuelo-nieta.

Bajo hipnosis (Zurena AU)Where stories live. Discover now