Bajo hipnosis (Zurena AU)

Capítulo 52

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Este contenido puede herir susceptibilidades, así es que se aconseja leer con tranquilidad en un ambiente tranquilo.

La autora no se hace responsable de consecuencias y/o efectos en el lector 👀.

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NARRA MACARENA

Una vez más me encontraba hipnotizada por la belleza de esta ciudad, era tan cálida y acogedora, que no quisiera irme nunca. Hoy era nuestro último día en París y temía ver cuánto iban a cambiar las cosas al regreso de este viaje.

He perdido mi virginidad, algo que imaginé pasaría en un contexto totalmente diferente. Casada, en mi luna de miel, con el hombre de mis sueños, ese que me acompañaría el resto de mi vida. Pero a quien me he entregado es a Zulema, me he entregado totalmente a ella, y lo considero así porque le he dado lo que nunca antes a nadie, mi cuerpo y mi corazón.

Volteo a ver a la morena que descansa plácidamente en aquella enorme cama de sábanas blancas, y los recuerdos de la mágica noche que tuvimos regresan a mi mente. Fuimos pura pasión desbordante que no cesaba de tener más la una de la otra. Zulema me hizo sentir tantas cosas maravillosas que en mi vida pude imaginar. Sus caricias me decían más de lo que la empresaria podía haberme dicho durante todos estos meses de conocernos, pero ahí es cuando venía mi incertidumbre... Saber si solo se trataba de una calentura del momento, esas donde dices todo lo bonito solo para disfrutar aquel instante, o de algo que iba mucho más allá. Sabía bien que Zulema Zahir no se enamoraba, sin embargo, todo lo que pude sentir anoche fue lo más parecido al amor, si es que no me equivocaba.

Anoche le entregué mi corazón sabiendo que podría arrepentirme y aunque ahora mismo no lo hiciera completamente, debía obligarme a dejar atrás aquellos recuerdos, para bajar los pies a la tierra y afrontar mi presente.
Tenía enamorado. Me sentía muy mal por lo que le había hecho a Fabio, lo había engañado y él no se merecía esto.
A fin de cuentas, la culpa no era de Zulema, sino mía, fui yo quien tomó la decisión. No podía mandar en mi corazón, aunque tal vez era demasiado tarde para tratar de hacer lo posible por cambiar las cosas a cómo ahora se encontraban.

- Macarena.- sentí las manos de la morena en mi cintura y su boca tan pegada de mi oído que juraba sentir su respiración tan relajada.- ¿Por qué no me despertaste?

- Zulema, lo de anoche ha sido un error que no se volverá a repetir.- me apresuré en decir.

Me dolía decir aquellas palabras, pero era lo más justo para como estaban actualmente las cosas. Sabía muy bien que la morena no buscaba una relación oficial y yo ya no quería salir más dañada de todo esto.

Vi que Zulema se había quedado congelada aún con sus brazos bordeando mi cuerpo, puede ser por cobarde, pero decidí aprovechar aquel momento para alejarme de la situación.
Decidí dirigirme al baño y así poder cambiarme con mayor comodidad, pero el agarre de la morena me detuvo.

- No entiendo. ¿Por qué ese cambio de actitud literalmente de la noche a la mañana?

- Zulema.- me solté delicadamente de su agarre.- Estoy en una relación y no quiere engañar a Fabio.

Escuché una risa de burla proveniente de la morena. Al parecer le causaba gracia algo de lo que había dicho, pero a mí no. Cada segundo más que pasaba al lado de Zulema, me hacía sentir peor al recordar a Fabio.

- ¡Ay rubia!.- dejó de reír.- Y lo de anoche ¿qué?. Tú no lo quieres a ese gilipollas.

- ¿Cómo sabes que no lo quiero?