— Gracias, bebé. Mamá te ama mucho, mi pequeño príncipe. — Ella besa mi mejilla.

— También te amo mamá.

Ella me suelta y entra cerrando la puerta tras de ella.

Me quedo unos minutos y cierro los ojos cuando lo escucho romperse por primera vez en toda mi vida.

El lo necesitaba. Él necesitaba desahogarse y no había mejores brazos para eso que los de nuestra madre.

(...)

Miro al techo mientras sentía el vacío dentro de mi.

Vacío, era extraño sentirse así.

A veces sentia que mi tristeza me estaba ahogando hasta lo más profundo de mi y sentía pánico. No era normal y no quería aceptarlo.

El timbre suena y no hago nada para moverme.

Magnus se mueve a mi lado mientras escribia en su laptop.

No entendía como lo hacía.

Hace un rato colapso y luego de media hora, había salido del estudio con la cabeza en alto como si nada hubiera pasado.

Lo sentía relajado. Lo envidiaba por qué mientras, yo sentía que nada aliviaba ni mi corazón, ni mi alma.

— ¿Quién es usted?

— Busco a Magnus y Malcolm. Sé que están aqui. — Me tenso por qué se de quién es esa voz.

Magnus se levanta rápidamente y yo lo hago después de el.

Veo como ese maldito desgraciado entra a la sala de estar con una de mis madres.

— ¿Cómo te atreves a venir? — Suelto y doy un paso. Un brazo me impide seguir y se que es Magnus.

— ¿Qué haces aquí? — La pregunta la hace Magnus.

— Solo vengo a entregarles esto. — El alza un sobre blanco.

Magnus camina hacia el y toma el sobre para luego abrirlo y empezar a leerlo.

— Es una carta de citación al juzgado en Derby. — Mi ceño se frunce y veo como mi padre y mi otra madre entran en ese mismo instante.

— ¿Juzgado? — Mi padre pregunta confundido al igual que yo.

— Abi y yo abrimos el caso contra Emma Rose y le pedimos amablemente que asistan a declarar en su contra.

— ¿De que mierda estas hablando? — Pregunto y Magnus alza su rostro hacía a mi.

— Están demandando a Emma por secuestro, manipulación y uso de drogas y ser autor intelectual de una agresión.

— Oh, olvidaste la parte donde le exigiremos dinero por daños y perjuicios hacia nuestra persona. — El nos mira sonriendo a los dos. — Espero asistan. Me voy, eso era todo.

El se da vuelta.

— ¡Espera! — Le grito y el se detiene. — ¿Que significa esto? ¿Qué ocurrió?

— Oh, ahora sí quieres explicaciones. — El niega. — ¿Quieres saber qué ocurrió antes y después de la noche que nos encontraron a Abi y a mi en ese hotel? Pues vayan al juzgado y declaren contra la perra de su ex novia.

El vuelve a darse la vuelta y empezar a caminar pero vuelve a detenerse.

— Ah, se me olvidaba. Espero que preparen una buena disculpa para Abi, por qué la necesitaran.

Y sin más se fue.

Dejándonos a todos con la incógnita y la duda.

¿Qué ocurrió esa noche?

Dankworth [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora