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Contenido adulto 🔞


Ansiosa. Inquieta. Desesperada.

Así estaba en estos momentos.

Acabábamos de aterrizar en Nueva Zelanda y yo lo único que podía pensar era en estar entre los brazos de Magnus ¡Lo necesitaba!

—Malcolm. —Me quejo y el suspira.

—En unos minutos lo verás, calma.

Me vuelvo a quejar y el vuelve a suspirar.

—¿Cuanto falta? — Me remuevo en mi lugar.

—Solo están chequeando unas cosas, pasaremos por nuestro equipaje e iremos a la casa.

Gruño.

—¿Dónde está Magnus?

—En el trabajo. Ya debe de saber que llegamos y debería estar llendo a la casa. — El empieza avanzar luego de que hicieran lo que tenían que hacer con nuestros documentos.

—¿Por qué no lo llamas?

Veo como llega un hombre con nuestro equipaje y empieza a seguirnos por todo el aeropuerto.

—Por que Magnus lo sabe todo. — El se encoje de hombros. —No hay movimiento que hagamos que el no lo sepa. Debieron de avisarle que ya aterrizamos.

Salimos del aeropuerto y el viento cálido de Wellington, Nueva Zelanda impacta en mi rostro, no se crean, estaba más que emocionada por estar aquí.

Luego de la graduación de Connor en donde conocí a su padres y sus tiernos abuelos, de los que por cierto quede encantada, habíamos cenado con el y su familia, habíamos partido directamente al aeropuerto.

El padre de Connor a pesar de ser un hombre serio, era una persona muy agradable y veía a su hijo como su mejor logro. Estaba segura que aunque Connor tuviera muchos baches en su camino su padre estaría eternamente orgulloso de el. Su madre en cambio era una mujer risueña pero muy sensible por lo que su esposo e hijo aprovechaban para gastarle bromas que la volvían loca.

Sus abuelos lo amaban y dieron la noticia de que si, ellos volverían a mudarse a Londres, algo que al parecer a Connor no le sorprendió, pero sé que en el fondo le alegro aquello. Amaba a su abuelo y adoraba a su abuela.

Me había encantado ver esa faceta de Connor. Ver cómo le gastaba bromas a su madre junto con su padre. Cómo hablaba con su padre de un partido de fútbol pendiente. Sus planes de hornear galletas con su abuela y como le prometía a su abuelo que lo llevaría a un bar a emborracharse.

Ver esa imagen familiar me causo felicidad por el. Me gustaba ver como sí había familias felices en el mundo y me daba esperanza de tener algo así en el futuro.

Subimos a un auto y lo que vi a medida que avanzábamos me impactó ¡Esto era jodidamente hermoso! El mar, los edificios, las casas ¡Todo! Y cuando vi una casa inmensa frente a la playa creo que me había enamorado.

—¡Oh por Dios! — Baje del auto impactada con la mansión que había en frente de mí.

—¿Bonita no? Magnus tiene buenas maneras de derrochar dinero. —El ayuda al chófer a bajar el equipaje.

Admirando la gran casa veo cuando la puerta se abre y siento como todo en mi revolotea. Ahí está, mi Magnus, mi rey supremo.

Chillo y por el rabillo de mi ojo puedo ver cómo Malcolm se golpea con la cajuela y suelta un gemido de dolor y como el hombre suelta del susto el equipaje de sus manos. Si, mi grito pudo escucharse al otro lado del mundo. Empiezo a correr hacia el lanzandome a sus brazos y el me ataja sujetandome contra su cuerpo. Lo abrazo tan fuerte que creo escucharlo quejarse. Mis piernas se habían envuelto con fuerza en su cintura y mis brazos en su cuello, era un lindo mono pelirrojo encima de mi novio.

Dankworth [+18]Where stories live. Discover now