YASKBILL (Saga Yaskbill 1)

Capítulo 47: Revelaciones

Subimos las escaleras. Una enorme puerta se encuentra en frente de nosotros, se va abriendo poco a poco. Tras ella un enorme jardín repleto de flores aparece, en el centro un pedestal con un enorme libro abierto. Miro a Aiden, él me mira y se encoge de hombros.
-Supongo que ahí encontraremos las respuestas -susurra.
-¿Lo has supuesto tú solo o te ha ayudado alguien? -pongo los ojos en blanco.
-Hemos dicho que estamos en tregua hasta que todo acabe -me espeta.
-Lo siento -susurro. Me ha salido solo -le esbozo una sonrisa fingida.
Aiden pone los ojos en blanco y comienza a andar hacia el pedestal. Yo le sigo más atrás. Cuando llegamos comenzamos a leer el libro.
-Un gran poder, una gran responsabilidad, la magia más pura y poderosa de todas, está encerrada en los cuerpos más pequeños -lee Aiden en susurros. ¿Esto es una adivinanza? -me mira incrédulo.
-Tikki -susurro.
-¿Tikki? ¿Quién es esa?
-Es una niña pequeña, la salvamos de unos Oscuros. A lo largo del viaje, nos hemos dado cuenta de que posee una gran magia en su interior. Hasta Molly noto su fuerza.
-¿Y que mide medio metro? -se ríe. Aquí pone que esta magia viene en los cuerpos más pequeños.
-No idiota -le pego en el brazo. Es una niña, tiene diez años -susurro.
-¿Diez años? Y para qué usa su magia, ¿para jugar con muñecas? -se vuelve a reír.
-Aiden en serio, se me había olvidado lo gracioso que eras, te lo prometo, me estoy riendo muchísimo -le contesto completamente seria, seca y sin la mínima mueca que pueda parecer una sonrisa o que me esté riendo.
-Vale, vale lo pillo, callado estoy más guapo -susurra.
-Gracias -sonrío. Y para tu información, Tikki ha conseguido detener el tiempo.
-¡Venga ya! -exclama sorprendido.
-Lo que oyes -susurro.
-Supongamos que el Señor Oscuro la necesita a ella o a su súper magia interior. ¿Cómo lo detenemos?
-Supongo que tendremos que seguir leyendo para averiguarlo -susurro.
-La única forma de destruir el arma secreta es utilizando la daga daédrica oscura, para quitarle la vida o arrebatar su magia.
-¡No! ¡Me niego! -grito y doy un golpe en el pedestal. No voy a matar a Tikki y tampoco le arrebataré su magia.
-Alice -susurra Aiden y de la contraportada del libro saca la daga daédrica oscura.
-Guárdala, nadie sabrá que la tenemos y por supuesto, nadie sabrá como acabar con el arma secreta.
-Pero Alice...
-¡Nadie! -grito. Y ni se te ocurra decir que es Tikki, si lo haces, juro que usaré la daga para arrebatarte hasta el más mínimo ápice de magia.
-Está bien -susurra asustado. Guardaré el secreto pero, ¿hasta cuando?
-Hasta que hable con Breasen y sepamos que hacer.
-Está bien -asiente.
-Ahora volvamos.
Cerramos el libro y salimos del jardín. Bajamos las escaleras y conforme llegamos a la entrada, las estanterías se abren de nuevo. Un hechizo entra a la velocidad de un rayo, me da tiempo a esquivarlo pero el hechizo impacta en el hombro de Aiden, el hombro se le disloca y Aiden ahoga un grito de dolor.
-¡Aiden! -grito preocupado desde el suelo tras esquivar el ataque. Aiden no me contesta, le noto perdido y desconcertado.
-¡Orvige! -grito. El hechizo no sé si llega a darle a algún Oscuro pero si veo como una enorme estantería se derrumba encima de ellos. Me acerco a Aiden.
-Estoy bien -susurra. Da dos toque con su varita en el hombro y este queda como nuevo.
Salimos de las escaleras y nos escondemos detrás de unas estanterías. Estoy con Derek y Lya. Aiden se ha ido con Jonathan y Connor.
-Habéis tardado más de lo que prometiste -susurra Derek. En ese instante, un hechizo impacta en su cabeza pero, el hechizo lo atraviesa. Me quedo perpleja. Derek desaparece y luego vuelve a aparecer.
-¿Qué ha sido eso? -susurro pasmada.
-¿Nunca has visto magia holográmica?
-¿Eres un holograma? -desvío un hechizo para que no nos alcance.
-Sí, mis hermanos también. Molly nos creó tras la pérdida de sus hijos. Somos como ellos, actuamos como ellos y ahora mismo tenemos la edad que ellos tendrían.
-Pero sois hiperrealistas, ¿cómo es posible? -pregunto anonadada.
-La magia no tiene limites -susurra, me guiña el ojo y lanza un hechizo. El hechizo impacta en un Oscuro, rebota a otro y ambos caen al suelo.
-¿Podéis herir?
-Podemos hacer todo, excepto herirnos, Molly nos programó así, no quería volver a ver a sus hijos sufrir.
-Estoy en shock -susurro.
-Los demás se quedaron igual cuando lo descubrieron.
Jonathan dispara y acaba con un Oscuro, ese era el último. Salimos de la biblioteca y volvemos al salón. Me acerco a Derek.
-¿Qué les pasó? -pregunto. ¿Qué les pasó a los hijos de Molly?
-La mansión ardió, Molly intentó con todas sus fuerzas salvar a cada uno de ellos, se dejó la piel en ello y excepto por Anita, consiguió salvarlos a todos. La pequeña, murió en sus brazos tras inhalar demasiado humo.
-¿Y los demás? -pregunto con miedo y la voz rota.
-Una vez fuera, estaban esperándolos, todo estaba planeado, detuvieron a Molly y la obligaron a mirar mientras asesinaban a sus hijos a sangre fría.
-Que horror -susurro y me echo a llorar. Derek se acerca a mí y me abraza. Le abrazo con fuerza.
-Ojalá Molly estuviera viva para darle todo el apoyo que necesitase. ¿Por qué no me lo contó? Podía haberla ayudado, podía haber estado con ella.
-Molly no olvidará jamás aquella noche y nunca, nunca le contará a nadie lo ocurrido. Ya conocías a Molly.
-¿Quiénes mataron a sus hijos?
-Vrahes -susurra.
-No me sorprende, son entrenados por y para matar. Al servicio de cualquier ser que pueda costearle lo que quieran. ¿Pero por qué a Molly?
-Alice, todo el mundo tiene dos caras -susurra. Y no olvides, que no existe ni el bien ni el mal, solo seres vivos luchando por su supervivencia.
-¡Tenemos que irnos! -grita Lya.
-¡Oscuros! -grita Connor.
-Están llegando por todas partes, empiezan a rodear toda la mansión -añade Aiden.
-¿Y ahora qué? -susurra Jonathan.
-Ahora huís -dice Luna desde las escaleras.
-¿Por dónde? -pregunto. Nos tienen rodeados.
-Seguidme -susurra Luna.
-Activar seguridad -musita Derek.
En el porche, aparecen dos cañones mágicos y comienzan a disparar a cada uno de los Oscuros. Mientras tanto, diversas capas de hechizos proyectores comienzan a cubrir la mansión.
-Increíble -susurramos Aiden y yo al unísono.
-¡Vamos! -grita Derek. Tenéis que iros.
Corremos hacia dónde se encuentran los demás. Están detrás de las escaleras en el pequeño hueco que no se ve nada, solo oscuridad.
-Solo tenéis que atravesarlo -nos dice Luna. Y recordad, no podéis teletransportaros con Lya, pueden encontraros más deprisa que creando un portal.
-Mucha suerte -susurra Derek.
-Gracias -abrazo a Luna y después, abrazo a Derek.
-Recuerda lo que hemos hablado -me susurra al oído. La frase "todo el mundo tiene dos caras" y "solo seres vivos luchando por su supervivencia" invaden mi mente.
-Lo haré -le contesto.
Aiden me está esperando para que pase antes que él. Un fuerte estruendo, nos advierte de que los escudos protectores, han sido destruidos. Miro a Aiden, y luego cruzo.

Siento como si estuviera cayendo al vacío. No paro de caer y caer, como si no tuviera fin. Como si estuviera atrapada en un bucle o sueño en el que no dejara de caer y con miedo de llegar al suelo y despertarme sobresaltada. Y antes de que pueda sentir o pensar algo más, comienzo a sentirme mojada, húmeda. Veo una luz encima de mí, comienzo a seguirla. Me siento como si estuviera buceando en el mar. Entonces salgo y hemos vuelto al lago en el que aparecimos tras usar el teletransporte de Molly. En la orilla, se encuentra el resto que está siendo recibido por Alaric y los demás. Llego a la orilla y Alaric me extiende la mano, me ayuda a salir del agua y acto seguido le abrazo con fuerza.
-Me alegro de verte -susurra.
-Yo también -susurro y le abrazo con fuerza.
-¡Alice! -grita Tikki y viene corriendo hacia a mí y cuando está lo suficientemente cerca, salta a mis brazos. La agarro con fuerza y la cojo.
-Te he echado mucho de menos -le susurro y esbozo una sonrisa.
-Yo a ti más -sonríe. Te he echado mucho pero que mucho de menos -susurra. No volveré a separarme de ti nunca más, te lo prometo.
Las palabras de Tikki me parten el corazón en dos, sin poder evitarlo me encuentro emocionada y limpiándome las lágrimas.
-No llores, ya estamos juntas de nuevo -susurro y me da un tierno beso en la mejilla.
-Lloro de felicidad -susurro. Tenía ganas de volver a verte -sonrío.
-Yo también tenía ganas de estar todos juntos de nuevo -susurra Lya que no le ha soltado la mano a Alaric desde que llegamos.
-Somos como una pequeña familia -susurra Tikki y nos mira a mí, a Lya y a Alaric.
-¿Y nosotros qué? -le pregunta Jonathan fingiendo estar enfadado.
-Vosotros también -dice Tikki riéndose.
-Eso esta mucho mejor -dice Jonathan sonriendo y agarrando a Tikki en brazos.
Me aparto un instante para ayudar con las tiendas de campaña para pasar la noche aquí y mañana seguir con el viaje. Entonces Aiden, se para a mi lado.
-Ahora lo entiendo -susurra Aiden.
-¿Entiendes el qué? -pregunto curiosa.
-El por qué no quieres que se sepa el secreto de Tikki -susurra mientras la mira jugar con Jonathan y Connor.
No digo nada, me quedo mirándola también. Después de un rato, le contesto.
-Es una niña maravillosa y cariñosa que se merece vivir una vida tranquila y feliz. Y me da igual que el Señor Oscuro gane, no pienso permitir que nadie ni nada le arrebate la sonrisa -susurro.
-Te ayudaré Alice, te ayudaré a proteger a Tikki aunque sea lo último que haga -susurra. Miro a Aiden y luego me esboza una pequeña sonrisa.
-Ya no sabes que hacer para seguir con la tregua -sonrío.
-Me has pillado, era un truco -se ríe y me río. No, ahora en serio, te ayudaré a mantenerla a salvo -esboza una sonrisa.
-Gracias -le devuelvo la sonrisa.