Capítulo 37: Un final inesperado

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Salimos del Subterráneo a duras penas. Voy agarrado a Daniels, no puedo mantenerme en pie. Al menos, hemos acabado con la Bestia, ha sido más difícil de lo que me esperaba. La plaza de Lullaby está repleta de personas que aplauden nuestra victoria contra la Bestia. Nos miramos unos a otros y esbozamos una sonrisa satisfactoria. Nadie confiaba en nosotros y lo hemos conseguido.
-Volvamos a casa -nos dice Arak.
-Espero que nos volvamos a encontrar -nos susurra Brais.
-Si necesitáis nuestra ayuda, avisadnos -le contesto con una sonrisa.
-Lo mismo te digo -me sonríe Nathan.
Arak nos teletransporta a la mansión. Daniels me lleva hasta un sofá y me tumba.
-Gracias -susurro.
-No tienes que dármelas -sonríe y me besa la frente. Descansa -añade.
-Por fin en casa -dice Ginebra dejándose caer en otro sofá.
-Yo tengo hambre -contesta Henry y se dirige al frigorífico junto a Piers.
-Traedme algo de beber -les dice Reift.
-Has luchado muy bien -le susurra Katherine a Fury. Ahora descansa -añade y le acaricia con delicadeza.
-Tú también has luchado genial -le digo a Katherine.
-Solo he tenido suerte, yo podría estar en tú lugar -me contesta triste.
-No, tu nunca acabarás así, eres más responsable que yo -sonrío y extiendo la mano.
-¿Juntos? -me pregunta mientras me agarra la mano.
-Siempre -le susurro y esbozo una sonrisa.
Daniels ayuda a Arak a sentarse. Arak está pálido. Me empieza a preocupar.
-Lo hemos conseguido -nos dice Arak y esboza una sonrisa.
-¡Chupitos para celebrarlo! -grita Reift y se levanta a por una botella. Ginebra y Reift nos ponen un chupito a cada uno.
-¡Por nosotros! -grita Ginebra y alza el chupito.
-¡Por nosotros! -contestamos los demás al unísono y nos bebemos el chupito.
Me incorporo en el sofá. Daniels se acerca y se sienta a mi lado. Coloco mi mano en su muslo. Me mira y sonríe.
-Gracias por ayudarnos -susurro.
-Es un placer luchar juntos a vosotros -me guiña un ojo. Me dejo caer en su hombro.
-No me creo que lo hayamos conseguido -susurro.
-Pues créetelo lo hemos conseguido -me susurra Daniels. Le miro y sonrío. Me alegro tanto de que Daniels nos haya acompañado en esta aventura, creo que he conectado con él de una forma especial y difícil de explicar.
-¿Tienes hambre? -me pregunta con una sonrisa.
-Bastante -sonrío.
-Voy ayudar a Henry y Piers con la comida -me sonríe.
-Gracias -le esbozo una sonrisa.
Katherine se sienta a mi lado, Ginebra y Reift llegan sonriendo. Creo que ya han bebido demás.
-Echémonos una foto -dice Ginebra.
-No, mírame si parece que me voy a morir en cualquier momento -susurro y me río.
-Da igual así completamos todas las fotos que nos hemos ido echando en el viaje -me contesta Katherine.
-Venga, sonreíd -nos dice Reift.
En la foto salimos horribles pero es normal, no todos los días te enfrentas a las criaturas que hemos tenido que matar.
-¡Chicos! -nos llama Arak. La recompensa de mi padre acaba de llegar, ya están aquí vuestros Skydd.
-¿Skydd? -pregunto confuso.
-El Skydd es una criatura protectora, el dragón dorado que me ayudaste a invocar es mi Skydd.
-¡Que guay! Yo quiero uno -exclama Katherine emocionada.
-Adelante, serás la primera -le contesta Arak.
Katherine se tumba de espaldas en el sofá. Arak se acerca y le hace un pequeño corte en el cuello. Abre una caja de metal y saca una scolopendra. La deja caer en el cuerpo de Katherine.
-Dios que asco -susurra Katherine. La scolopendra rápidamente se lanza a la herida y se mete por ella. Katherine rompe a gritar y gritar. En su espalda se va dibujando una especie de animal, todavía no se distingue lo que es. Poco a poco aparece un león.
-Increíble, tu Skydd será un león -le contesta Arak.
-Si llego a saber el método de conseguir el Skydd no lo hubiera hecho, que asco -Katherine da una arcada.
Tras varios gritos, y cambios de opiniones y más gritos y muchos más gritos, todos conseguimos nuestro Skydd. Piers un caballo de ocho patas, Reift un tigre, Ginebra una águila, Henry un oso y yo una pantera. Daniels no puede tener Skydd debido a que es una invocación, si lo hubiera intentado, la scolopendra lo hubiera matado.
-Recordad usarlo solo en aquellos momentos que vuestra vida corra peligro. No es un juguete, es una magia peligrosa y difícil de controlar -nos advierte Arak.
-Joder, yo quería usarlo ya -susurra Ginebra.
-La comida está lista -nos llama Daniels.
Nos agrupamos en la enorme mesa del comedor. Nos servimos vino en las copas, volvemos a brindar por nosotros y luego empezamos a comer. Durante la cena, hablamos, reímos, nos echamos fotos, brindamos, contamos anécdotas, reímos y me voy dando cuenta de que poco a poco vamos dejando de ser un grupo creado para enfrentarnos a las amenazas de este mundo mágico y nos vamos convirtiendo en una pequeña familia.
-No me encuentro bien -susurra Arak.
-¿Arak? -le miro preocupado.
Arak cae al suelo y comienza a retorcerse de dolor. Daniels y yo vamos a hacia él lo más rápido posible.
-¡No! -grita y extiende el brazo con la mano abierta para detenernos. Es cuando salimos todos disparados hacia atrás. La mesa, los platos, vasos y muebles, todo lo de la habitación sale disparado. Me incorporo del suelo con la ayuda de Katherine.
-¿Qué está pasando? -me pregunta Ginebra asustada.
-No tengo ni idea -susurro.
Arak se levanta la camiseta despacio y nos muestra una herida profunda que supura un líquido negro y amarillo. Rápidamente me doy cuenta de que la herida está infectada a la par que envenenada.
-Arak tenemos que curarte -susurro.
-¡No! -grita y esta vez todos los cristales de la mansión explotan al unísono.
-¡Progus! -grita Katherine para protegernos de los cristales.
-Arak por favor, detente -le suplico.
Arak se pone en pie y comienza a andar dando tumbos por la mansión buscando la puerta principal.
-No pienso dejarle solo -susurro y salgo corriendo tras él.

Arak está apoyado en las escaleras de madera para subir a la planta de arriba. Me mira asustado y preocupado. Sé que no quiere hacernos daño.
-Arak por favor, quiero ayudarte -susurro intentando tranquilizarle.
-Dylan no sé que me pasa, no puedo controlar mi magia. Tengo que irme antes de que os lastime.
-No voy a dejar que te vayas así -susurro.
-Voy a morir igual, ya has visto la herida, está infectada y envenenada. No hay nada que puedas hacer -dice apenado mientras las lágrimas comienzan a deslizarse por sus mejillas.
-No pienso dejarte morir, así no Arak, no es el momento, hemos ganado, lo hemos conseguido, no es justo -susurro y comienzo a llorar.
-A veces se gana y otras se pierde -me contesta.
-No es justo, no puedes morir -susurro y me voy acercando a él.
-Dylan... no pasa nada -susurra sin dejar de llorar. Me acerco a él y lo agarro entre mis brazos.
-Déjame que te cure -susurro.
-No va a tener efecto -me contesta y las lágrimas se deslizan por sus mejillas hasta caer en su camiseta.
Deslizo la varita por la herida y como me ha dicho Arak, no tiene efecto. Aprieto los puños para contener la rabia. No puede morir.
-¡Por qué no funciona! -grito. Los demás nos observan desde la entrada. Están apenados, tristes, decaídos como un momento perfecto se ha podido arruinar en menos de un minuto.
Vuelvo a intentar curar la herida pero no ocurre nada. Miro a los demás, todos están llorando, todos saben como va acabar esto.
-¡Por qué no funciona! -sollozo. No puedo quitarte el dolor -susurro y me limpio las lágrimas.
-Es porque no duele -susurra Arak y vuelvo a romper a llorar. Gracias -susurra Arak y siento como aprieta mi mano con fuerza, más tarde siento como empieza a desaparecer de mis brazos, Arak se está teletransportando.
-¿Qué haces? ¡Arak no! ¡No te vayas! -digo desesperado.
-No quiero morir delante de vosotros -susurra llorando y entonces acaba de teletransportarse.
-¡No! -grito.
Daniels se acerca a mi, se sienta a mi lado y me abraza. Le abrazo con fuerza, con toda la fuerza que puedo.
-No es justo Daniels, no es justo -susurro.
-Lo sé -susurra y me abraza con más fuerza.
Me pongo de pie. Todos me miran preocupados. Les miro apenado, con los ojos llenos de lágrimas.
-Me voy a dormir -digo con la voz rota.
-Dylan... -susurra Daniels.
-No digas nada -le contesto.
Doy un paso hacia arriba y un portal se abre delante de nosotros. De él aparece un equipo de élite de la ATME (Armas y Tácticas Mágicas Especiales). Me quedo perplejo, que cojones hacen aquí. Nos apuntan con sus armas mágicas. Comienzan a desplegarse por la mansión sin dejar de apuntarnos.
-¿Qué está pasando? -pregunta Ginebra asustada.
-Que cojones -susurra Reift.
Daniels se acerca a mi despacio. No dejo de mirar al hombre que tengo en frente que me apunta a la cabeza.
-¿Qué hacen aquí? -me pregunta Daniels.
-No tengo ni puta idea -musito.
-¿Sois la Clase Zero? -pregunta el hombre que tengo en frente.
-Sí -susurro con miedo.
-Son ellos, ¡detenedles! -grita el hombre.
-¿Qué? ¡Por qué! -grito y empujo a un hombre para que no me espose. El hombre se acerca a mí y me pega un puñetazo en el estómago, luego me esposa.
-¡No hemos hecho nada! -grita Ginebra apoyada en la pared mientras le colocan las esposas. Juntos a ella se encuentran Katherine y Reift. Henry y Piers están tumbados en el suelo siendo detenidos también.
-Señor hemos encontrado un dragón -le dice otro hombre al que me ha detenido.
-Póngale el collar y métanlo en la jaula -le dice de forma severa y estricta. Fury comienza a gritar desesperado y asustado como si estuviera llamando a su madre, en este caso llamando a Katherine para que le ayude.
-¡Dejadle! -grita Katherine. ¡Es inofensivo! -grita.
-¡Id hacia el portal! -les grita uno de los miembros y les empuja con el arma a Ginebra y el resto.
-¡Dejadlos! -grita Daniels y comienza a crear raíces para atacarles.
-¡Fuego enemigo! -grita uno.
-¡Neutralizarle! -grita el líder de la unidad.
Un miembro apunta a Daniels y comienza a disparar. Tres balas impactan en el pecho de Daniels haciéndole caer por las escaleras hasta llegar al suelo y quedar inmóvil.
-¡No! -grito.
-¡Hijos de puta! -grita Ginebra.
-¡Pagarás por esto! -le grito. ¿Me oyes? ¡Te voy a matar! -grito.
Todos nos intentamos resistir para no cruzar el portal pero pueden con nosotros y al final consiguen hacer que atravesemos el portal a la fuerza. Sin embargo, yo no puedo apartar los ojos del cuerpo de Daniels al pie de la escalera.

YASKBILL (Saga Yaskbill 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora