—Te extrañe mucho. — Digo con mi cara enterrada en su cuello.

—Yo también. — Es lo único que dice sujetándome.

—¿Sabes lo insoportable que estuvo en el vuelo? —Escucho a Malcolm y saco mi cabeza del cuello de Magnus para mirarlo mal. — Tuve que hacer que alguien pusiera un somnífero en su jugo para que durmiera y yo poder tener un poco de paz.

Jadeo impresionada.

¡Con razón había dormido más de lo que he dormido en mi vida!

—¡Malcolm! — Lo miro impactada.— ¡Eres un idiota!

—Lo siento, muñequita. Pero era un vuelo de veinticuatro horas y tú emoción no iba a dejar que pegaras un solo ojo.

—¡Pudiste haberme ofrecido y no haberlo hecho a mis espaldas! — Le digo enojada.

—No me iba a arriesgar a que lo rechazaras. — El se encoje de hombros y pasó por nuestro lado para entrar en la casa.— Me cambiaré e iré al trabajo. Tengo mucho de lo que actualizarme.

¡No podía creerlo!

Sacudo mi cabeza para ignorar ese tema hoy y miro a mí novio sonriente.

—Te necesite mucho. —Doy un pequeño beso en sus labios.

—¿Qué tanto? —Pregunta y muerdo mi labio al escuchar su tono de voz ronca.

—Tanto que ni siquiera me haz tocado de una manera inapropiada y ya estoy mojada. —Susurro avergonzada de mis palabras. Dios yo no era así.

El me sonríe y ladea un poco la cabeza.

—Espero que hayas venido preparada para mí. — Dice mientras comienza a caminar hacia dentro de la casa.—Por que voy a follarte hasta que no puedas más y aún así seguiré follandote. Estarás tan llena de mí que no lo soportaras y pedirás que pare pero adivina que. —El acerca su rostro al mío. — Así llores y te retuerces no pararé.

Sentí como mi vientre se contraía y me humedecía, lo quería ya.

Junto nuestros labios y siento como empieza a subir unas escaleras pero no estamos ni a la mitad cuando estrella mi espalda contra la pared sacándome un gemido de dolor y a la vez placer cuando alinea nuestros sexos. Empieza a restregarse sobre mi mientras me besa como solo el sabe hacerlo.

Escucho una voz fuera de mi nube pero la ignoro hasta que Magnus se separa de mí gruñendo.

—¿Qué? —Le responde de mala gana a Malcolm quien se encontraba a nuestro lado con un traje color gris.

¡Mi Dios! Mis ojos no sabían que extrañaban verlo vestido así.

—Muñequita, deja de comerme. —Mis ojos van a los suyos y me sonrojo. —Te decía que si quieres que ella soporte tu maratón es mejor que almorcemos, ella no ha comido nada desde anoche antes de dormir.

Magnus suspira y me baja lentamente. No me quejo por que tiene razón, necesito energía para mí hombre, ahora le agradecía a Malcolm por dormirme sin mi consentimiento.

Los tres bajamos por las majestuosas escaleras y admiro la casa, no hace falta decir que era hermosa y lujosa. Llegamos a un bonito comedor en donde nos sentamos y enseguida unas chicas pusieron un plato de un delicioso pescado que con solo eso hizo agua mi boca.

—No se ni por que me sorprendo. —Malcolm comienza a comer.— ¿Comiste pollo o carnes rojas mientras no estaba?

Magnus lo ve... Pues lo ve como siempre pero cuando lo conoces sabes que el está viéndolo mal.

Dankworth [+18]Where stories live. Discover now