Buen pasado, mal presente

799 21 11
                                    


Encadenado al mismo destino. Ver una y otra vez. Sale una ruptura por parte de alguien al no soportarlo más. Pero sin poder intervenir, sin al menos hacer cualquier cosa. Decide al menos hacer una pequeña diferencia. Algo que decidió expresar hacia alguien especial.

En medio de un inmenso manto blanco. Sobre la nieve de Snowdin. Yacen un par de niños. Mientras la nieve se mostraba detenida, por el momento.

Una niña humana, con un notable rubor en sus mejillas, rosadas adornando su rostro. Unos ojos rojos como la sangre. Su cabellera castaña algo larga y lacia, revoloteando y agitado por el viento. Portando una sudadera verde, abierta y sin cierre, dejando ver una camisa blanca, junto con unos pantalones azul oscuro, mientras en sus manos usaba unos guantes de color rojo y botas del mismo color.

Aquella niña estaba arrodillada, con sus ojos vidriosos, desbordando lágrimas en ellos, rosando y pasando por aquellas tiernas mejillas rosadas.

Cayendo dichas lagrimas sobre otro infante que tenía sobre sus rodillas. Acariciando su rostro.

-¡Re- Rei!- Exclama casi sin aire.

Dichas lágrimas recibidas por su "hermano". Un niño cabro de casi la misma edad que ella. Una criatura antropomórfica, una cabra. Con ropajes azules, una playera más oscura y unos pantalones de mezclilla más claros. Cuyo hocico notorio y colmillos muestran una cara triste y preocupada. Mientras su paliacate multicolor se desprendía un poco de su cuello.

-Cha, Cha- Con molestar en su voz trata de llamarla.- Chara.

-Aquí estoy.- Le dice ella triste, llorando.- No te dejare esta vez, no lo he hecho, no lo hice, jamás, siempre. Quiero, yo, yo...

Pero una leve carcajada la interrumpe por parte de la cabra.

-Es-está bien.- Le dice, entre lágrimas.- Debí escucharte.

Algo se está quebrando. La humana se aferra más a él. Ver lo mismo una y otra vez. Mientras el sentimiento sigue tan fresco como la primera. Tan cortante, penetrando hasta lo más hondo.

Mientras otros recuerdos que rápidamente pasan a su cabeza. Y en esos momentos.

Una caída desde lo más alto. Hacia el vacío. Huyendo de su pasado desconocido pero negativo. Hasta caer al fondo. Siendo rescatado por el Rey Esqueleto.

Nuca olvidaría como conoció a su madre. Por un simple malentendido después. Aun no quedaba en claro para ella ese momento en que conoció a su madre. Aunque ya sabe el porqué.

Herida y cansada. Fue llevada a un laboratorio, recuerdos borrosos después. Mientras era atendida.

Mientras el tiempo paso y su madre al ver que no tenía un lugar a donde ir. Tomo ella una decisión que cambiaría la vida de todos.

Tímida ante la llegada de su nuevo hogar. Recibido por un cálido abrazo y una bienvenida del quién sería el más cercano a ella más tarde. Aunque en esos momentos era una desconocida más para él, y aun así.

-Hola. Mi nombre es Asriel.- Recordando una presentación muy alegre.- Pero pronto seré conocido como el gran Asriel, El Dios De La Hypermuerte.- Pero exagerada.

Incomoda ante tal presentación. Y desconcertada por una cálida y sincera sonrisa. Estrecho su mano. Pero el no agarro su mano.

-Mi, mi, mi nombre.- Se presentaba la humana por fin.- Es Chara.- Le responde algo tímida, aun desconcertada.

Había un dicho negativo diciendo.

"Te doy la mano y me agarras la pata"

Asriel cambiaria dicha frase y a su manera. El no agarro su mano. El niño la abrazo. Tomándola de inmediato como su familia. Aquella niña se quedó más que desconcertada. En shock, al no ver ese gesto. Sintiendo algo en su ser que la estremeció en su totalidad. Pero que por ahora se mostraba como incomodidad al no percatarse de tal acción.

BrokenShiftWhere stories live. Discover now