Amarte duele...

Carta Capitulo 19

Inglaterra 22 de Octubre 2020.

"Cada vez que te observo sin que te des cuenta, me pregunto ¿Será real?"

Querida Anna.

La verdad es que nunca he escrito una carta, no sé con exactitud la estructura de una, incluso no tengo idea de qué escribir pero no puedo dejar pasar por alto tu petición así que, aunque esto de estar profesando mis sentimientos por escrito no es algo que acostumbre a hacer, trataré de dar lo mejor que pueda para hacerte feliz. Me dejaré llevar.
No hay nada que no sepas de lo que siento.
Sabes que eres la mujer más increíble de este planeta, sabes que de alguna manera haces que tenga una sonrisa involuntaria y ridícula en mi rostro todo el tiempo, también sabes que tienes una habilidad extraordinaria para hacerme sentir en paz, y cuando el tiempo pasa y empiezas a madurar y a poner los pies en la tierra te das cuenta que el amor más que placer tiene que generarte eso, paz. Cuando creces te vas dando cuenta que el amor no era eso que pensabas, o que veías en las películas, esa imagen que la industria vendía cada catorce de febrero llena de flores, besos,  y sexo, aquellas historias ficticias de romance en donde todo resulta con un final feliz.
Es algo ridículo, pero más que ridículo es triste ver a tantas personas influenciadas buscando aquello que ven en la televisión  cuando lo real aunque es más difícil vale totalmente la pena.
Generalizaron y dieron la imagen de que siempre un hombre fuerte y atractivo tenía que salvar a la doncella de adversidades difíciles y peligrosas, y no, no siempre es así, en este caso tú me salvaste a mí y la adversidad a la que tienes que afrontarte soy yo.
Y así es Anna, me salvaste. Me salvaste de huir, me salvaste de ir por la vida con la idea de que entregarle el corazón a alguien era igual de estúpido que correr en círculos, de sacarme de la cabeza aquel pensamiento de que todos tienen una persona para su vida menos yo, me salvaste hasta de mí mismo.
Huir era algo que hacía como pasatiempo obligatorio en mi vida, pero ahora siendo tú parte de ella deseo con todas mis fuerzas quedarme.
¡Es increíble! El impacto que has causado en mi.
Y aunque sé que habrá momentos grises siento que tú eres ese pincel de color que poco a poco irá
pintando de cariño y alegrías aquellos días.

Eres fuerte, inteligente, capaz, luchadora, hermosa, dulce, sexy, atrevida, y aunque siempre te lo digo aún sigo creyendo que tu modestia espontánea hace que haya días en donde lo olvides.

Me di cuenta que todos estos años estaba simplemente consumiéndome la vida, tratando de llenar aquel abismo que sentía en el pecho, tratando desesperadamente de sentirme vivo, vivo por dentro. Porque solo hay algo peor que la propia muerte, y es sentirse muerto estando vivo.
Tu sonrisa desintoxicó mi alma rota, mientras sanaba, tus abrazos me aliviaban como aquella pastilla para poder dormir que tomaba antes de conocerte, y por último tus ojos, tus ojos me fortalecieron y me llenaron de dicha.
Hasta ahora lo hacen.

Por ti creo en los milagros.
Por ti creo en las personas.
Por ti creo en la vida
Por ti este incrédulo, cree.

Y si crees que no has hecho suficiente cosas buenas para poder sentirte llena y satisfecha con aquel altruismo innato que siempre deseas saciar, si sientes que aún no has hecho lo suficiente ¡Por favor! Mírame a mí.
Porque no ha habido en este mundo algo o alguien que me haya brindado más ganas de vivir que tú.
Me salvaste.
Gracias.
De todo corazón.
Te amo.

Con amor
Ian Camber.