Capitulo 10

61 7 0
                                    

Ya casi anochecía. Y a pesar de que Ema y Kaleb han hecho lo posible para animarme, el encuentro que tuve hace unas horas con Ian me ha dejado algo triste.
Hemos decidido que el día estaba muy frío para entrar al jacuzzi así que nos quedamos adentro de la casa de Kaleb.  
Ordenamos pizza y hemos tomado mojitos desde que llegamos.  
Ema estaba muy feliz porque no ha salido tan mal en su examen como había pensado. Y Kaleb, estaba con su buen humor que lo caracteriza. 

—Señor. Creo que hay un problema afuera. —Comentó una empleada de Kaleb.
— ¿Qué pasó? 
—Hay alguien que dice ser su compañero. Ha querido entrar a la fuerza.

Nos miramos los tres. Kaleb se acercó a una de las inmensas ventanas que tenía en la sala principal e hizo a un lado la cortina.

— No puede ser... —Exclamó.
Salió corriendo hacia la puerta. Ema y yo lo seguimos.

Cuando abrimos la puerta lo vi a Ian encima de la pared discutiendo con los guardias de seguridad.

Ema me miro divertida. 
Ian evidentemente estaba ebrio, sus mejillas estabas algo rojas y arrastraba las palabras que gritaba.
No podía creerlo. ¿Qué está haciendo aquí? Creo que lo había dejado claro entregándole esas fotos. 

— ¿Qué es lo que sucede? — gritó Kaleb.
—Tena dile que me dejen entrar solo quiero hablar con Anna.  
Kaleb me miró dudoso.
—Anna por favor, solo quiero hablar un momento.
— ¡Señor bájese de ahí! — Gritó uno de los guardias mientras trataba de bajarlo.
—Les he dicho que soy un Camber. No se atrevan a ponerme un dedo encima. — Gritó él.
Se tambaleó y casi cae al suelo.
—Ian por favor bájate, te lastimarás. — Dije, acercándome un poco hacia donde estaba.
—Anna solo quiero hablar contigo.  —Respondió, su voz estaba rasposa.
—Ian yo no puedo...
—Te lo ruego. Solo una vez, nada más...—Suplicó. Y era obvio, estaba ebrio porque apenas se podía sostener bien. Me daba vértigo solo de verlo.
—Está bien pero bájate. — Me rendí.

Su cara cambio por completo. Su sonrisa se formó de un extremo a otro, cuando trató de bajarse perdió el equilibrio y se vino abajo.

— ¡Ian! — gritamos todos y corrimos a verlo. 
Derek esquivó a los guardias de Kaleb y de un salto estuvo donde estaba Ian.
Me acerqué y  vi su rostro. Tenía una sonrisa.

— Esa caída ha valido por completo la pena. —Dijo acostado sobre el césped.

Derek lo ayudó a levantarse y él hizo una mueca de dolor al tratar de apoyarse con su brazo derecho. 

—Pudiste haberte hecho mucho daño. Mira  la altura de esta pared. —Dije. La pared no era muy alta pero caer desde ahí no era algo para nada seguro.

—Creo que lo tendremos que llevar al hospital. —Comentó Derek mientras lo ayudaba a ponerse en pie.
— Estoy de acuerdo. — respondió Ian.
Giró la cabeza y me miró directamente a los ojos.
—Tenemos una conversación pendiente. ¿Podrías venir? 
—Será mejor que vayas con Derek. — Respondí.
—Anna solo escucha lo que te tengo que decir. No tienes que hacer nada más. Haz eso por alguien que cayó de un muro por ti. —Sonrió y luego hizo una mueca de dolor al hacer un movimiento involuntario con su brazo derecho.

Me regresé y miré a Ema. 

Pude leer sus labios que me decían «Ve con el»
Y luego me sonrió levemente. 

———————————————————————————

Mientras íbamos en el auto  de camino al hospital me limité a quedarme callada. No sabía  cómo sentirme. Me sentía secretamente feliz de que haya venido a verme y a la vez incómoda por lo mismo. Era muy difícil organizar mis pensamientos.  
Sentí varias veces su mirada pero evité hacer contacto visual.  El no intentó nada mientras estábamos en el auto.
Cuando llegamos al hospital recordé aquella noche en donde él me rescató de Alan. A pesar de haber estado rígido, fue muy cortés. 
Entramos y ya en la claridad del inmenso hospital pude ver que las manos de Ian estaban rojas como un tomate, su camisa ceñida estaba rota a un costado y sucia. Parecía que venía de pelear con algún animal en la selva.
Le tomaron una radiografía de inmediato.

Amarte duele...Where stories live. Discover now