"Si vas a responder a mi pregunta revelando tus verdaderas intenciones, solo pronuncia tus palabras y leeré tus labios".
'¿Verdadera intención? Si fuera mi verdadera intención ... '
Ella había escapado de su jaula solo para encontrarse con él.
Ella estaba dispuesta a sacrificarse por él.
Aria voluntariamente sería un trampolín si estuviera destinado a ayudar a alcanzar sus metas, las de su benefactor. A ella no le importaría quemarse por completo solo para dejar que él brille lo más fuerte posible, como el espléndido sol de la tarde, sino que se sentiría honrada solo de tener una oportunidad.
'Yo ... no puedo decirlo'.
Aria recordó su recuerdo con Diana.
Se sintió muy bien cuando la acariciaron.
Así que le dio unas palmaditas en la cabeza.
“……”
Lloyd la miró como si estuviera loca.
* * *
"Parece que nunca antes has tenido armas". Lloyd dijo, tocando las manos de Aria.
Observó sus delgados dedos, eran suaves y tersos. No tenía callos.
"¿No tienes que aprender al menos un arma a tu edad?"
'¿La edad de diez años?'
Aria se sorprendió.
"Solo hay huesos en tu cuerpo, ¿dónde están tus músculos?"
'¿Por qué los niños de diez años tienen músculos?'
Aria ladeó la cabeza.
Lloyd la agarró de la muñeca y la sostuvo un rato.
Después de eso, colocó sus dedos en sus propias muñecas y luego frunció el ceño.
“¡Es un milagro para ti estar vivo! Estás muy frágil y tu pulso es débil. ¡Tus huesos son tan frágiles que podrían romperse si aprieto demasiado! "
“……”
"¿Todos los humanos fuera de nuestro territorio son tan débiles?" Lloyd hizo una pausa.
"Eres incluso peor que mamá ...", sus palabras se apagaron.
La miró como si fuera un animal raro. Uno que nunca había visto antes.
'Estaba débil desde el principio ... y mi cuerpo solo se debilitó porque fui abusada y desnutrida', pensó Aria para sí misma.
Sin darse cuenta, se puso la mano en el cuello y tembló de dolor.
Respiró hondo mientras el dolor recorría su cuerpo en espiral.
“……”
Lloyd sacó un pañuelo de su bolsillo y lo arrojó hacia Aria.
Instintivamente, Aria agarró el pañuelo volador.
"Úselo y tírelo".
Aria alternativamente miró entre el pañuelo y la cara de Lloyd.
Luego, presionó ligeramente la herida abierta de su nuca.
Lloyd, que no podía soportar mirar, se acercó a ella y se lo arrebató de las manos.
"Dejame hacerlo."
Cuidó hábilmente su herida.
La herida no era realmente profunda, pero parecía como si la sangre siguiera brotando debido a que se diluyó con el agua de lluvia.
