Capítulo 113
Traductor: Ikurisan
Autor:설이수
Traducción: sol
Recuerden nosotras solo traducimos, créditos a su respectivo autor. Si no entienden alguna frase no duden en preguntar en los comentarios.
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Vibrión. Un genio de la evasión.
Pertenecía al comerciante Underhill Slave y era uno de los hombres de Maxim.
Era obvio lo que estaba haciendo en la esclavitud.
"Vamos a aclararte".
"¡Kyaaak!"
Bofetada -! ¡ Abofetear !
Para someter a los que se rebelan con miedo y fuerza.
Tenía un gran talento para hacer sumisos a los esclavos rebeldes.
De hecho, esa era la calificación básica de un traficante de esclavos.
"¿Me acabas de enojar?"
"¿Sí? Eso, eso es correcto."
"¿No tienes ojos? ¡Esclavo bastardo, atrévete!"
En el momento en que van contra su corazón, tiene que levantar la mano de inmediato.
Era un método muy básico para educar a los esclavos. No importaba si agregaba alguna razón sin sentido de por qué los esclavos lo molestaban.
Duro castigo.
Golpéalos hasta que se rindan.
Esto se debió a que aprenderán a leer los ojos de su dueño.
"No me gustan tus ojos".
"¿Qué fue ese gesto con la mano? ¿Me maldijiste?
"¿Qué es gracioso? ¿Te estás riendo de mí ahora?
Cuando controla sus palabras y acciones una por una, la gente cambia.
Poder hablar, pero no hablar, poder actuar, pero no actuar. Si continúa, se convertirá en un esclavo que no puede pensar ni actuar por sí mismo.
De esa manera, vivía y manejaba esclavos. Sin ninguna culpa.
Vibrio se mezcló entre los esclavos, fingiendo ser esclavos ahora. Sin embargo, actuó de manera bastante plausible, pero no pudo abandonar el hábito de ese momento.
"¡Necesito romperle la pierna a un maldito niño pequeño como tú antes de que vuelvas en sí!"
Esta palabra viene del hábito.
Más tarde se dio cuenta de que había cometido un error, pero fue más doloroso en la nuca después de ser golpeado por el mismo niño.
"Necesitas que te enderecen".
¿Cómo se atrevía a tirarle piedras un esclavo que debería haber sido llevado al laboratorio?
Puso los ojos en blanco y levantó la mano. Iba a golpear al niño hasta que el niño lloró y le rogó.
"¿Qué estás haciendo?"
Ojalá Aria no apareciera en ese momento.
Habría hecho lo mismo que había hecho aquí como traficante de esclavos.
"Te pregunté qué estabas haciendo".
Aria dijo mientras sostenía a Leo en sus brazos. Sus ojos, tan calientes que casi parecían rojos, lo miraron de arriba abajo por un momento.
