𝕊𝕖𝕥𝕫𝕦𝕤𝕠𝕜𝕦•ShikaNaru• 🍂

Capitulo 10: Formalmente rivales.

- Nada, solo que eres muy bonito y no puedo dejar de verte.- comenté en un susurro cerca de su oído, disfrutando del abrazo que ahora nos dábamos. Un leve golpe en mi hombro fué su respuesta, seguido de un 'Baaaka, eso es vergonzoso.'

                            [...]

- ¡Naru-chan, bienvenido!- chilló mi madre al ver al pequeño rubio que corrió directo a sus brazos para su habitual abrazo maternal.

- ¡Yoshino-chan! ¡Te extrañé-ttebayo!- chilló el rubio aún entre los brazos de mi progenitora, que lo tomaba protectoramente. Mis padres amaban demasiado a Naruto, casi tanto como yo. Por eso mismo él era parte del clan Nara, aún sin tener el apellido, contaba con la protección del clan y con el amor incondicional de la cabecilla del clan y su familia, nosotros.

- Pasaron varios días desde que me visitaste ¿Acaso mi hijo te tiene muy ocupado? ¿O ya no me quieres?- bromeó mi madre, ganándose un fuerte sonrojo del rubio ante la primera pregunta y un tierno puchero por la segunda.

- ¡Yoshino-chan! ¡No es eso!- aseguró, desviando la mirada con vergüenza. Mi madre río con gracia.

- Vamos, Naru-chan. Prepararé un poco de té con dangos para hablar y ponernos al día, acompáñame.- pidió comenzando a caminar hacia la cocina, con el rubio tomando su mano con cariño. Bufé, mamá me robaba totalmente la atención de Naruto cuando estaba en casa, pero igualmente amaba tenerlo en nuestro hogar.

- Hola, hijo.- la gruesa voz de mi padre saludó con una sonrisa que yo devolví.- ¿Tú madre ya te separó del rubio problemático?- preguntó con gracia, recibiendo un cansado suspiro como respuesta.

- Sí, acaban de irse a la cocina. Creo que tomaré un baño y luego podríamos jugar al Shōgi.- mi padre asintió y yo le avisé a Naruto que iría a mi habitación, él solo asintió sin prestar verdadera atención por estar charlando amenamente con la mujer.

                            [...]

- Gané.- comentó mi padre luego de mover su rey dos veces, comiéndose mi ficha más valiosa y sin dejarme posibles movimientos victoriosos. Bufé, jamás podía ganarle a mi padre, pero servía de mucho para aprender técnicas de juego que luego podría utilizar en el campo de batalla, por más descabellado que sonara.

- ¡Ya casi está la comida-ttebay... Quiero jugar con usted Shikaku-san!- gritó eufórico el rubio, causando que mi padre diese un leve salto del susto, yo reí.

- Claro, Naruto.- concedió mientras volvía a acomodar el tablero. El rubio tomó asiento en mi lugar y yo a su lado para observar sus estrategias, ciertamente el Uzumaki era muy bueno jugando al Shōgi, mejor que yo con esa mente loca e impredecible.

                            [...]

- Creo que está en aprietos, Shikaku-san.- comentó el rubio, con algo de diversión en su voz. Yo y mi padre lo miramos extrañados, eso no estaba para nada cerca de ser cierto. Si bien tenía varias piezas menos, las más poderosas estaban en buena posición.

- ¿Eso crees?- preguntó mi padre, manteniendo su semblante serio. El rubio solo asintió.- Bien, entonces terminaré con esto rápidamente.- provocó mi padre con una sonrisa bailando en sus labios. El rubio río alegremente.
Shikaku tomó su ficha más poderosa, el Rey, quería hacer perder a Naruto atacando con todo. En unos pocos movimientos, comió varios peones del contrario que, para mi sorpresa, tenía una sonrisa enorme en la cara.

- Yo gano esta vez, Shikaku-san.- dijo cantarín el rubio, moviendo sus fichas cerca del rey contrario, dejándolas en su rango de ataque. Fruncí el ceño ¿Que clase de estrategia era esa? Estaba dejando que mi padre ganará varias de sus fichas, algunas más bajas y otras que eran matadoras. No entendía.

- No lo creo.- el rey comió una ficha del contrario, que se consideraba la segunda al mando por así decirlo y la sonrisa del Uzumaki solo se agrandó. Ví la sonrisa de mi padre borrarse y su ceño fruncirse.- Maldito rubio astuto.- murmuró mirando atentamente el tablero.

Abrí los ojos con asombro, la segunda ficha al mando del bando de mi padre fué consumida y su rey de vió en grandes aprietos ante la falta de peones, no tuvo más opción que atacar con la ficha más alta, llevándola directo al matadero. Cosa que demostró el Uzumaki unas jugadas después, matando el rey de mi padre con el suyo propio y soltando una risita alegre.

- Has mejorado mucho, Naruto.- felicito mi padre con una sonrisa, el rubio asintió feliz.

- Práctico en mis tiempos libres-ttebayo. Juego conmigo mismo para poder evaluar dos escenarios diferentes al mismo tiempo para deducir los movimientos enemigos, así es más sencillo.- explicó mientras se levantaba y ayudaba a guardar las piezas del tablero. Lo miré embobado, él era exactamente todo lo que yo amaba en una misma persona.

Simplemente perfecto.