Mío o de nadie. >> ZARRY LIRRY << M-Preg

Once

Advertencia: Ataque de pánico.




Capítulo Once

Liam miraba asustado como Harry empezaba a respirar con dificultad, gruesas lágrimas caían por sus mejillas y parecía que en cualquier momento iba a desmayarse. Le vio salir del lugar corriendo y tapándose el rostro. El mayor salió por su detrás sumamente preocupado. Encontró al rizado afuera, cerca de su auto, temblando profusamente y con una mano agarraba su pecho con desesperación, porque no llegaba suficiente aire a sus pulmones.

Liam se acercó rápidamente, y le tomó en sus brazos, trató de calmarle acariciándole su espalda, pero nada parecía funcionar, la respiración de Harry se hacía más errática y con fuerza empezó a apretar la chaqueta del castaño, buscando ayuda.

"Harry, tienes que calmarte por favor, me estás asustando..." Liam trató de abrir la puerta de su auto con una sola mano, mientras con la otra agarraba con fuerza la cintura del rizado, para que éste no se desvaneciera.

"Li... No-no puedo r-respirar..." Harry se sentía terriblemente mal, no podía conseguir tomar aire por mucho que tratara, no podía articular palabras con facilidad, trataba de aferrarse a la ropa de Liam, pero apenas tenía fuerzas para sostenerse, sentía miedo, mucho miedo, sentía que algo muy malo le estaba pasando. De repente la poca fuerza que tenía, abandonó su cuerpo, empezó a ver borroso y todo se puso en silencio. Escuchaba los gritos de Liam a la distancia, antes de que todo se volviera completamente oscuro, ya no podía ver ni escuchar nada.

"¡Harry, HARRY! DESPIERTA POR FAVOR..." Liam tomó a Harry estilo nupcial, al sentir como el cuerpo del rizado se desvanecía por completo, parecía sostener una inerte muñeca, y lo puso con delicadeza en el asiento trasero. Inmediatamente después se metió al asiento del conductor y se alejó del lugar lo más rápido que pudo, rumbo al hospital más cercano.

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"¿Familiares de Harry Styles?" preguntó la voz energética de un hombre mayor con bata blanca, su pelo pintaba muchas canas, y aunque se veía cansado, tenía un rostro reconfortante.

Liam se levantó de un salto de donde estaba sentado con las manos enterradas en su cuero cabelludo, apretando su cabello con fuerza por la ansiedad que le provocaba la intensa preocupación que estaba sintiendo. Sólo quería escuchar que Harry estaba bien, que todo iba a estar bien.

"Soy su esposo" le dijo acercándose al doctor, muy atento a cualquier mueca en su rostro que delatara lo que iría a decirle, pero el rostro del galeno se mantenía neutro al hablarle.

"Ah sí, señor Payne..." confirmó mirando unos papeles que tenía en la mano, "bueno, puede relajarse por ahora todo esta bien, su esposo tuvo un ataque de pánico, uno muy grave, pero ya le estabilizamos, está descansando, recomiendo que se quede esta noche en observación..."

Liam soltó un gran suspiro de alivio, al escuchar aquellas palabras.

"Lo que me preocupa..." continuó el doctor, "... es que se me hace evidente que su esposo no se ha estado alimentando bien, y por el ataque que acaba de tener, también puedo deducir que está expuesto a alguna situación que le está causando mucho estrés. Teniendo en cuenta su estado, es completamente contraindicado que se exponga a situaciones que le causen tal explosión de emociones, su comportamiento puede traer consecuencias catastróficas en su cuerpo..."

"¿A qué se refiere Doctor?" preguntó Liam confundido, no estaba entendiendo muy bien lo que quería decirle aquél médico.

"A que su esposo tiene que tener más cuidado en su alimentación, tiene que asegurarse de obtener los nutrientes adecuados si quiere que todo marche bien durante los próximos meses. Ahora le hemos puesto un suero y eso le va ayudar un par de días, pero en cuanto se vaya a casa, es responsabilidad de usted y su pareja que reciba los cuidados necesarios... "