Mío o de nadie. >> ZARRY LIRRY << M-Preg

Diez

Advertencia: Escenas sexuales explícitas.

Capítulo Diez

* * * * * * * * Dos meses atrás * * * * * * * *

Zayn admiraba embelesado al hermoso chico de ojos verdes, que se movía por su apartamento con una elegancia propia de una delicada bailarina de ballet. Amaba como sus rizos rebotaban con cada movimiento que hacía, como sus ojos verdes brillaban cada que miraba en su dirección, como su sonrisa y hermosos hoyuelos irradiaban más que la luz del sol que se colaba por las ventanas.

Zayn adoraba esa vena exhibicionista que tenía el rizado, esa que hacía que su ropa estorbara en cuanto estaban solos. Verle caminar semi desnudo, moviendo sus caderas provocativamente, de una manera casi femenina, y como sus pequeños pantaloncillos marcaban a la perfección su perfecto trasero, era uno de los mayores placeres de la vida, creía el moreno. Harry tenía una belleza tan pura, tan delicada y tan sensual al mismo tiempo. Zayn podría quedarse admirando esa obra de arte andante, por el resto de su vida.

El tener a Harry cerca, hacía que su corazón explote de ternura, quería proteger y amar a esa dulce criatura. Quería ponerle en una cajita, para cuidarle y que nunca nada malo le pase jamás. Para que nunca nadie se atreva a tocarle, ni a mirarle si quiera.

Siempre se había considerado del tipo celoso, por eso detestaba, odiaba sentir las miradas lascivas que le dirigían a su babe cuando salían a algún lugar. Había perdido la cuenta de las veces que quiso agarrar a golpes a quienes se atrevieron a mirarle si quiera con un poquito de curiosidad.

Pero si algo le había enseñado la vida era que jamás debía reaccionar a sus impulsos, y siempre los mantenía en raya. Sabía que era mejor simplemente ignorar a esos individuos, nada bueno resultaba de reaccionar con violencia. Eso lo sabía muy bien.

Además, Harry iba y venía de su mano, sólo le miraba a él, sólo le sonreía a él... Y sólo le pertenecía a él. Así que, no se preocupaba, porque cuando estaba con él... Solo era de él.

Sí, está bien, obviamente Zayn sabía que Harry estaba casado, y teóricamente no era suyo. ¡Pero vamos! Después de todo lo que pasaban juntos y de todo lo que el rizado provocaba en su mente y en su corazón. Era prácticamente un hecho, que ese matrimonio estaba acabado. Muerto. No era nada.

Zayn jamás había sentido algo así por nadie, ni siquiera cuando pensó que estaba tan enamorado, años atrás, porque lo que sentía entonces no se asemejaba a lo que Harry despertaba en él. Harry le daba paz, tranquilidad, amor con una simple mirada o una caricia, lograba transmitirle todo a veces sólo con un beso, ni siquiera tenía que ser candente para despertar el intenso deseo de poseerle. Harry le volvía loco. Pero era esa locura buena, romántica, tierna.

Zayn amaba a Harry.

Y si podía confiar en las acciones del rizado, Zayn estaba más que convencido de que el sentimiento era mutuo. Aunque nunca hablaran de aquello, estaba ahí latente entre los dos.

A sus 26 años, Zayn jamás pensó que estaría listo para sentar cabeza y establecerse en un compromiso de por vida. Hace un par de años, ni siquiera hubiera estado seguro de que conocería al amor de su vida. Para ser honesto, durante mucho tiempo ni siquiera creyó que hubiera tal cosa como un 'amor para toda la vida'.

Después de haber tenido un pasado tan trágico, realmente ya no creía en finales felices, había pasado por tantas decepciones y tanta mierda, que se había convertido en una persona totalmente práctica, realista y enfocada sólo en el presente. Creía que de nada servía planear el futuro, pues la vida siempre encuentra la forma de restregarte en la cara que no vas a obtener lo que quieres.