Park Jeongin. •||K O O K M I N||•

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(Esperoahorasisevea)

Maratón 2/2

Es difícil pedir perdón, cuando la mayor parte de tus errores no tienen derecho a ser perdonados, especialmente cuando eres consciente que has arruinado parte de la adolescencia de un ser que no tenía culpa de nada. Jungkook lo sabía, no había razón para dedicarle palabras de odio a ese chico que meses antes llegó a su oficina llamándose hijo suyo.

Fue difícil de digerir dicha información, después de haber cometido uno de los peores errores de su vida, no creyó volver a saber más de Park Jimin. Ni mucho menos del hijo que abandonó por querer continuar sus estudios, no ponía pretextos ni mucho menos trataba de escudarse inventando acciones o razones que no sucedieron. Jeon aceptaba la culpa, él fue causante de muchas cosas, y una vez aceptado eso, debía tratar de arreglar los platos rotos y si era posible suplicar perdón.

Su primer objetivo, era Jeongin.

Podría decirse que cada día hablaban más, y ahora por lo menor no había amenazas con piedras de por medio en cada oración que se dirigían. No esperaba un cambio de la noche a la mañana, pero daría todo de sí mismo para poder obtener una mejor relación con el adolescente pelirrojo.

Adentrándose a su oficina, pudo ver el acumulamiento de papeleo en su escritorio, tenía entendido Minho volvería ese día, lo cual significaba que tendría más tiempo para aclarar su mente. Caminó frustrado hacia su escritorio y tomó asiento para comenzar a leer cada papel que había sobre este. Permisos, convenios, solicitudes, y muchos otros documentos fueron firmados, listos para entregar.

—¡Jeon! ¡Mi amigo! Ha pasado tiempo desde que habla.... ¿Ocurre algo?— Namjoon le miró confundido mientras de taraba a la oficina.— Te ves terrible, hoy no cargas esa sonrisa engreída y casi estoy seguro que no te quedan uñas en las manos.— El moreno tomó asiento frente a su amigo observando la pila de papeles que había.— Si estás mal.

—Tienes un hijo, ¿Cierto?

—Es evidente.— Namjoon afirmó.— Lo conoces desde que tenía 5 años. ¿Por qué preguntad algo tan obvio?

—¿Alguna vez has peleado con él?— El moreno asintió.— ¿Al punto de que no te quiera ver?— Namjoon se quedó pensativo.

—Es normal que los hijos se molesten al ser regañados, son adolescentes y creen que el mundo conspira en su contra, no ven el verdadero motivo por la que les llamamos la atención.— Namjoon comenzó a explicar.— Hyunjin siempre fue un Niño mimado, y consentido, rara vez le llegué a llamar la atención. Pero cuando Jin comenzó a reprenderlo por su mala forma de expresarse, duro semanas sin dirigirle la palabra pensando que si padre le odiaba.

Jeon dejó caer su cabeza sobre el escritorio completamente frustrado, asustando a su amigo. No tenía experiencia alguna siendo padre, y era obvio. Quería obtener el perdón de Jeongin, pero temía arruinar las cosas más de lo que ya estaban.

—Una disculpa sincera siempre es buen inicio.— Jungkook cubrió su cabeza frustrado.— Es difícil obtener el perdón de las personas, pero créeme amigo mío, que estampando tu cabeza sobre las cosas no arreglará nada en absoluto. Jeongin es un buen muchacho, merece vivir su adolescencia felizmente, no manteniendo rencores.  Y tú puedes ayudarle a alejar ese rencor.

—Es complicado.

—Lo es, pero lamentándote no es una solución muy favorable. Recupera el tiempo perdido, no le des vueltas al asunto, cometiste errores, ahora afróntalos y trata de arreglarlos.

—¿Y como rayos puedo hacerlo?

—Amigo, no se todas las respuestas. Nunca he estado en una situación similar a la tuya, pero, intenta saber más de él, ponle atención y averigua qué cosas le agradan. No solo sueltes un seco "perdón" pon todo de ti para recuperar a tu hijo.